La economía que ¿no existe?

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Jaime Bravo es estudiante y editor de Beneficio Marginal 

Con la llegada de Internet y con la absoluta globalización de los mercados (fenómeno por el cual las individualidades empiezan a estar a un lado; la interdependencia de los mercados financieros se hace más evidente y posible), la economía “tradicional” debía evolucionar, cambiar; el hecho económico más relevante es la aparición del dinero en la sombra, o el dinero paralelo. No debemos confundir economía a la sombra (SBS, por sus siglas en inglés) con economía sumergida: la primera es, a día de hoy, legal y la segunda no. La teoría económica nos dice que todo consumidor racional es aquel que tiene acceso a las mayores fuentes de información. En la época digital, el acceso a información es cada vez más necesaria. Sin embargo, los mercados financieros se han visto sacudidos por este nuevo fenómeno. La Banca en la Sombra se ha hecho cada vez más fuerte y más poderosa. El ejemplo más claro lo tenemos en crisis de 2008. (Principalmente provocada por la especulación de productos financieros con alto riesgo como son los derivados o las permutas de incumplimiento crediticio de las que hablaremos más adelante). Pero no es la única situación. A día de hoy, lo mismo que nos trajo hasta aquí sigue estando permitido. Porque después de la caída de Lehman Brothers y del rescate de AIG, Freddie Mac y Fanny Mae por parte del Gobierno de Estados Unidos, las entidades financieras han seguido emitiendo productos con un riesgo considerable. La realidad es que parece que, simplemente, no hemos aprendido nada. El aumento del apoyo financiero a la banca no se ejemplifica correctamente: los bancos alemanes están empezando a poseer posibilidad de riesgo. Esto no lo digo yo, lo dice Moody’s. Efectivamente, el auge de la banca a la sombra, la banca paralela está siendo muy real. Pero, ¿por qué?

Too big to fail (Demasiado grande como para caer)

En 1984, el Congresista Republicano americano Stewart Brett McKinney afirmó, en una discusión en la Federal Deposit Insurance Corporation sobre la intervención del Continental Illinois National Bank and Trust Company que éste era “too big to fail” o, como ya había usado la prensa anteriormente, demasiado grande como para poder caer. De hecho, el Continental cayó debido a problemas con los créditos que entregaba. En mayo de 1984, el Continental se declaró insolvente por la cantidad de malos créditos (o créditos dudosos) que había entregado. Pero la aplicación del too big to fail no solo (por desgracia) se puede aplicar a la historia económica (incluso si es una historia tan reciente como la de 1984). A día de hoy, hay entidades que se han convertido a esta tendencia y, muchas de ellas, todavía andan buscando esa ansiada posición. ¿La razón? Porque cuando una entidad financiera con tanto poder tiene atisbo de caer, el Estado se ve en la necesidad de tener que inyectarle dinero público (lo que a su vez, causará un aumento de la deuda nominal de dicho país en perjuicio del interés general de la ciudadanía. Un dato importante del por qué de muchos rescates es la enorme exposición de familias y empresas a dicho banco. La gente, irritada por el too big to fail (en adelante, TBTF) empezó a llevar a cabo protestas con el lema too big to allow. La tendencia económica de entidades financieras como Lehman Brothers, uno de los bancos de inversión insignia se convirtió en un TBTF claro. Pero ¿por qué se tuvieron que permitir situaciones como esta? ¿Alguien realmente lo entiende o lo comprende? ¿Cómo se llegaron a este tipo de situaciones? ¿Quién lo permitió? ¿Por qué?

Sin reservas… reales

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Este gráfico indica cómo, a finales de 2008, la banca en la sombra (aquellas emisiones de capital no efectuadas por intermediarios no bancarios) superó por primera vez a la que realmente había existido siempre: la banca tradicional. Pero ahora quizá el lector se pregunte qué problema hay en esto: al fin y al cabo, si esas fluctuaciones eran hechas con dinero consentido, ¿qué problema podría existir? Aparentemente esta es una pregunta razonable. Pero, si le digo que los bancos de inversión y los bancos tradicionales se unieron (es decir, los bancos tradicionales son también de inversión) ¿qué le parece? Si la banca en la sombra funcionaba de esta forma era porque realmente algo estaba cambiando en la banca. Los mercados financieros empezaban a dejar de estar regidos por las reglas “de-siempre” para tomar otras totalmente nuevas. El problema es que los bancos y otras entidades financieras (como las que veremos inmediatamente) se dedicaban a especular con el dinero de sus clientes. Pero no lo hacían con el dinero real. Veamos cómo funciona. Cuando alguien decide ingresar dinero en su banco, probablemente no se persone allí con un fajo de billetes: todas las acciones se realizan mediante dinero que no es real. Ahora bien, esto no significa que no exista: ese dinero no es palpable. Sigue teniendo la misma validez que el tradicional solo que no lo podemos tocar. Los bancos juegan a “evitar la política del miedo; o el terror de los mercados”. Esa política del miedo es muy famosa porque se dio durante la Gran Depresión. Los Bancos no tienen todas las reservas de dinero de sus clientes. Esto es, ningún banco tiene una enorme caja fuerte con todos los activos de sus clientes. Tiene una cantidad que utiliza para el día a día. Esto no significa que su dinero no exista, sino que los bancos quieren poseer más dinero paralelo.

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Este gráfico nos muestra la cantidad de reservas reales que tenían los bancos en 1987 en 2007. Por supuesto, la tendencia se iba incrementando: mientras aumentaban los activos financieros adquiridos, las reservas de dinero (real) disminuían. La tendencia ha seguido creciendo. Los bancos cada vez colocan más activos pero no conceden nuevos préstamos. Esto no es tanto un reproche sino una anotación.

El truco de magia que usan los Hedge Funds

Un Hedge Fund se puede traducir al castellano como un Fondo de Inversión Libre. Un Hedge Fund es una cartera de valores que usa distintos métodos para esperar un retorno de la inversión bastante amplio. Para ello, se centran en un análisis exhaustivo del mercado en el que se están introduciendo y, como decíamos antes, determinadas estrategias de mercado (pueden ser importantes los shorts, los longs etc…) Los Hedge Funds han sido sometidos en muchas ocasiones a un bombardeo constante por parte de determinados sectores por la forma en la que ejecutan sus operaciones. De una forma u otra los Hedge Funds han venido experimentando un aumento asombroso de los activos  adquiridos y de los recursos captados   desde que empezó la crisis e incluso antes de ella. El siguiente gráfico lo demuestra

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Muchos de ellos han demostrado poseer una rentabilidad asombrosa durante un tiempo sostenido de tiempo. El año en el que estalló la crisis, en 2008, prácticamente tuvieron un beneficio de dos mil millones de dólares. Todo el dinero movido allí era dinero basado en esa economía paralela o en la sombra. Era dinero que formalmente  no existía. Era dinero usado por determinados traders con un fin determinado. George Soros, por ejemplo, decidió hundir el banco de Inglaterra comprando una ingente cantidad de libras a su banco central. James Harris Simmons fundó ‘Renaissance Technologies’ y acabó con una fortuna de unos 10,6 billones de dólares. Paulson, se hizo millonario vendiendo y apostando contra hipotecas basura en 2007 e hizo 3,7 billones de dólares solo durante ese año. Especuló contra ‘Bank of America’ y Citigroup entre otros. Griffin es el CEO de Citadel LLC una firma de inversiones. Su fortuna es de aproximadamente 3 billones de dólares. Falcone es el fundador de Harbinger Capital. Es conocido como el ‘terror español’ porque se dedicó a atacar a nuestro mercado. Ahora, posee 2,2 billones de dólares como fortuna personal.

La historia sigue llena de estas situaciones. Que sea lícito o no no me corresponde decirlo a mí. Eso, es algo que debe quedar al juicio de cada uno. Al juicio, de cada lector.

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