Razones para el escepticismo económico en 2014

Share

Jorge Blázquez Lidoy (@BlazquezLidoy) es Doctor en Economía y miembro de Economistas Frente a la Crisis

Comienzo por aclarar que no creo que la mayor virtud de los economistas sea hacer previsiones económicas. Creo que los economistas nos parecemos más a los médicos que a los físicos o a los matemáticos. Podemos decir razonadamente si una economía parece sana o enferma, pero somos incapaces de saber con certeza si vamos a caer en recesión o a crecer con fuerza.

Las previsiones de crecimiento económico para 2014 se mueven en un rango entre 0,5% y 1,1% (según el Panel de Previsiones de la Economía Española que elabora Funcas). En 2013 el PIB cayó alrededor del 1,3%.

No voy a entrar en una discusión numérica sobre si 0,5% es mucho o poco, pero voy a exponer los argumento por los que pienso que 2014 seguirá siendo un mal año en términos económicos.

1. Una crisis mal diagnosticada y con un receta equivocada.

Las anteriores recesiones en la economía española han sido relativamente cortas. Las recesiones de 1975, 1978 y 1992 se dejaron atrás en un periodo de tiempo que fue de 4 a 7 trimestres. En ese periodo la economía retomó los niveles de actividad previos a la crisis.

En esta ocasión llevamos ya 24 trimestres seguidos por debajo del máximo PIB, alcanzado en el primer trimestre de 2008. De hecho, el nivel de actividad actual está un 7,4% por debajo de citado máximo. Según las estimaciones de crecimiento que se manejan actualmente, no es probable que recuperemos el PIB de 2008 hasta el año 2020. La crisis habría durado la increíble cifra de 12 años.

evolucion PIB recesiones

Tan desastrosa situación solo es posible porque la crisis se ha diagnosticado mal y se le han aplicado recetas equivocadas. No quiero abundar en esta idea, pero una crisis similar en Estados Unidos se ha gestionado con mucho mayor éxito en términos de actividad.

Yo no anticipo un cambio de política económica a nivel europeo, ni por parte de los gobiernos ni del Banco Central Europeo. Por lo tanto, creo que en 2014 la política económica seguirá siguiendo la misma que nos ha traído hasta aquí.

Lo que sí ha quedado demostrado es que idea de la “austeridad expansiva” era complemente absurda.

2. Las austeridad, receta mágica para salir de la crisis, no funciona.

Para evaluar con justicia la política de austeridad hay que analizar si ha servido para controlar la dinámica explosiva de la deuda pública. Para eso sirve exactamente la política de austeridad: para controlar las cuentas públicas. Pero lo cierto es que entre el periodo del “despilfarro” del anterior Gobierno y la “austeridad a rajatabla” del actual, no se observa diferencia alguna en términos de crecimiento de la deuda pública. Aunque el déficit público se reducido en 2013, la deuda sigue creciendo a ritmos similares. Imagino que debe ser descorazonador para los ejecutores de las llamadas “políticas de la austeridad”, con gran coste social, ver que sus resultados han sido, en el mejor de los casos, cuestionables.

Incremento Deuda Publica

La deuda pública empezó a crecer con fuerza en el penúltimo trimestre de 2008. Desde dicha fecha, la deuda ha venido creciendo en promedio alrededor de €25.000 millones al trimestre, tanto con el Gobierno de Zapatero como con el Rajoy. El problema es que esta dinámica de la deuda es explosiva. Explosiva en términos técnicos y, por tanto, insostenible a medio plazo. De forma gruesa, la deuda está creciendo 10 puntos de PIB al año.

previsiones deuda publica

Solo hay dos formas de hacer la deuda sostenible: O aumentar el crecimiento nominal del PIB o hacer nuevos ajustes fiscales. Y, dado que estamos con un crecimiento nominal del PIB en torno a cero –en parte por la llamada política de deflación competitiva-, nuevos ajustes fiscales son inevitables. Habrá que subir los impuestos o reducir los gastos, otra vez.

Desde mi punto de vista, el proceso de ajuste fiscal no ha terminado aún y se pondrán en marcha nuevas medidas contractivas. La pregunta es, por tanto, ¿cuándo?

3. El sistema financiero sigue enfermo

Fusiones de cajas, Banco Malo, recapitalizaciones, FROB, recate astronómico de Bankia, preferentes escandalosas, ventas de bancos con pérdidas millonarias,  etc. El sistema financiero español ha estado en el epicentro de nuestra crisis económica y lo sigue estando. En 5 años hemos pasado del “tenemos el sistema financiero más sólido” de 2008 al “carpetazo” al recate del sistema financiero dado por el Eurogrupo  en noviembre de 2013. Según la versión oficial, la crisis bancaria se ha dejado atrás. Sin embargo, la realidad me hace poner en duda esta versión.

La mora del sistema bancario sigue en cifras astronómicas. La mora se acerca al 13%, lo que supera por mucho cualquier cifra anterior. No hay registro histórico que se le acerque. Además, no da muestras de reducirse, más bien todo lo contario. Trimestre tras trimestre supera records. No hace falta ser un experto para darse cuenta que el sistema sigue muy enfermo.

mora

Y, por supuesto, un sistema financiero enfermo (o con una tasa de mora del 13%) no está en condiciones de abrir el grifo del crédito. Simplemente no puede asumir ningún riesgo más. De hecho, el crédito a familias y empresas se ha contraído un 20% desde los niveles máximos de 2010.

Sin embargo, no es esto lo más preocupante. Lo que más llama la atención es que el ritmo de contracción del crédito se está acelerando. Según la información del Banco de España desde junio de 2013 el crédito se reduce a un ritmo aproximado del 13% anual.

lending2 Lending1

Con este panorama bancario es difícil pensar que la inversión vaya a recuperarse. Y del crédito al consumo, ni hablemos. Mi percepción es que solo las grandes empresas, con llegada a los mercados internacionales, van a tener acceso al crédito. Y eso deja fuera a casi todo nuestro tejido productivo.

4. La “deflación competitiva” es solo deflación.

La deflación competitiva es un proceso extremadamente lento y que no está claro que esté ocurriendo. Ganar competitividad vía baja inflación en la zona euro, donde la inflación ahora está en el 0,9% es casi imposible. A modo de ejemplo, la inflación media en los últimos 12 meses en España ha sido el 1,8% frente al 1,7% en Alemania. Ganar competitividad vía moderación salarial no parece posible en la Eurozona.

De hecho, el nivel de competitividad de nuestro país está estancado desde 2010. Ni hemos ganado ni perdido competitividad de forma relevante. Eso es muy diferente a lo que pasó desde 2002 hasta 2009, cuando la permanente apreciación del euro nos hizo perder competitividad a pasos agigantados. Y es que la clave de nuestra competitividad está en el tipo de cambio.

competitividad

Como se observa en el gráfico, la competitividad de la economía española está determinada, en buena parte, por la evolución del tipo de cambio. De hecho y desde 2002 –fecha de puesta en circulación de monedas y billetes de euro- nuestra divisa se ha apreciado un 55% respecto al dólar. El euro es una moneda extraordinariamente apreciada para las necesidades de la economía española. Pero aquí nos volvemos a encontrar con una política europea que no va a cambiar. A modo de ejemplo, el euro se ha apreciado en 2013 un 2% frente a la libra esterlina, un 4% frente al dólar, y un 21% frente al yen japonés.

5. Las exportaciones van bien, pero no son el “tractor” de la economía

El slogan del la primera parte del 2013 fue que nuestras exportaciones nos iban a sacar de la crisis. Ahora, ese discurso ha desaparecido. Los datos de exportaciones de bienes son muy volátiles y suelen jugar malas pasadas. Los buenos datos de la primera parte de 2013 se ha visto compensado con una segunda parte del año mediocre o incluso mala.

Pero esto era lo normal. Para que nuestras exportaciones crezcan con fuerza es necesario que nuestros socios europeos crezcan también con fuerza. A ellos van destinadas el 62% de nuestras exportaciones. Pero en 2013 la zona Euro estuvo en recesión (-0,4%) y la Unión Europea en su conjunto se estancó. Para este año se espera un pequeña recuperación del crecimiento. La Zona Euro crecerá un 1,0% y la UE, un 1,2%. Seguramente veamos cifras de exportaciones mejores, pero muy lejos de ser el motor que España necesita.

De hecho, un dato especialmente preocupante de las exportaciones de bienes es que no parecen ser capaces de tirar del sector industrial. No son un sector “tractor”. Las exportaciones en los tres últimos años (octubre de 2013 frente a octubre de 2010) han crecido un 16%, pero la producción industrial ha caído un 10%. Históricamente esto no había sido así. Siempre que las exportaciones habían crecido entre 5 y 10%, la producción industrial había mostrado crecimiento positivo. Pero ahora hay un evidente desacople entre ambas variables. Así, en 2011 las exportaciones crecieron 10,1% y la producción industrial cayó un 1,6%. Y en lo que llevamos de 2013 las exportaciones han crecido un 4,2% y la producción de la industrial ha caído un 3,2%.

relación IPI EXP

Estoy seguro que este fenómeno de desacople de ambas series, que dura ya 3 años, es transitorio, pero no sabemos cuánto tiempo más va a durar.

6. No parece posible una recuperación del empleo, ni del consumo privado.

Las declaraciones más recientes del Gobierno sobre el empleo son que espera creación neta del mismo.

Desde que se inició la crisis en 2008, la destrucción de empleo ha venido acompañada de un fuerte crecimiento de la productividad aparente del trabajo. Desde 2009 el empleo se ha destruido a un ritmo medio anual del 3,7% y, por su parte, la productividad ha crecido en promedio un 2,3%. Con las cifras que se manejan actualmente, el año 2013 no fue muy diferente. En 2013 se destruyó un 3,2% del total del empleo y la productividad creció un 1,9%. En este sentido no parece que la reforma laboral haya tenido efectos significativos conteniendo la destrucción de empleo.

empleo

En resumen, desde 2007 España ha destruido 3,6 millones de empleo, pero cada trabajador es un 16% más productivo.

Los previsiones actuales son que España crezca un 0,8% (media de las previsiones). Con dicho crecimiento, y de acuerdo al comportamiento histórico de nuestro mercado de trabajo en los últimos 30 años, el empleo debería volver a caer alrededor de otro 0,8%, lo que equivale a destruir 500 mil empleos a tiempo completo.

Sin embargo, el Gobierno dice que en 2014 se creará algo de empleo, aunque ligeramente. A menos que el crecimiento supere en 2014 el 1,5%, yo no veo este pronóstico razonable (a menos que la reforma laboral “destruya” productividad). Existe otra alternativa y es que el Gobierno cuente “cabezas” y no puestos de trabajo. Es decir, podría crecer el número de personas empleadas, pero reducirse el número de puestos de trabajo equivalentes. O si se quiere más empleo precario y a tiempo parcial y menos empleo a jornada completa. Pero esto es hacerse trampas en el solitario macroeconómico.

Para concluir, en 2014 se volverá a destruir empleo en términos equivalentes. Y dado que los salarios van a seguir presionados a la baja, el consumo seguirá deprimido este año.

Conclusión

El 2014 será mejor en términos macroeconómicos que 2013, pero no creo sea el año de la recuperación. De hecho, llegamos a este año básicamente con los mismos problemas que en 2012. Quizás donde más se haya avanzado es en la corrección del saldo exterior. El año 2013 se cierra con un superávit por cuenta corriente (alrededor del 1,4% del PIB), lo que no ocurría desde 1986. Pero la deuda externa aún sigue pesando como una losa. Se estima que la deuda externa bruta en 2013 fue el 163% del PIB frente al 168% de 2012.

Mi principal preocupación es que seguimos sin modelo económico alternativo. Más allá de los recortes sociales, las reformas “liberalizadoras”, las privatizaciones, los rescates de empresas quebradas y los aumentos de tasas públicas no se sabe a dónde se quiere ir. El famoso cambio de modelo sigue sin aparecer por ningún lado. Hemos pasado del “ladrillo” a la nada. Ha desaparecido el sector construcción, pero nada lo ha remplazado. A modo de ilustración, la producción de nuestra industria se ha hundido un apabullante 30% desde 2007. El único sector que ofrece señales positivas es el turismo. Pero no es una palanca con suficiente potencia como para sacarnos de la crisis.

Creo que las 6 razones que he presentado nos obligan a ser escépticos respecto de 2014. Ojalá me equivoque.

22 Comments

  1. jomule el enero 5, 2014 a las 9:04 pm

    Impecable, y lo triste es, como dice, que hemos pasado del ladrillo a la nada. Le invito a leer mi post titulado «y, en 2014, qué?». Coincidimos totalmente. Saludos

    • Jorge Blazquez el enero 6, 2014 a las 12:35 pm

      Gracias. me alegro que te haya gustado

  2. econometria el enero 6, 2014 a las 12:20 am

    Reblogged this on Otra economia.

  3. Ignacio Muro Benayas el enero 6, 2014 a las 1:25 am

    Extraordinario y bien expuesto análisis de coyuntura que dice mucho más del futuro de lo que quiere decir. Aunque Jorge arranca con prudencia sobre las limitaciones predictivas de los economistas, afirmando que «somos incapaces de saber con certeza si vamos a caer en recesión o a crecer con fuerza», creo que de su análisis se obtienen los vectores que perfilan un tipo de salida de la crisis y un modelo económico para los próximos años. La devaluación salarial y el descenso de la renta familiar se llevará hasta el límite, también prolongando los ajustes fiscales y las subidas de precios de los servicios básicos, se confiará en captar capital exterior y se ofrecerá como activo principal una fuerza de trabajo capacitada, barata y sin derechos capaz de atender demandas diversas. La demanda interna no podrá crecer vía consumo y la recuperación productiva no será una realidad consolidada en muchos años, con repuntes suaves y recaídas repetidas. ¿No es acaso un dibujo preciso del «modelo español» de salida de la crisis?

    • Jorge Blazquez el enero 6, 2014 a las 12:38 pm

      Muchas gracias Ignacio.

      Soy prudente porque soy de los que me equivoqué en 2009 y creí que esta crisis iba ser como la del 92. Y que en 1 o 2 años íbamos estar fuera.

      Me gustan mucho tus comentarios. Un abrazo

  4. Alejandro el enero 7, 2014 a las 9:25 am

    Buenas.

    Excelente artículo. Sólo quisiera añadir una observación más a uno de los puntos, el 6, sobre la creación de empleo. Me parece que no ha incluido la variable de la disminución geográfica. Ahora que cada vez más nacionales son móviles exteriormente, como diría la persona al cargo del Ministerio de Empleo (un Ministro es alguien capaz de llevar un Ministerio, y el resto es cualquier cosa, de ahí mi denominación), por simple matemática y estadística no hemos sobrepasado los seis millones de parados. De no haberse ido toda esa gente, ¿cómo estaría el patio?

    Es una variable muy a tener en cuenta, ¿sería posible un replanteamiento del punto 6?

    Un saludo.

    • Alejandro el enero 7, 2014 a las 9:26 am

      Geográfica… DEMOGRÁFICA quería decir. DEMOgrafía. En fin.

  5. Jose D. Rosello el enero 7, 2014 a las 2:08 pm

    Me parece un analisis realista y equilibrado.Nada que añadir en lo relevante salvo alguna observación muy periferica:
    -Sobre la competitividad, variable elusiva por ser dificil de definir exactamente, y, por tanto, con bastante variedad en los indicadores que la miden, dando lugar a veces a diagnosticos contradictorios:
    A pesar de la evolución del tipo de cambio, la economia española, mirando a la cuota de mercado mundial que tenian las exportaciones de bienes, no se desempeño mal en general en el quinquenio anterior a la crisis. Mientras la mayor parte de las economias grandes veia como se deterioraba, solo Alemania y en menor media Holanda»aguantaron bien» la irrupcion de China en el comercio mundial, Francia,Reino Unido, Italia, Estados Unidos si sufrieron severas perdidas de cuota. España se mantuvo, si bien en una cuota mas bien pequeña.Nunca hemos sido una potencia exportadora pero tampoco hemos sufrido un acusado deterioro.
    -Sobre los modelos alternativos de crecimiento.
    Aun imaginando que estuviesemos en una situación sin crisis. ¿Hay margen de maniobra para impulsar cambios en el tejido productivo desde la actuación pública?.
    La pertenencia a la Unión Europea acota estrechamente la participación del Sector Publico en el entramado económico. No se pueden crear corporaciones gigantes de la nada (un poco a la manera China, por ejemplo). Solo se contemplan actuaciones desde el marco del incentivo fiscal o el regulatorio, y este parece tener una influencia limitada. Por ejemplo,
    a pesar de tener durante años el regimen fiscal mas beneficoso para la I+D que existia en Europa, no se observaron cambios significativos en esta. Ni siquiera cuando durante los años previos a la crisis, se incrementase enormemente la dotación de recursos públicos en esta dirección.
    Los cambios de modelo parece, vista la experiencia de los ultimos años, ser algo que se constate pasado el tiempo, mas que algo que se pueda impulsar, y con todo, debemos andar con reservas. Recuerdese como, previo al crash Islandia o Irlanda («el tigre celta» se le llegó a llamar) eran citados incesantemente como modelos a imitar.

    • Jorge Blazquez el enero 8, 2014 a las 9:18 am

      Gracias por los comentarios José Domingo.

      Lo cierto es que es una de las cosas que más ha llamado la atención es el hecho de no haber perdido cuota de mercado de las exportaciones mundiales. Pero no tengo respuesta para eso.

      Respecto a la política industrial. Es verdad que no se puede replicar el modelo chino, pero se pueden hacer cosas. En Estados Unidos y en Reino Unido hace años se ha apostado una reindustrialización del país. Ambos países han creado comités de expertos y están apostando por aquellas industrias con más futuro. Creo que uno de nuestros problemas es que no tenemos un modelo industrial claro.

      Un saludo.

  6. Jorge Ĺlanos el enero 7, 2014 a las 3:01 pm

    Le felicito por su análisis con el coincido en gran medida. Muy interesante el dato del desacople entre la producción industrial y las exportaciones. Está claro que sin la capacidad de modificar el tipo de cambio y siendo la zona euro el lugar natural de crecimiento nuestras expectativas no son halagüeñas porque el crecimiento esperado, si finalmente se materializa, será muy débil. La mejora de la prima con la entrada de dinero fresco de inversores extranjeros a muy corto plazo no parece que sea por la mejora de nuestros fundamentales, en especial la exponencialmente creciente deuda pública, sino la huida de los mercados emergentes, lo que no dice nada buena de las perspectivas de crecimiento mundial. El continuo deterioro de los balances bancarios, que nunca es una foto fija, por la morosidad continuará, y es peor del que anuncia en su artículo, pues parte importante de la morosidad se traspaso al SAREB pero no ha desaparecido. Además una parte de las renovaciones del crédito constructor todavía no han vencido, pero son morosos esperando a la puerta lo que obligará a nuevas recapitalizaciones sin que el Estado tenga margen financiero para abordarlas. En mi opinión la deuda actual ya es impagable porque el crecimiento requerido es un imposible físico y además el deterioro real del PIB es superior al que muestran los datos de la contabilidad nacional. La llamada recuperación no creo ni que sea intensa, en eso parece coincidir todo el mundo, ni duradera. En mi opinión, la burbujas financieras tienen cada vez menos poder de tracción sobre la producción (economía real) y se trasladan al aumento de precios de determinados activos.

    • Jorge Blazquez el enero 8, 2014 a las 9:24 am

      Hola Jorge. Gracias por tus ideas.

      Lo cierto es que la sombra del default de deuda soberana es algo que aún no se contempla. Pero también es cierto que la dinámica de la deuda es insostenible.

      Imagino que el mercado espera nuevos ajustes fiscales, menos prima de riesgo y más crecimiento como fórmula de medio plazo para garantizar la sostenibilidad. Yo creo que habrá que hacer nuevos ajustes fiscales.

      Pero estoy de acuerdo que sin crecimiento nominal es más difícil garantizar la sostenibilidad de la deuda pública.

      un saludo

      Jorge

  7. Eduardo Riera (@edu_riera) el enero 7, 2014 a las 4:37 pm

    Profesor Blázquez Lidoy,
    Aunque me han gustado mucho los gráficos del artículo y creo que son bastante reveladores a la hora de entender en que punto de la crísis estamos, hay algunos puntos y razonamientos del texto que me gustaría criticar:

    1) En este apartado denuncia que la crisis ha sido mal diagnosticada y la respuesta en Europa, equivocada. Sin embargo yo creo que si en algo coinciden la mayoría de los economistas es que ésta es una crisis provocada por un crédito barato que hizo que la estructura productiva española se orientara hacia el ladrillo, y generara una burbuja tanto por el lado de la demanda como de la oferta. Sinceramente no creo que nadie discrepe en este asunto.
    Por otro lado, dice que la política económica de USA está siendo más acertada para salir de la crísis. En primer lugar, me parece que un país cuyo crecimiento rondará el 2.3% (sobre $350,000 millones) con un déficit público de $700,000 millones, no está haciendo las cosas nada bien. Nadie duda de que España pueda crecer al 10% el año que viene si se gasta el equivalente en contratar a trabajadores para cavar zanjas y volverlas a rellenar. En segundo lugar ¿usted no cree que la política de la Fed, tarde o temprano, va a tener consecuencias negativas? Inyectar dinero en esas cantidades aún no ha generado inflación porque la velocidad de circulación de dinero está por los suelos, pero tarde o temprano se recuperará y vamos a ver que pasa con los precios. Por último, la política expansiva de la Fed podria llegar a entender que se aplicara en países como Alemania, que tiene una estructura productiva de primera y necesite una pequeña inyección monetaria para reactivar la actividad. Pero en España, donde el modelo económico está totalmente agotado, seguir inyectando dinero es azuzar a los empresarios para que sigan llevando a cabo inversiones ruinosas: con los intereses al 0.25% cualquier proyecto parece rentable. En España no podemos permitirnos más inversiones destinadas a quebrar. Toca liquidar los pocos proyectos empresariales no rentables que quedan y empezar prácticamente de 0.

    Sobre la austeridad expansiva: nadie esperaba que creara crecimiento. Es obvio que sí en la ecuación de cálculo del PIB si disminuye G, la suma va a caer. La austeridad solo pretende acelerar el proceso liquidacionista y ajustar unos presupuestos que tuvieron al país al borde de la suspensión de pagos.

    2) Este punto no lo entiendo muy bien: si con «austeridad» no se arreglan los desajustes presupuestarios, ¿cuál es la solución? Me imagino que siendo menos austeros, no. El argumento de (no se sí usted lo defiende): una política de gasto público impulsaría la economía y aumentaría la recaudación no se sostiene, no hay más que ver el ejemplo anterior de USA. Estando la presión fiscal en España alrededor del 30%, muy grande tendría que ser el famoso multiplicador para no incrementar la brecha de déficit. El desajuste presupuestario se arregla por el lado del gasto (anda que no hay sitios de donde recortar aún) o por el de los impuestos (dándole la estocada final al país).

    Sobre el tema de la deflación competitiva también tendría algo que decir, pero me parece alargarse demasiado. Un saludo.

    • Jorge Blazquez el enero 8, 2014 a las 9:47 am

      Muchas gracias por los comentarios.

      La crisis española no es muy diferente a la norteamericana. Ambas tenían en su base un boom de crédito hipotecario, que terminó contaminando al sistema financiero.

      La pregunta clave es: ¿por qué nuestro PIB sigue un 7% del nivel pre crisis y el de USA ya lo ha superado? Y la respuesta es en 2010 Europa apuesta por la austeridad fiscal y, también, monetaria como receta. Los desequilibrios en macroeconomia se miden en términos de PIB. Y así, el déficit público se puede corregir de 2 formas. 1 Reduces el el déficit publico. 2. Aumentas el PIB nominal. Ambos tienen el mismo resultado, pero los efectos macroeconómicos son muy diferentes.

      La idea de que la austeridad no arregla en estas situaciones el déficit no es mia. Fue Keynes el primero que habló de la paradoja del ahorro. En los tiempos de crisis si todos ahorramos por miedo al futuro, al final, se contrae la economía y el ahorro cae.

      No me malinterprete, no estoy en contra de un gasto publico responsable. Pero que Europa (no me refiero solo a España) se ha equivocado con el momento de llevar a cabo el ajuste.

      Por otra parte, yo si que creo que se pensaba que la austeridad iba a aumentar el PIB. Se iba a generar una ola de confianza en la economía española que iba a disparar las inversiones y el consumo.

      Finalmente, no está nada claro si la politica monetaria en Estados Unidos va a traer inflación o no en el futuro. Pero si tengo claro que prefiero tener un 4 ó 5% de inflación a un 26% de paro. Aunque esta es una opción muy personal.

      Te agradezco muchísimo tus comentarios, que, aunque diferentes a los míos, tienen mucho sentido común y ayudan al debate económico en este país.

      Un saludo

      Jorge

  8. José Ignacio Pérez Infante el enero 7, 2014 a las 5:27 pm

    José Ignacio Pérez Infante
    Jorge muy buen artículo. Claro y conciso. Únicamente un comentario en relación al fuerte crecimiento de la productividad (aparente) por ocupado desde 2008, que tiene un comportamiento fuertemente anticíclico en la economía española. Algo que no ocurre normalmente en otras economías desarrolladas y que no está relacionado con las reformas laborales si no que está relacionado principalmente con el modo que tienen las empresas para ajustarse a los cambios a las situaciones económicas vía el empleo. Esto hace que el empleo sea en España, además de procíclico, muy fluctuante, lo que no ocurre en otros países como Alemania en los que la vía de ajuste es preferentemente ( o así lo ha sido durante la crisis) vía jornada laboral.

    • Jorge Blazquez el enero 8, 2014 a las 9:50 am

      Hola José Ignacio

      Es cierto. Es algo que llama muchísimo la atención y para lo que no veo explicaciones sencillas. Seguramente el diseño del mercado laboral tenga algo que ver, pero no estoy seguro.

      En cualquier caso es otra asignatura pendiente en nuestro país.

      Muchas gracias por leerte el articulo.

      un saludo

      Jorge

  9. Stuart Medina Miltimore el enero 9, 2014 a las 10:17 pm

    Lo siento pero no veo otra alternativa que una salida del euro para recuperar competitividad y una renegociación de nuestra deuda externa (default).

  10. […] Posted on 05/01/2014 […]

  11. Katby@n; innovacion 360º el enero 10, 2014 a las 8:33 am

    Reblogueó esto en ganomas.info, #gestionLowCost para PyMesy comentado:
    No se trata de ser pesimista, se trata de ser realista y analizar críticamente para tomar decisiones acertadas.

  12. Razones para el escepticismo económico e... el enero 10, 2014 a las 9:45 am

    […] Jorge Blázquez Lidoy (@BlazquezLidoy) es Doctor en Economía y miembro de Economistas Frente a la Crisis Comienzo por aclarar que no creo que la mayor virtud de los economistas sea hacer previsiones…  […]

  13. Jose Caso el enero 13, 2014 a las 5:41 pm

    Los economistas llenamos miles de blogs con análisis de la situación en que nos encontramos, sus orígenes, pero apenas he leído algo del «Qué hacer». ¿Acaso no tenemos recetas para salir de ella? ¿o no queremos …arriesgarnos a dar nuestra receta?. En la situación en que se encuentran los países de la Unión, con un euro que actúa de losa sobre las posibles ayudas que ofrecen las políticas monetarias, con una liberalización total del sistema financiero que campa por sus fueros (por qué dar créditos arriesgados a empresas cuando hay deuda pública casi segura al 4%) o una liberalización del mercado mundial que permite que empresas instalen sus fábricas en países sin apenas regularización laboral y luego vendan sus productos en Europa incrementando sus beneficios pero destruyendo empleo (por eso no hay crecimiento en Europa?.
    Está bien conocer las causas pero mucho mejor indicar las salidas

  14. Razones para el escepticismo económico en 2014 el enero 13, 2014 a las 9:50 pm

    […] Razones para el escepticismo económico en 2014 […]

  15. Jenero Rosemary Shepherd el junio 22, 2014 a las 10:50 am

    Pienso pero, creo que es acertado, y que una crisis mundial, muy grave se producirá, muy pronto, en no más de 5 a 7 años, y esto lo saben, no ya en nuestro planeta, creo que en Marte, igualmente.

Leave a Reply Cancel Reply