¿Crisis del sistema de pensiones o riesgo manipulado?

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Por Ignacio Muro*, miembro de Economistas Frente a la Crisis

Anthony Giddens denomina riesgos manufacturados a los que los ciudadanos sufren en la globalización. Lo justifica en que suelen estar relacionados con la búsqueda de ventajas económicas en procesos industriales insuficientemente garantizados. El hecho es que los ciudadanos del mundo tienen la impresión de estar metidos en una turbina de la que pueden salir despedidos en cualquier momento.

La sensación de riesgo creciente afecta también a los procesos sociales, sea la xenofobia contra los inmigrantes, la crisis de refugiados o el envejecimiento de la población.

Desde los años noventa se ha asumido el riesgo de quiebra de las pensiones en un horizonte lejano. Ese riesgo futuro se convirtió, en seguida, en oportunidad inmediata para obtener ventajas; por un lado, en forma de negocio para fondos de pensiones privados; por otro, político y social, al conseguir que sindicatos y trabajadores aceptaran ajustes o asumieran leyes restrictivas.

Ese riesgo se alimenta por oleadas. Un informe de la ONU de 1996, en la postcrisis de la recesión de 1993, estimaba que la población española sería de 29 millones en 2050. En el mismo año, la Dirección General de Migraciones consideraba que la entrada de un flujo de más de 100.000 inmigrantes al año sería inasumible para la economía española. En seguida, aparecía un “riguroso informe de expertos” que confirmaba como imprescindible la necesidad de complementar las pensiones con fondos privados.

Nadie recuerda hoy que, diez años más tarde, España superaba los 46 millones y la inmigración recibida en el periodo 2001-2006 supuso un flujo anual promedio de 600.000 personas; ni que esos inmigrantes, no solo contribuyeron al crecimiento sino que permitieron recuperar la natalidad.

Tampoco que el “riguroso informe” que propiciaba los planes privados de pensiones estaba patrocinado por la fundación del BBVA y coordinado por José Barea en su condición de Director del Instituto de Estudios Fiscales e inmediatamente después jefe de la oficina económica de Aznar. Menos aún, que el escenario elegido para la estimación de las pensiones futuras utilizaba, como hipótesis, una tasa de desempleo creciente hasta llegar al 26% en 2005, para luego descender hasta el 20% en 2010. Una situación difícil de soportar e imaginar. El desempleo real promedio del periodo 2005-2010, a pesar de coincidir con la peor crisis del capitalismo de los últimos 70 años, superó ligeramente el 13%.

¿Error en las hipótesis o manipulación interesada de los riesgos futuros?

Nuevas presiones sobre la insuficiencia de las pensiones.

La crisis de 2008 ha actualizado también los informes que insisten en los riesgos del sistema de pensiones. Una vez más, sus resultados son aireados, las hipótesis de partida oscurecidas.

En 2013, el mismo Instituto de Estudios Fiscales emitía un informe para favorecer la última reforma del gobierno de Rajoy y justificar la inclusión de un factor de sostenibilidad automático en el sistema de pensiones. Este factor, que provoca un ajuste a la baja en función de una serie de parámetros, se empezará a aplicar en 2019, en la recién nacida legislatura.

Como en el anterior informe de 1996, los parámetros utilizados para el calculo vuelven a sorprender, pero esta vez por optimistas e igualmente alejados de la realidad. Anticipan un futuro caracterizado por bajísimo desempleo (en el 2016 estaríamos en el 13% pero a partir del 2018 alrededor del 6%), con un numero de cotizantes estabilizado (entre 20 y 22 millones), con una vida laboral muy larga (con periodos de cotización por encima de 35 años hasta el 2022 y ligero descenso posterior), con incrementos de sueldos anuales significativos (de alrededor de un 2,5% de promedio anual). Un mundo feliz que tendría como consecuencia que el importe de las pensiones medias se duplicaría entre 2015 y 2030 (de 10.000 a 20.000 €/año) lo que convertiría en insostenible el pago de las pensiones.

¿De verdad que, con una economía tan fuerte, no sería posible aumentar 4 puntos del PIB a la aportación del sistema de pensiones? ¿No son acaso más de 4 puntos del PIB lo que las rentas del trabajo han perdido respecto a las rentas de capital desde 2008? ¿Es el envejecimiento un asunto exclusivo de los trabajadores y de la caja de la Seguridad Social o un problema de toda la sociedad que debe cofinanciarse a través de la caja general de los ciudadanos, que es la hacienda pública?

 

Llegar a fin de mes o preocuparse por el final de la vida laboral

Mientras los riesgos futuros (a 25 años) sobre el sistema de pensiones se presentan como alarmantes con hipótesis irreales, la realidad del día a día se muestra tozuda para toda una generación que ha precarizado su existencia y que ve casi imposible acceder a una pensión contributiva digna para su jubilación.

La cifra de desempleados promedio en los últimos 5 años, según la EPA, es de 5,5 millones de personas, las mismas que al finalizar 2015. Después de crecer el PIB un 3% el último año se mantiene un colectivo de parados de larga duración de 3,4 millones de los que el 75% no reciben ayudas. Los datos del CIS muestra al 60% de los hogares reconociendo ingresos inferiores a 1200 € al mes y un tercio con menos de 600 €. Buena parte de esos hogares obtienen ingresos del trabajo negro e informal que se ha multiplicado por la crisis hasta superar el 20% del PIB. Todo ello se concreta en más de 11 millones de trabajadores en precario, según los cálculos realizados por los expertos de FEDEA con una tasa de infrautilización (por paro o precariedad) del 35% de media nacional.

Es obvio que con este panorama el problema de las pensiones futuras se muestra totalmente diferente, porque serán muy pocos los que puedan acceder a una pensión contributiva digna. Solo hay que recordar que, con los sueldos actuales, se necesita superar los 15 años de cotización para empezar a mejorar, ligeramente, la pensión no contributiva de 430€ a la que un ciudadano tiene derecho en cualquier caso.

Shakespeare afirmaba que “no son las dificultades las que vencen a los hombres, sino el temor». Solo el envejecimiento de la población es un fenómeno innegable. De sus consecuencias anticipadas, mejor cubrirse con prudencia para no ser victima de la manipulación de riesgos futuros con hipótesis irreales.

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*Este artículo se publicó originalmente en el diario Bez.es y se reproduce aquí con la autorización del autor.

 

About Ignacio Muro

Economista. Miembro de Economistas Frente a la Crisis. Experto en modelos productivos y en transiciones digitales. Profesor honorario de comunicación en la Universidad Carlos III, especializado en nuevas estructuras mediáticas e industrias culturales. Fue Director gerente de Agencia EFE (1989-93). @imuroben

5 Comments

  1. ENRIQUE GONZALEZ CORTINA el enero 27, 2016 a las 9:39 pm

    Muy bueno el articulo lo comparto, en tan solo una década la pirámide población puede dar un giro copernicano, por no entiendo que en el 2008 se meta miedo de lo que va a ocurrir en el 2050. Comparto lo que expresa el autor de este articulo.

    • XH el febrero 23, 2016 a las 8:32 am

      Perdon?

      No nos acordamos aún cuando el progresismo papanatas vendió la burra de que los inmigrantes nos iban a pagar las pensiones?

      Que la generación del Baby Boom no vamos a cobrar las pensiones lo sabe hasta el conserje del Banco de España.

      El planteamiento por el cual la solución consiste en incrementar exponencial y continuamente los nuevos cotizantes al Fondo de Pensiones es Amazing de la muerte.

      Y eso como se hace? Haciendo políticas de natalidad? Continuando con las políticas de inmigración dejando entrar a todo el que quiera en España?

      Y como se les garantiza trabajo a los nuevos «españoles»(Propios o importados), si con tasas de natalidad muy bajas somos incapaces de darles un trabajo digno a las nuevas generaciones y han de buscarse la vida en el extranjero(Cotizando además en el extranjero, ojo).

      Basta ya de hacerse trampas al solitario. Un sistema de pensiones basado en la solidaridad intrageneracional es inviable, no a L/P, sino incluso a M/P. Implicaría un incremento continuado de la P.A Ocupada(Que no podemos garantizar ni de coña) y obligaría precisamente a aquello que la izquierda ecologista más anatemiza, el crecimiento económico-demográfico exponencial y continuo.

      Ambos supuestos son absolutamente inviables, así que la única solución «sostenible», esa palabra que tanto gusta en estos lares, es ir a un modelo de «capitalización». Si eso que no gusta nada en estos lares.

      Pero un modelo de capitalización, no desde el punto de vista de que cada pensionista tenga un seguro privado, sino desde el punto de vista que el Estado recupere una generación(Vía Presupuestos generales del Estado, no quedará otra), esa generación perdida en que se pagaron pensiones no con lo recaudado sino con lo que se estaba recaudando y se pase de un modelo de solidaridad intrageneracional y a un modelo de solidaridad intergeneracional.

      O sea, que cada generación se pague su propia pensión, sin que ello implique que cada uno tenga que recibir lo cotizado.

      Curiosamente, o no tanto, ese modelo es mucho más compatible con modelos de crecimiento económico 0, de menos sobrepoblación del planeta y tensión sobre los recursos naturales, de cierto ecologismo, que el disparate de ir incorporando exponencialmente cotizantes jóvenes para pagar las pensiones de los cotizantes viejos.

      Aparte de obviar otro tema. La Esperanza de vida cuando se implantan los sistemas de pensiones después de la segunda guerra mundial, no llegaba a los 65 años en la mayoría de los países. Ahora pasamos ampliamente de los 80’s en muchos de ellos. Eso con muchos menos años «activos», en parte por falta de trabajo, en parte pq hace falta prepararse mucho más para un mundo más tecnificado.

      Vamos que aparte de cambiar de modelo de reparto, habría tb que reconsiderar si este es sostenible sin la ayuda de los Presupuestos del Estado, o si las cotizaciones a la SS, por parte de los trabajadores(El de las empresas es ya muy alto en España, y como toda medida fiscal sin un acuerdo global no se podría tirar adelante).

      En definitiva, claro que tenemos un problema con las pensiones. Pero gordo como un camión.

      Negar eso, es casi más estúpido que los que negaban la burbuja inmobiliaria en el 2007.

  2. XH el febrero 25, 2016 a las 4:56 pm

    Hoy han dicho que al ritmo que llevamos en 3 años se acaba el Fondo de Pensiones y el Estado no podrá hacer frente a las mismas.

    Supongo que es propaganda PPera, pq seguro que eso tranquiliza a sus votantes pensionistas(La mayor parte de los que les aún les siguen votando).

  3. enrique rodriguez el marzo 16, 2016 a las 11:29 am

    El problema actual de las pensiones a corto plazo, se soluciona poniendo a trabajar a los 4 millones de personas que hoy día quieren hacerlo pero no pueden y pagándoles salarios dignos. Actualmente tenemos unos 9 millones de pensionistas y unos 17 millones de cotizantes, o sea una relación 1,9 de cotizantes por pensionista. eso es lo que origina el deficit actual y que se esté acabando la hucha de las pensiones. Pero si conseguimos poner a trabajar a los 4 millones de parados, estaremos ante 21 millones de cotizantes, o sea en una relación de 2,3 cotizantes por pensionista, lo cual acabaría con el problema del deficit y permitiría volver a llenar la hucha. Otra cosa es el problema a largo plazo, derivado de la mayor esperanza de vida de las personas. Ese es el problema que hay que afrontar a medio y largo plazo, probablemente con apoyo de los Presupuestos. Pero a corto plazo lo que se necesita es crear 4 millones de puestos de trabajo estable que arregalaría el problema actual y daría tiempo para preveer acciones futuras a largo plazo.

  4. Jose Luis el marzo 20, 2016 a las 11:21 pm

    Siempre interesante el tema de las pensiones. Se puede decir lo que se quiera, lo que está claro es que cuando el sistema de pensiones se concibió fue un sistema solidario en el cual los cotizantes podían soportar el pago de los perceptores. No obstante esto no ha cambiado y a medida que la pirámide poblacional se va invirtiendo lógicamente se produce el efecto contrario, pocos cotizantes y muchos perceptores. Dado que es un sistema que no capitaliza el dinero aportado por los cotizantes, sino que sale del bolsillo de los cotizantes y entra en el de los perceptores, es un dinero improductivo, algo que los fondos de pensiones privados no hacen. De todas formas, aunque los inicios del sistema de pensiones permitian lo que se hizo, el estado debería haber previsto el ir realizando un sistema mixto en el cual una parte de las cotizaciones pasaran a manos de los pensionistas y otra parte fuese capitalizando hasta llegar a un sistema de capitalización. El sistema actual es un sistema Ponzi, sin más y no le demos más vueltas. El dinero de los cotizantes no produce nada y se paga a unos con el dinero de los otros hasta que los cotizantes que se encuentran en la base, aquellos que se encuentran en el punto en el que la natalidad llegó a su máximo, años 60, llegan a jubilarse pero donde la pirámide poblacional se invierte, siendo los que más cotizaban a nivel numérico, ahora como pensionistas tambien son los que más necesitan por ser un número mayor. Cualquier sistema de estas características fuera del estado es considerado un fraude en toda regla, un sistema piramidal que paga a los que se encuentran en la parte superior de la pirámide y que deja en cueros a los que están en la base y además es un sistema ponzi porque paga a unos con el dinero de otros sin capitalizar nada en absoluto el dinero que se cotiza. UN FRAUDE A NIVEL INTERNACIONAL porque funciona así en la inmensa mayoría de países con sistemas de pensiones. Falta de previsión, falta de luces, falta de sentido común, falta de cordura, pero que el sistema de pensiones ya no está financiado sólamente con las cotizaciones de los trabajadores desde hace años es un hecho y a medida que avanzamos se necesitará más fnanciación por haber cada vez menos cotizantes. A quién vamos a reclamar lo que nos están robando? y no digo que sean los pensionistas, digo que es el estado el que nos está robando y cuando sea el día, que sin duda veremos y con la que está cayendo y la que caerá en el futuro con toda seguridad, tendremos que trabajar hasta que nos caigamos muertos en el curro. Afortunados los que han conocido la jubilación, a nosotros nos queda trabajar hasta morir, no se engañe nadie. Claro, siempre se pueden sacar de la mangaq un impuesto para complementar las pensiones, casi sería mejor que emitir deuda y llevar a todavía más al país a la bancarrota y empeñar más a las nuevas generaciones con una deuda que nunca podrán pagar. ES UNA VERGÜENZA pero nadie se ocupa de este tema porque es muy peliagudo. No se incluye nunca en ningún programa político, ni podemos habla de ello porque el tema se las trae.

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