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Las Relaciones Laborales en la Economía de la Globalización y la Robótica.

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Desde los inicios del proceso de globalización, se produce un ascenso continuo de los sectores y fuerzas económicas basados en el conocimiento. El software adquiere cada vez mayor importancia sobre la electrónica. La investigación en nuevos materiales y en la física de sólidos está en la base de los avances en electrónica. Emergen nuevos campos económicos impulsados directamente desde la investigación como la nanotecnología, la biotecnología, sobre todo los avances relacionados con la desencriptación del ADN, la biomedicina, etc.

La gestión industrial, incluyendo en tal concepto el control de procesos y la calidad, sustituye a las tareas de trabajo, que son realizadas por máquinas, coordinadas por robots. La externalización de procesos, como forma de simplificar la complejidad fabril, permite la acumulación de conocimientos sobre procesos y materiales, acelerando el cambio tecnológico y la sustitución de mano de obra industrial por maquinaria específica robotizada.

Estos procesos multiplican los puestos de trabajo relacionados con la gestión industrial, el I+D, la logística y el marketing, al tiempo que dejan obsoletas los oficios industriales, con un saldo enormemente desequilibrado de desempleo tecnológico. Si bien los hábitos de consumo y las formas de vida de los nuevos sectores sociales profesionales y asalariados, fomentan el desarrollo de múltiples servicios, relacionados con las necesidades personales y de ocio, entre otras, la oferta cultural se masifica, adopta las nuevas tecnología  y crea nuevas oportunidades de empleo. La vida de los nuevos ciudadanos se hace mas compleja, y generaciones enteras, que han visto devaluadas sus habilidades sin tener oportunidad de adaptación,  son sacrificadas al avance tecnológico.

En la producción mecanizada dominaba el obrero-operador, absorbido por la máquina o por el funcionamiento del trabajo en cadena, su aprendizaje se dirigía a suplir las deficiencias de un sistema de maquinaria imperfecto (Richta, 1971) La automatización y la cibernética eliminan este tipo de trabajo, situando al hombre en los límites de la producción (Bell, 1976).

Este proceso acelera, al mismo tiempo, la sensación de angustia para aquellas personas que han ido cerrando su ciclo de adquisición de habilidades específicas, cuya base era la experiencia y la capacitación por el trabajo. La enajenación que reside en el trabajo mecanizado llega así al borde del absurdo: Se aspira a mantener un trabajo que las fuerzas creadoras convierten en inútil, por que, de esa forma, se convertirían ellos mismos en “inútiles”(Richta, 1971)

La Era del Capital Intelectual, o del Conocimiento

Como dice una definición de la OCDE, el capital intelectual de las empresas es la suma de dos intangibles: la componente organizativa, como sistemas de información, redes de distribución y cadena de proveedores,   y el capital humano. (Nevdrum y Erikson, 2001)

El Capital Humano es una función de las habilidades de los trabajadores  para la creación de competencias de la organización (Williamson, 1985 ). Supone la base de la capacidad técnica, en la sociedad postindustrial. Una época cuyo problema es la productividad del conocimiento (Richta, 1971; Bell, 1976) y su evaluación (Drucker, 1998, 1999), y no el control del trabajo subordinado, que realiza el propio proceso.

En primer lugar, El Capital intelectual está relacionado con las capacidades organizativas exigidas por una estrategia de negocios.

En segundo, en unos tiempos en los que la búsqueda de flexibilidad provoca reducciones drásticas de plantilla, un objetivo estratégico es delimitar el núcleo permanente de personas, imprescindible para mantener las capacidades de las empresas (Hamel y Prahalad, 1998), porque esas personas son portadoras de la habilidades, conocimientos y experiencias en que la empresa basa sus competencias. 

La relación salarial del profesional se individualiza. La organización ofrece a los expertos condiciones contractuales particularizadas, y evalúa y remunera su contribución personal al desempeño de la empresa (Williamson, 1999).

Por último, El núcleo estable de “personas que hacen que las cosas ocurran” necesita proteger su capital de habilidades y conocimientos personales. Hay que neutralizar los efectos de la incertidumbre en el empleo, aportando valor al empleado en forma de aprendizaje (Pfeffer, 2003). La carrera se convierte en el patrimonio del empleado.

El Contexto Organizativo: Las Corporaciones

Las corporaciones configuran un conjunto de instituciones en red (empresas, universidades, centros de investigación y fundaciones) que son el campo donde los individuos realizan su carrera profesional. Sirven de contenedor a la división creciente del conocimiento en ramas de actividad (Bell, 1976). La lógica inicial de este modelo de sociedad mercantil es la meritocracia.

El auge de la economía del conocimiento lleva a cambios fundamentales en el diseño de las organizaciones atacando las bases del empleo estable. La desigualdad se ha diversificado, en diferencias de renta, de estatus, de poder, de oportunidades, de educación, de servicios etc. Y la inseguridad en el empleo. Rehacer el contrato psicológico solo puede devenir de un proceso transaccional : Desempeño contra Algo  (Mohram y Lawler, 2003).

El otro componente del Capital Intelectual es la organización, que aporta capacidad de coordinación. La coordinación se realiza mediante patrones repetitivos  que definen el desempeño. Tales patrones son la memoria de la organización, sus rutinas (Nelson y Winter, 1982), que la informática moderna permite almacenar en bases de datos.

En el concepto de tecnología ocupa un lugar central la coordinación, entre los  procesos específicos de trabajo (el carácter y secuencia de las tareas que se deben desempeñar para alcanzar los resultados  deseados), y los métodos para resolver problemas cuando las rutinas fallan. Los métodos para  resolver problemas constituyen un proceso continuo de innovación  que crea una corriente de tecnología, basada en la existente, pero en contradicción con ella. Hay, por tanto, una continuidad en la disrupción de poner en marcha una nueva tecnología; nada se inventa, la innovación surge de lo que hay, como un ejercicio pautado de ruptura de la continuidad. Las tecnologías emergen en la organización, es un producto de los procesos holísticos de cooperación interdisciplinar entre habilidades y conocimientos de personas concretas (Nelson y Winter, 1982).

El Trabajo de los expertos es cooperativo. La forma en que los miembros de una organización cooperan, creando aprendizaje y cambio organizativo, es la base de la competitividad, porque integran comunicación y conocimiento tácito en rutinas de comportamiento, socialización de habilidades, conceptualización de esas habilidades en procedimientos para nuevos servicios, nuevas o mejores rutinas y nueva comunicación (Nonaka y Takeuchi, 1995). Dicho de otra manera, las empresas obtienen valor añadido de la manera como las personas en las organizaciones intercambian colectivamente el conocimiento, los valores y los modelos mentales compartidos sobre sus empresas y mercados, mejorándolos o creando otros nuevos (Zahra, 1999).

El Conocimiento se capitaliza en las organizaciones

La apropiación del conocimiento se basa  en los procesos en los que se fija la innovación como aprendizaje organizativo. Esta apropiación, o capitalización del conocimiento, está enfocada en las características intangibles de las habilidades y del conocimiento experto, pone más énfasis en el proceso organizativo de creación de competencias, que en la capacitación de las personas (Grant, 1998).

La capacitación y el desarrollo de las personas, es el “toma y daca” de la relación laboral específica (Kamoche y Muller, 1998); además, favorece el desarrollo de las capacidades individuales para absorber conocimiento experto (aprender a aprender), un conocimiento que se almacena en las rutinas organizativas. Lo que la empresa puede hacer bien tiene algo de vida propia, crece y muere con cierta autonomía y necesita su tiempo para crearse. Pero el conocimiento se combina de manera tácita, es decir no programada, y no está disponible fuera de contexto (Nelson, 1997) y, aunque se almacena en la línea media y las bases de datos, su utilidad depende del aprendizaje, que es dinámico y también contingente al contexto (Nonaka y Kono, 1998). Otorga un gran poder a los expertos; pero éstos son disgregados por los sistemas salariales, con el fin de evitar su cooperación para influir sobre las políticas y estrategias de la corporación.

Es necesario entender que el objetivo de las empresas no es el aprendizaje, sino la creación de valor; el proceso de aprendizaje puede considerarse una inversión solo si es apropiable por la empresa. Como toda inversión, esta sujeta a los criterios de eficiencia, que aconsejan reducir al mínimo el recurso escaso (conocimiento) maximizando las capacidades que crea (Grant, 1998). Se puede formular un “Balance entre la empresa y sus empleados”: El poder de apropiación por la empresa sobre el conocimiento creado en ella es directamente proporcional a la dependencia del desempeño de las habilidades de las personas respecto a las rutinas de la organización (Grant, 1991)

El Capital Intelectual tiene que medirse, y tal tarea no está resuelta.

El desarrollo de la era del conocimiento sería impensable sin su base de redes de información[1], pero esa base no constituye en sí misma un capital. La relación social subyacente de explotación son los procesos de absorción y acumulación, bajo el control de sus cúpulas, del conocimiento generado en las organizaciones.  Según prescribe la normativa de términos de la OCDE citada, estaríamos hablando del “Capital Intelectual”. El capital es un sistema de producir mercancías por medio de mercancías[2]. Si el conocimiento es directamente productivo, es que se puede gestionar, y por lo tanto estandarizar y medir, como cualquier mercancía; si no es así, se trataría de fuerzas productivas aún no dominadas por el capital.

Lo único cierto que se conoce sobre la valoración del capital intelectual, es que su contribución a la generación de beneficios es muy importante, aunque no existan medios para cuantificarla. El intento de recurrir a procedimientos bursátiles para medir la capitalización aportada por el conocimiento a las empresas, como la q de Tobín (diferencia de valor durante un periodo significativo entre capitalización bursátil y valor contable) ha conducido a fraudes (ENRON), burbujas especulativas (nasdaq.com)..etc. Sumando un factor mas de inestabilidad a los peligros de la volatilidad financiera global.  Al no poder identificar cuantitativamente la fuente inversora de los ingresos, los márgenes de beneficio y su distribución no protegen adecuadamente los valores de esos activos ( Hamel y Prahalad, 1998). Por lo tanto, el conocimiento como creador de valor crea una serie de contradicciones nuevas:

En primer lugar, el que un factor de producción no se pueda medir supone una incertidumbre, el que el factor de producción principal en una era no se pueda medir, supone una incertidumbre principal. Conforme ese factor se hace más importante, mayor es la incertidumbre. (Drucker)

De hecho, toda la técnica de gestión actual, se está construyendo sobre sistemas de indicadores que intentan captar y medir el capital (sic) de conocimiento, como un requisito previo para poderlo gestionar (Kaplan y Norton).

En segundo, la organización no garantiza la unidad de gobierno. La red informática  no define un sistema de dominación perfecto, que no deja opción a sus oponentes, hay multitud de ellas, que entran en competencia y colisionan.

En tercero, la propiedad sobre el conocimiento se escapa a la regulación: Los gobiernos, hoy por hoy, son los guardianes de las patentes, que son una forma imperfecta y menor  de capital intelectual: China, recién llegada, y Corea, aún con un nivel de PIB per cápita inferior a España, registran mas patentes internacionales que Canadá, España o Italia, y muchos de los avances de Corea, tienen un recorrido de futuro muy sólido.

Nelson y Winter describen la paradoja de que cuando compras una empresa, compras solares y chatarra, pero que los equipos de personas, que son lo mas valioso, no están en venta porque se abolió la esclavitud hace tiempo y pueden abandonar la empresa por una mejor oferta (Ver caso de López de Arriortua en GM o la caída en bolsa de Apel  cuando Steve Job se peleó con su socio, ambos a principios de los 90).

Por último, la velocidad de los avances tecnológicos está creando realidades irreversibles cuyas consecuencias son inciertas. Los procesos sociales relacionados con el conocimiento siguen el principio de “PATH DEPENDENCE” (concepto nuclear de Evolutionary Economics): Las decisiones configuran relaciones y contextos que condicionan las subsiguientes decisiones. Contra mas se avanza en el terreno de una determinada tecnología, o conjunto de tecnologías, incluidas las redes de relaciones entre organizaciones e instituciones necesarias para su desarrollo, más difícil es cambiar hacia otro cuerpo de tecnologías, y mas se fortalecen las redes”. Este concepto Schumpeteriano, es considerado básico por las teorías que intentan explicar la globalización.  Se están creando procesos sin gobierno que se retroalimentan.

QUE FUTURO TIENEN LOS RR HH?

Los mercados, lo mismo que en la era de Adam Smith, cumplen la función de igualar el precio de los factores de producción. El dinero es el lubricador de los mercados, y la función de éstos últimos es la eficiencia, comparando precios distintos de oferta de un mismo factor y fijando su precio. La regulación no es inmediata, permitiendo, tanto   los beneficios extras del menor coste, como la ilusión de que el mas caro podrá sobrevivir, lo cual genera fantasías de negocio, que devienen en burbujas financieras y crisis.

Para que los mercados funcionen, los factores tienen que ser homogéneos. Cuando no lo son, Ricardo demostró que la demanda fija el precio en el coste del menos eficiente, que es el último ofertado. En la sociedad del conocimiento, los mercados están segmentados, que es una forma de ser a la vez globales y fragmentados. El mercado de trabajo es un caso especial de fragmentación, por las leyes y usos de las naciones y por las diferencias de su valor de uso. Lo que se compra y vende son habilidades, algo, factor o recurso, que se conoce por el concepto confuso de capital humano.

Podemos reducirlo a factor trabajo; el dinero moviliza dicho factor trabajo, pero no consigue homogeneizarlo. Al contrario, la tecnología lo hace cada vez mas específico y menos homogéneo. Cada día es mas difícil poder asignarle unidades de medida y ponerle precio. Su capacidad de crear valor depende, cada día más, de bienes públicos, sin coste que incorporar al precio, como la salud y la educación, las culturas de cooperación o las experiencias personales.

Puesto que la Globalización parece un proceso path-dependent, es decir, irreversible. Toda política, hoy en día, debe considerarla el contexto en el que los estados se deben desempeñar. La Globalización está condicionada por su marco de capitalismo anglosajón, aunque en él emergen países y áreas que se benefician de ella, porque les ha permitido romper la barrera del subdesarrollo, o por lo menos así la ven. Por su origen y marco anglosajón, el ámbito estratégico de decisiones políticas que prevalece es el corto plazo. En ese tipo de ciclo, la deuda de los EE.UU., los bonos del tesoro, en lugar de suponer un freno al poder imperial, se han convertido en la moneda global[3]. El desorden que crea el sistema financiero amenaza la Unión Europea, pero favorece, a corto plazo, al resto de actores principales: USA, China, India, Brasil, Rusia, Monarquías y Emiratos Árabes. Japón se encuentra en un terreno de indefinición, y el resto de países asiáticos se benefician de la geo-estrategia imperial en el Pacífico.

Podemos, por tanto concluir, o deducir?

Corolario 1: En el contexto actual, el Estado del Bienestar Europeo, que es una institución central de la democracia europea, aparece como una anomalía, que impide que los mercados puedan llevar a cabo su función principal: Comparar el precio de los factores productivos y favorecer a los mas eficientes.

Corolario 2: Los mercados, como siempre, son gobernados por Instituciones en pugna, que se desempeñan en función de su poder relativo. El Estado del Bienestar Europeo es una institución de un poder político dividido y descoordinado, frente al poder de los mercados financieros; el análisis de riesgos es claramente desfavorable a la UE.

Corolario 3: La Democracia Anglosajona no contempla el Estado del Bienestar Europeo como una institución propia, y los países emergentes lo consideran un lujo que, evidentemente, no están dispuestos a financiar pagando un sobrecoste por los servicios europeos.

Corolario 4: Solo los europeos podrían estar interesados en salvar su modo de convivencia.

Corolario 5: Los europeos no tienen mas remedio, si quieren mantener sus instituciones, que interesar al resto del mundo en su idea de convivencia social, lo cual solo es posible mediante la exportación democrática del modelo, es decir por convencimiento, mas o menos inducido, reforzado por el hecho contundente de ser la Unión Europea, la zona comercial más grande y segura del mundo.

Sexto y último corolario: ¿Qué esperan las fuerzas democráticas y de izquierdas europeas …….? J

Bibliografía de referencia

Bell, Daniel (1976): El Advenimiento de la Sociedad Post-industrial; Alianza Universidad, Madrid

Drucker Peter (1999): Knowledge-worker productivity: The bigest challenge; California Management Review, 41, 79/94, Berkeley, Winter 1999

Grant, Robert M (1991): The Resource Based theory of Competitive Advantage: Implications for Strategy Formulation; California Management Review. Spring 1991

Grant, Robert M (1998): Resource Capabilities and the Knowledge-based View: Assessment and Prospects, Ponencia al VIII Congreso de ACEDE, Las Palmas de Gran Canaria, 1998

Hamel Gary and Prahalad, C K (1998): Compitiendo por el Futuro, Estrategia crucial para crear los mercados de mañana; Ed. Ariel, Barcelona 1998

Kamoche Klein and Mueller Frank (1998): Human Resource Management and the Apropiation Learning Perspective; Human Relations Rev, N York, Aug. 1998

Kaplan Robert S  y Norton D.P (1996): Strategic Learning & the balanced scorecard, Strategy & Leadersheap, Chicago, Sep/Oct 1996

Mohram Susan A y Lawler Edward E (2003): Transformar la función de los RR HH, pag 260 ; en Ulrich Dave, Losey Michel R and Lake Gerry (Editores) El Futuro de la Dirección de RR.HH. (con la contribución de 48 líderes más) Gestión 2000 Aedipe, Barcelona 2003.

Nelson Richard R (1997): Why Do Firms Differ and How Does it Matter? (Strategic Management Journal 14 1991) ) in  Foss, Nicolai J (Editor): Resources, Firms and Strategies (A reader in the Resource-Based Pespective) Oxford University Press, 1997

Nelson Richard R. And Winter Sidney G (1982): An Evolutionary Theory of Economic Change; The Belknap Press of Harvard University Press, Cambridge, Masschusetts, 1982

Nevdrum Lars and Erikson Truls (2001): Intellectual Capital, A Perspective of Human Capital,; Journal of Intellectual Capital, Bradford, 2001

Nonaka Ikuhiro and Konno Noboru (1998): The Concept of “Ba”: Building a Foundation for Knowledge Creation; California Management Review, Vol 40, 3, Spring 1998

Nonaka Ikuhiro and Takeuchi (1995): The Knowledge Creating Company; Oxford University Press, N. York 1995.

Pfeffer, Jeffrey (2003): ¿Tienen futuro los RR HH?, pag 209 ; en Ulrich Dave, Losey Michel R and Lake Gerry (Editores) El Futuro de la Dirección de RR.HH. (con la contribución de 48 líderes más) Gestión 2000 Aedipe, Barcelona 2003.

Richta, Radovan (1971): La civilización en la encrucijada; Siglo XXI Editores, Mexico 1971

Williamson, Oliver E (1999): Strategy Research : Governance and Competence Perspectives; Strategic Management Journal, 20  1087/ 1108,  J  1999

Zahra Shaker A (1999): The Changing rules of global competitiveness in the XXI st century; The Academy of Management Executive, Ada Febr Vol 13 pg 36-42 1999


[1] Castell, Manuel: La Era de la Información,Tomo I Alianza Editorial, Madrid, 2005

[2] Frecuentemente se comete un error metodológico que viene desde Richta en los 70: Confundir la potencia productiva del conocimiento con el conocimiento como capital.

[3] Adam Tooze (2018) Crash. Como una década de crisis financieras ha cambiado el mundo. Edit. Crítica

About Jose Candela

José Candela Ochotorena, Doctor en Economía y en Historia Contemporánea, es miembro de Economistas Frente a la Crisis.

4 Comments

  1. ANTONIO GARCIA SIGUENZA el septiembre 12, 2019 a las 11:16 am

    estupendo articulo, esto para la juventud es imprescindible

  2. enrique rodriguez el septiembre 12, 2019 a las 6:57 pm

    En efecto, los europeos debemos exportar nuestro modelo al resto del mundo. Un modelo donde primero son las personas y después el mercado, y no al revés. Y nos va la vida en ello

    • Jose Candela el septiembre 14, 2019 a las 4:32 pm

      Agradezco su crítica, pero no soy partidario del arbitrismo, los economistas enunciamos problemas, las soluciones deben venir de la iniciativa democrática. Ante esas soluciones podemos analizar sus contradicciones, reformular la teoría para integrarlas y cuantificar el coste de llevarlas cabo.
      Como usted expone correctamente en su blog, las ideas vienen de lejos, efectivamente, «avanzamos a hombros de gigantes», pero los problemas en ellas enunciados: el fin del trabajo fordista y su sustitución por robots (Richta, 1968), y la configuración de las corporaciones empresariales como organización que organiza la tecnocracia industrial y universitaria para la apropiación capitalista del conocimiento, garantizando así que la inteligencia no se dedique prioritariamente a los problemas de la sociedad y a su solución, sino a generar dinero para los accionistas (Bell, 1976). Esas contradicciones entre cultura y sistema social (Bell, 1977) no han sido integradas en el acerbo de ninguna fuerza democrática, entre otras cosas porque las soluciones implícitas para garantizar la igualdad de oportunidades en capital humano, implicaban una inversión pública en educación, sanidad y sistemas de compensación a la obsolescencia tecnológica inasible para el paradigma neoliberal.

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