2014 no será un año fácil

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Julio Rodríguez López (@JulioRL43) es miembro de Economistas Frente a la Crisis

El menor crecimiento económico registrado en 2013 en amplias  áreas de la economía mundial  estuvo acompañado de importantes aumentos en los precios de los activos. En 2014  puede persistir dicha evolución  dual de la economía mundial. Los  bancos centrales aplazarán el momento de retirar los apoyos al crecimiento. La recuperación de la economía española,  hasta ahora modesta,   podría reforzarse  en 2014. Dicha  evolución dependerá estrechamente  del comportamiento del conjunto de la eurozona.

En 2013 la economía mundial desaceleró el crecimiento (3,3%) respecto del año anterior (3,8%). Dicha evolución fue consecuencia de  la debilidad prolongada de los países avanzados, sobre todo de  la Eurozona,   y del relativo “bache” sufrido por las economías emergentes. En los países avanzados, incluso en los casos de mayor crecimiento, el ritmo de aumento de la actividad productiva resultó débil, muy por debajo del  alcanzado en las fases iniciales de recuperación  de  ciclos precedentes.

Hubo circunstancias en 2013 que no contribuyeron a impulsar el crecimiento. Entre ellas destacan las adversas reacciones que produjo   en los mercados el anuncio de que la Reserva Federal  de Estados Unidos iba a reducir significativamente las inyecciones de liquidez realizadas mediante las compras de activos, sobre todo   deuda pública. Fue necesario mantener  una intensidad equivalente en dichos estímulos monetarios   para reducir el impacto  a la baja que dicho anuncio tuvo en las bolsas. Por otra parte,  sobre   Estados Unidos planeó el problema del tope impuesto por la mayoría republicana en el Congreso  a las emisiones de deuda federal, lo que provocó serias incertidumbres dentro y fuera de dicho país.

En la Eurozona,  el avance producido en el camino hacia la Unión Bancaria Europea con la creación de un supervisor único, el Banco Central Europeo (BCE) se frenó con la negativa alemana,  materializada en la “cumbre” de diciembre de 2013,   a que se crease en un plazo razonable un mecanismo único de resolución bancaria. Dicho mecanismo  habría de dotarse  de los   recursos  necesarios para acompañar las actuaciones del supervisor único. Lo anterior confirma que  la senda efectiva de política económica seguida por la Eurozona es la del ajuste fiscal,  unido  a   la devaluación competitiva en los países de la periferia. Pero el simple ajuste salarial no puede lograr a la vez la competitividad y el crecimiento precisos para rebajar el peso relativo de la deuda pública. Tampoco la estrategia alemana se puede exportar a todos los países: la Tierra no puede tener superávit con Marte.

De cumplirse las previsiones de crecimiento del 1,1% en 2014 para la Eurozona, esta no alcanzará el nivel de PIB obtenido al inicio de la crisis hasta el último trimestre de 2015. Una situación  prolongada de débil crecimiento, junto a unos niveles del  PIB  y del empleo  lejanos de  su potencial, añadidos a unos bajos tipos de interés, se podría caracterizar como de “estancamiento secular” (L. Summers, “Washington must not settle for secular stagnation”, FT, 2014). Tal estancamiento puede tener lugar incluso en un marco de intensas elevaciones de los precios de los activos y de las viviendas, en línea con lo sucedido en 2013. Podría haber tanta burbuja y especulación como en  2005-2007  sin apenas crecimiento.

Según  Summers, la actuación exclusiva por el lado de la oferta en la política económica solo produce resultados en un clima de demanda suficiente. Sin un mínimo nivel de  demanda las políticas  de oferta tienen a corto plazo efectos deflacionistas sobre la economía. Además, políticas de estimulo monetario como las que están desarrollando numerosos bancos centrales  no pueden controlarse solo por la vía de la regulación.  Esas políticas  pueden provocar   burbujas especulativas en algunos mercados de activos y de productos, junto a aumentos del apalancamiento de empresas y de hogares, sin estar garantizada una recuperación solida del crecimiento.

Para evitar el citado “estancamiento secular” invocado por Summers  la política económica debe de conseguir un nivel de demanda suficiente, que  permita un crecimiento razonable del PIB y del empleo, manteniendo  la estabilidad financiera. Los impulsos de la demanda no deben de ocasionar déficits externos elevados, procurándose que una parte mayor de lo que se demanda se cubra con producción nacional.

El PIB de la economía española del  tercer trimestre de 2013  se situó un 7,4% por debajo  del correspondiente al primer trimestre de  2008. El PIB del tercer trimestre de  2013 estuvo un 17% por debajo del nivel que  habría alcanzado dicha magnitud de haberse seguido una tendencia de crecimiento del 2% anual. La economía española ha dejado de obtener entre 2008 y 2013 el 60% del  PIB de 2013.

En 2014 la economía española puede volver a registrar una tasa positiva de crecimiento que podría situarse en el entorno del 0,5%. Dicho crecimiento se apoyaría en las exportaciones y en una evolución menos negativa de la demanda interna. El empleo puede volver a registrar tasas positivas de variación, pero todo indica que serán muy moderadas y se concentrarán en empleos temporales. El nivel de actividad del primer trimestre de 2008 no se alcanzará posiblemente hasta 2016.

El ajuste a que obliga el Pacto Fiscal  Europeo puede llevar a España a una situación próxima al estancamiento secular mencionado. Con el   final  de la recesión y con el paso a una situación de aumento moderado del empleo, la política economica   tiene por delante la tarea de lograr una   reducción significativa   del importante número de empleos destruidos y de compensar  la desaparición de un amplio número de empresas durante la prolongada etapa de crisis.  Debe de evitarse, además, que persista la  reducción del alcance de  numerosas prestaciones sociales, impidiendo el avance de las desigualdades. La recuperación de la economía y la ganancia de competitividad no debe hacerse a costa de romper el equilibrio social. Demasiadas tareas para 2014.

4 Comments

  1. Gerión el febrero 2, 2014 a las 12:38 pm

    Se crean, por ejemplo 300.000 puestos temporales y/o a media jornada por obras y sercicios y se destruyen 150.000 puestos indefinidos. Esto no ve bien. En todo caso el gobierno ha de hablar claro, cosa imposible si con ello pierden votos. A esto lleva la corrupción política ideológica-democrática que ya no existe sino que se vasa en la oligarquía parlamentaria, regional y local.
    http://lastermitasdelcielo.wordpress.com/2014/02/01/mariano-el-corto-o-la-politica-extraterrestre/

    • Julio Rodriguez López el febrero 2, 2014 a las 11:55 pm

      Resulta evidente que la reforma laboral va a provocar un envilecimiento sustancial de los nuevos puestos de trabajo y acabará afectando a todo el empleo. Se busca la competitividad a cualquier precio, a costa de hundir la renta disponible y el consumo de un amplio espectro de hogares.
      Asistiremos a la reimplantación de la practica corriente de e los ayuntamientos, que se desentenderán de que en su termino municipal se instalen empresas y mantendrán el suelo calificado cono residencial a la espera del retorno del ladrillo.
      Del modelo alemán se tomará lo menos positivo y no se seguirá en la practica el fomento a la creación de empresas potentes y competitivas.

      • Gerión el febrero 3, 2014 a las 1:31 am

        De acuerdo Julio. Si hubiera una hecatombe, aún habría que desempeñar trabajos, a media, completa o ayudar por civismo. Quiero decir, que algo se mueve por que gracias a dios estamos vivos. Ahora bien, si no se ayuda a la producción interior y se deja el dinero en el bolsillo de los españoles (con menos impuestos o más bajos) para que se consuma, las visiones de Rajoy son eso, ilusiones de ver lo que le gustaría ver sin mancharse las manos.

  2. asturgalicia el febrero 2, 2014 a las 4:09 pm

    Reblogueó esto en AsturGalicia Noticias.

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