Estrategias para ganar competitividad: innovar frente a reducir salarios

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Jorge Blazquez Lidoy (@BlazquezLidoy) es Doctor en Economía y miembro de Economistas Frente a la Crisis

El concepto de competitividad, cuando se habla de empresas, está bastante claro y se refiere a la capacidad para competir con éxito en el libre mercado. Una empresa competitiva será capaz de vender sus productos, obteniendo beneficio y, posiblemente, ganando cuota de mercado. Este concepto se ha extendido también a las naciones y todos hablamos de países más o menos competitivos, pero el concepto es mucho más difuso.

Esta idea de “la nación como una empresa”, a pesar de ser equivocada, es la que está detrás de la afirmación que “los salarios bajos nos hace más competitivos”. Los salarios más bajos en una determinada empresa dan una ventaja, a esa empresa en particular, para competir con más éxito en el mercado. Pero unos salarios más bajos en un país son reflejo de que algo no marcha bien.

Es difícil medir la competitividad de un país. No hay una métrica clara. Por ejemplo, la idea de que los países con superávit de balanza de pagos son “más competitivos” está muy extendida, pero es totalmente falsa. Un país en una crisis económica profunda tendrá superávit por cuenta corriente (por caída de las importaciones) y eso no tiene nada que ver con su nivel competitividad. Lo mismo ocurre con las exportaciones: exportar más –a nivel nacional- no implica necesariamente ser más competitivo

¿Cómo se mide la competitividad de un país?

Sin duda, el informe más conocido sobre la competitividad de los países es el llamado “Informe de Competitividad Global” realizado por el World Economic Forum. El informe analiza 12 aspectos diferentes, llamados “pilares”, sobre los que se asienta la competitividad de un país. Cada pilar, a su vez, tiene varios apartados, sumando en total 119 conceptos diferentes.

En primer lugar, tendríamos aquellos “pilares” que son la columna vertebral de la competitividad en los países poco desarrollados y que tienen que ver con los factores de producción: capital y trabajo. Estos pilares serían: 1. Las instituciones. 2. Las infraestructuras. 3. El entorno macroeconómico. 4. La sanidad y la educación primaria.

En segundo lugar, se analizan los “pilares” que sustentan la eficiencia económica de un país. Dicha eficiencia económica sería la base la competitividad de las economías de renta media, encontrándose en este grupo muchas economías emergentes. Estos pilares son: 5. La educación superior y la formación profesional. 6. El funcionamiento de los mercados de bienes. 7. El funcionamiento del mercado de trabajo. 8. El desarrollo de los mercados financieros. 9. La capacidad tecnológica. 10. El tamaño del mercado.

Finalmente, están los factores relacionados con la innovación y la sofisticación de la economía. Estos factores son la base de la competitividad de las economías más avanzadas, aquellas que deben progresar y crecer con proyectos e industrias innovadoras. En este grupo de países se encuentra España. Estos pilares son: 11. La sofisticación de los negocios. 12. La innovación.

Para el World Economic Forum estos 12 “pilares” son los que explican la competitividad de un país. En este sentido y de acuerdo al informe, las economías en el estadio de desarrollo que tiene España (innovation-driven stage) tienen salarios elevados y solo pueden competir con nuevos productos, nuevas tecnologías y procesos productivos y modelos de negocios sofisticados. La competitividad vía salarios no es la adecuada para países como España.

¿Es España una economía muy competitiva?

En el último informe y que se corresponde a 2013-2014, cuyo asesor jefe es el economista catalán Xavier Sala-i-Martín, España ocupa el lugar 35 de 148 países, en grupo de países en el que están Chile, Omán, Kuwait y Tailandia. La verdad es que el panorama es algo desolador.

De la Unión Europea, y encabezando el ranking, se encuentran Finlandia, Alemania, Holanda y el Reino Unido que ocupan la posición 3, 4, 8 y 10 respectivamente. Más alejados están Francia en la posición 23 e Italia en la 49. Entre los países en crisis, Grecia ocupa la posición 91 y Portugal, la 51.

Lo cierto es que España está estancada en esos niveles desde hace varios años. En el informe de 2011-2012 España ocupó la posición 36. En 2012-13 repitió ese mismo lugar. Ahora se sitúa en el lugar 35.

La Ilustración muestra la posición que ocupa España en cada uno de los 12 pilares y se compara con la de Alemania. A simple vista se observa en qué pilares de la competitividad tenemos problemas serios: 1. Las instituciones. 3. El entorno macroeconómico. 6. El funcionamiento de los mercados de bienes. 7. El funcionamiento del mercado de trabajo. 8. El funcionamiento de los mercados financieros.

El propio informe destaca que, además, las empresas españolas tienen problemas “de acceso al crédito (puesto 138) o a otras formas de financiación, tales como el mercado bursátil (puesto 101) o capital riesgo (puesto 105). Además, la reducción de los presupuestos público y privado para investigación e innovación pueden dañar la capacidad de las firmas para innovar y contribuir a transformación económica del país”.

competitividad

Por supuesto, se puede argumentar que este tipo de informes se basa en una métrica subjetiva y depende, al final, de la opinión de un grupo de expertos. Sin embargo y a pesar de no ser perfecta, ofrece una idea de las debilidades y fortalezas de una economía.

Y, dado este contexto, ¿dónde se enmarcan las actuales políticas de devaluación salarial, tan del gusto del actual Gobierno? Pues bien en el informe se asocian a países pobres como Bangladesh, Chad, India, Nepal o Uganda por citar algunos nombres. En particular, para este tipo de países dice: “las empresas compiten en base a precio y venden productos básicos o materias primas, viéndose su baja productividad  reflejada en unos salarios bajos”.

Sin embargo, España -por su alto nivel de desarrollo- debe hacer un esfuerzo en aquellas políticas que ayudan a aumentar la  innovación y sofisticación de nuestro tejido productivo. Pero este tipo de políticas, si acaso, brillan por su ausencia.

16 Comments

  1. Francico Javier Braña el octubre 22, 2013 a las 11:26 am

    Conviene recordar que este informe esta hecho a imagen y semejanza de la economía y las instituciones de Estados Unidos, que detrás está la economía neo-clásica en su versión más extrema (véase y no es un argumento ad hominen, quién es el asesor jefe) y, por poner un solo ejemplo, sino recuerdo mal el indicador del funcionamiento del mercado labnoral es mejor cuanto más desregulado esté.

    • Jorge Blazquez el octubre 22, 2013 a las 8:26 pm

      Gracias por el comentario. Es cierto que el informe, al final tiene determinados «a priori» y que los rankings y puntuaciones tienen un componente de subjetividad importante.

      Sin embargo, el punto clave es que la competitividad depende de muchas más cosas que los salarios. Y que más bien al contrario, el informe sugiere que los países desarrollados deben aprender a competir con salarios elevados.

      Nuestras armas son la innovación y los negocios sofisticados, no vender más barato.

  2. victor el octubre 22, 2013 a las 12:00 pm

    Realmente estoy completamente de acuerdo en lo inadecuado del enfoque que se da a la competitividad en España. Indudablemente la competitividad en precios no es adecuada y la llamada deflación interna, basada fundamentalmente en recorte de salarios no se ha traducido en recorte de precios (IPC) o de exportación (IPRIX) en la medida que debiera, falseando esa hipotética competitividad vía precios, quizá debido al incremento de costes energéticos, financieros, etc…, cuando además las exportaciones se vienen incrementando desde finales del 2008.
    Indudablemente la competitividad debe basarse en la Inversión en I+D, su volumen y su eficacia. Me he atrevido a hacer un pequeño estudio, espero que podais disculpar mi atrevimiento, relacionando la inversión en I+D con el número de patentes y el coste de cada patente, , que los interesados podeis ver aquí: http://golpedefecto.blogspot.com.es/2013/10/analisis-comparativo-de-la-inversion-en.html#more

    • Jorge Blazquez el octubre 22, 2013 a las 8:36 pm

      Hola Victor.

      Gracias por leer el articulo y los comentarios. Me he leído tu entrada en el blog y me ha gustado mucho. Hay datos muy interesantes. Me llama mucho la atención que, además, de invertir poco, los resultados son malos. El coste de cada patente en España es muy alto si se compara con el de Alemania, por ejemplo.

      El tema del I+D es fascinante y tu te enfocas en algo que es complicado de resolver: la eficiencia del gasto. La mayoría de los «policy makers» (si digo politicos igual se entiende peor) se centran en la cantidad invertida. Tu vas a los resultados obtenidos. Y aqui los resultados son pobres.

      Enhorabuena otra vez.

      • Victor el octubre 22, 2013 a las 11:42 pm

        Muchas gracias por tu comentario y por tu post.

  3. mussoo el octubre 22, 2013 a las 5:07 pm

    Comparto la impresión del primer comentario. Estos rankings tanto de competividad o el de universidades son muy parciales y reflejan mas una serie de prejuicios neoliberales… simplemente no son creibles.

    • Jorge Blazquez el octubre 22, 2013 a las 8:47 pm

      Gracias por leeter el articulo.
      Estoy de acuerdo que la métrica es subjetiva. Sin duda. Pero la clave del informe es que la competitividad depende de muchas más cosas que los salarios.

      El informe sugiere que los países como España tienen salarios elevados y que buscar mejorar la competitividad a base de bajar salarios es apuesta perdedora

  4. Gustavo Medina el octubre 22, 2013 a las 5:41 pm

    interesante artículo de jorge… mañana mismo lo comentaré con mis alumnos…también los comentarios al mismo. Gracias por esta aportación

    • Jorge Blazquez el octubre 22, 2013 a las 8:40 pm

      Gracias Gustavo.
      Te agradezco que te hayas leido el articulo.
      No tortures demasiado a tus alumnos.
      un fuerte saludo

  5. Julián el octubre 23, 2013 a las 6:10 pm

    Independientemente de la subjetividad, que siempre existe, es de agradecer que se reflejen todos aquellos otros factores, diríamos complementarios y de menor peso específico, si se quiere,que intervienen en el proceso además de capital y trabajo tradicionales, contribuyendo a la mejora del bien o servicio de una manera simplista, pues cada bien o servicio requiere distinta proporción de factores.
    El Artículo merece todos mis respetos también por la forma didáctica de abordar el tema.saludos

    • Jorge Blazquez el octubre 23, 2013 a las 9:40 pm

      Gracias por comentario, Julian
      Me alegra que te haya parecido didáctico

  6. Ramón R. el octubre 24, 2013 a las 12:50 pm

    Reducción salarial en el sector público: La reducción salarial continuada que se viene produciendo de los funcionarios y resto de empleados públicos, cuya última manifestación está en el proyecto de P G E para 2014, es absolutamente contraproducente para la gestión del sector público y por tanto para el conjunto de la economía. Solo desde una visión miope de la economía se puede pensar que desbaratar el sector público favorece al sector privado. Al contrario, para que el sector privado de la economía funcione a pleno rendimiento es necesario un sector público fuerte (infraestructuras, educación, sanidad, justicia, administración, hacienda, servicios sociales, seguridad social) y bien gestionado. Lo contrario de lo que se consigue con la estrategia de debilitamiento del sector público que está detrás de las sucesivas bajadas de los sueldos públicos. No creo que el sector privado se haga más competitivo cuando lo público se deteriora. Al contrario, la competitividad debe venir de un esfuerzo inversor por su parte en i+d, mejorar su tecnología, sus procesos, la productividad de sus empleados, la reducción de sus costes operativos.

    • Jorge Blazquez el octubre 24, 2013 a las 4:07 pm

      Gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo. La calidad institucional y un buen funcionamiento de los servicios públicos hace más competitiva a la economía privada.

      Hay bastante consenso entre los economistas que las infraestructuras, la educación, la sanidad, le I+D mejoran la productividad y la competitividad de nuestras empresas.

      Y no es cierto que lo público, por el simple hecho de ser público, funcione mal.

      Un saludo

  7. Pedro García Larragan el octubre 24, 2013 a las 2:21 pm

    Interesantísimos el foro y la iniciativa. Como periodista, me gusta aprender de gente como vosotros. Y reconozco que entre las numerosas dudas que me genera esta crisis, tengo una que tiene que ver con lo planteado en este artículo. Vivo en Euskadi, y soy consciente de la importancia de la I+D+I, entre otras cosas, porque es algo que la industria vasca tiene claro desde hace tiempo. Y como sabéis, la industria es el principal pilar de nuestra economía (el 25% de nuestro PIB aprox, algo que explica nuestro ‘menor’ índice de paro, un 15’8% según última EPA publicada hoy mismo). También es verdad que la ‘traducción a patentes’ y a la economía real del gasto público en innovación (según últimos datos del eustat un 2’01% del PIB) es todavía una asignatura pendiente. Pero, más allá de eso, y dando por bueno que no se trata tanto de rebaja de salarios como de innovación y valor añadido (el gobierno vasco habla de una necesaria nueva revolución industrial en Euskadi a la que bautiza como ‘manufactura avanzada’) mi pregunta es: -sabiendo que el retorno de esa innovación tardará bastantes años, ¿no tiene lógica contener salarios para salir HOY de la crisis? Y digo contener, no rebajar a lo bestia. Y ya puestos, otra pregunta: igual estoy equivocado, pero ¿no decía el propio Keynes que en época de crisis es también necesario rebajar salarios? La empresa tiene que sobrevivir HOY y no puede esperar a un cambio en el modelo productivo que puede tardar 20 años…a pesar de que, insisto, ése es el camino que hay empezar a recorrer. En resumen: ¿cómo evita una empresa quebrar HOY? Enhorabuena por la iniciativa. Un abrazo

    • Jorge Blazquez el octubre 24, 2013 a las 4:21 pm

      Hola y gracias por el comentario.

      Como buena parte de los economistas se tiende a confundir el buen comportamiento empresarial con la macroeconomía.

      En España, 500 empresas concentran alrededor de 60% del total de las exportaciones de bienes. El resto de empresas (creo que se estima que hay alrededor de 3 millones -perdona el error si estoy equivocado-) están orientadas al mercado doméstico.

      Para las empresas que venden productos que no son comercializables, la bajada generalizada de salarios no solo no mejora su competitividad relativa (todas ellas mejoran a la vez y por el mismo motivo). Pueden mejorar su márgenes empresariales si la caída da los salarios no afecta al consumo privado, pero es algo dudoso. Lo normal es que con la caída de los salarios se reduzca el consumo privado y, por tanto, la demanda de estas empresas.

      Logicamente si tu mercado es el mercado exterior, los salarios más bajos te hacen más competitivo frente a la competencia internacional.

  8. esbamaanuel el octubre 25, 2013 a las 6:57 pm

    Estem lluitant per una premsa lliure, independent i honesta… serà el lloc?

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