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Demografía: ¿Proyecciones o previsiones?

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La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF) acaba de publicar unas proyecciones de población cuyos resultados difieren considerablemente de las publicadas recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y también, en grado algo menor, de las difundidas por EUROSTAT.

Para 2050, la AIREF prevé una población comprendida entre 51 y 60 millones, una horquilla centrada en 55 millones, mientras la proyección del INE es, para la misma fecha, de 44 millones y la de EUROSTAT en 49 millones, ambas por debajo del límite inferior de la horquilla. Tan cuantiosa discrepancia es atribuida por los autores del informe de la AIREF a la diferencia entre proyecciones. las que realiza el INE y, en general, todos los institutos oficiales de estadística, y previsiones, la que ha llevado a cabo la AIREF. Es cierto que los demógrafos no dejan de advertir, cuando realizan proyecciones de población que no deben ser tomadas como previsiones, pero no, como parece indicar la AIREF, porque se trate de simples extrapolaciones de las tendencias pasadas más recientes, sino por la evidencia de que cualquier intento de cuantificar un escenario, por muy sofisticadas que sean las técnicas estadísticas utilizadas, es tributario de que el escenario proyectado se realice o no. Las últimas proyecciones del INE se basan, efectivamente, en una extrapolación de las tendencias más recientes, algo excesivamente simple y ya muy alejado de lo que hacen otros institutos nacionales e incluso autonómicos, dentro de España. EUROSTAT, por el contrario, no se limita a extrapolar, introduce una hipótesis normativa: la convergencia a largo plazo de los estados miembros.

Las previsiones, incluso en términos probabilísticos, son muy difíciles o imposibles y, en mi opinión, no conviene calificar así a ninguna proyección demográfica. En realidad, el problema de las proyecciones de los órganos oficiales de estadística es que consideran la población como una variable exógena, cuya evolución futura se puede anticipar sin tener en cuenta la evolución del marco económico y social. Una de las consecuencias es que surgen incongruencias entre el futuro de las principales variables económicas, tal como las proyectan órganos especializados como la OCDE o el FMI y las proyecciones demográficas oficiales. En particular, como también señalan los autores del informe AIREF, las proyecciones del INE (y de EUROSTAT) conducen a que la población en edad de trabajar proyectada resulte insuficiente para cubrir la demanda de trabajo asociada a la proyección del PIB y de la productividad.

En un trabajo de 2014 analizamos esta circunstancia para varios países de la Unión Europea, utilizando las proyecciones demográficas de EUROSTAT y la proyección del PIB realizada por la OCDE, para concluir que era necesario introducir una capacidad de reacción de la demografía ante el cambio económico. En ese caso, nos limitamos a anticipar que el exceso de demanda de trabajo se cubriría por un aumento de las tasas de empleo y, eventualmente, por un aumento de la inmigración neta, es decir un aumento de la población en edad de trabajar y de la población total, alterando, en los dos casos, los indicadores futuros de dependencia. Aquel modelo, que abordaba la inmigración como una variable endógena de forma explícita, carece de la sofisticación del modelo AIREF, aunque tanto sus objetivos como los resultados obtenidos son similares.

En las proyecciones AIREF2018, la esperanza de vida futura no es muy distinta de las que ofrecen el INE2016 y EUROSTAT2015 y la fecundidad se acerca mucho a lo proyectado en EUROSTAT2015. Para estos dos parámetros, la metodología AIREF se aproxima a la de EUROSTAT, por cuanto implica también la convergencia entre países.
países.

Según la AIREF, la fecundidad podría alcanzar en 2050 entre 1,8 y 2,0 hijos por mujer, muy por encima del nivel actual (1,36 en 2017) así como del nivel proyectado por el INE para 2050 (1,32 para las españolas, 1,92 para las extranjeras). La hipótesis de AIREF se basa esencialmente en la previsible mejora del mercado de trabajo para los jóvenes, que puede repercutir en el grado de precariedad y en las retribuciones, a condición, añado, que se consiga anular la reforma laboral introducida por el gobierno anterior. Pero el aumento de la fecundidad exigiría también una mayor accesibilidad a la vivienda, lo que, al menos a corto plazo, no tiene visos de ocurrir y un reforzamiento sensible de las políticas de conciliación y de igualdad de género.

La diferencia con proyecciones existentes radica esencialmente en la proyección de las migraciones, tanto en la metodología desplegada como en el resultado obtenido, ambos relacionados, naturalmente. En su proyección de 2016, el INE se limita a tomar como número anual de inmigrantes, distinguiendo entre españoles y extranjeros, el último dato de la Estadística de Migraciones, correspondiente a 2015, que mantiene constante a lo largo de todo el período de proyección. Para la emigración, distinguiendo también entre extranjeros y españoles, calcula tasas de emigración por sexo y edad, utilizando el mismo año de referencia, que se mantienen constantes a lo largo del período proyectivo. El resultado es un reducido saldo migratorio positivo que crece ligeramente en el tiempo (de 13 mil en 2016 a unos 70 mil en 2050). Este simplismo metodológico contrasta fuertemente con el esfuerzo realizado por la AIREF en su proyección de la inmigración , considerada, con razón, el elemento clave para la proyección de la población futura. La compleja metodología se basa en la evolución a largo plazo (desde 1960) utilizando una matriz de países de origen-países de destino, con datos del Banco Mundial y Naciones Unidas, así como datos del INE entre 1988 y 2016. Las variables independientes del modelo son la estructura demográfica, el PIB per cápita y la existencia de redes migratorias, evidenciada por la presencia de inmigrantes de cada origen en el país de destino. Según AIREF “el supuesto más exigente del modelo es el mantenimiento de políticas migratorias constantes en todos los países”. La inmigración neta anual proyectada se establece en un intervalo entre 220 y 320 mil (270.000 de proyección central), cuyo límite inferior se sitúa por encima de la hipótesis manejada por el INE y EUROSTAT en sus proyecciones más recientes.

La población proyectada difiere de la del INE, tanto en su volumen como en la estructura por edad. La Ratio de Dependencia Demográfica de Mayores o RDDM (población de 65+/población de 15-64) muy impropiamente llamada “tasa de dependencia”, pasa de 28,8% en 2017 a 66,8% en la proyección INE2016 y a 57,3% en la proyección AIREF2018. Este indicador es muy poco adecuado para anticipar los efectos de la evolución demográfica sobre el gasto social, por ejemplo, y en particular sobre las pensiones, porque deja fuera los cambios en el mercado de trabajo que, por otra parte, están implícitamente introducidos en las hipótesis manejadas por la proyección AIREF (tanto en lo relativo a la fecundidad como a las migraciones). Si admitimos que las tasas de empleo van a seguir aumentando en el futuro (impulsadas entre otras razones por la escasez relativa de personas en edad de trabajar) la situación futura resulta bastante menos negativa.

Hemos completado la proyección AIREF planteando que el número de ocupados seguirá aumentando al ritmo medio de los últimos cinco años, hasta alcanzar 80% en los hombres (solo 2 puntos por encima del máximo de 2007) y 70% en las mujeres. De esta manera se pueden calcular dos indicadores importantes: la Ratio de Dependencia Económica de Mayores (RDEM) como número de mayores de 65 por 100 ocupados y la Ratio de Dependencia Económica Total (RDET) como número de personas no ocupadas por 100 ocupados.

Como se observa en el gráfico siguiente, en el que se ha representado la proyección de los cuatro indicadores para 2018 igual a 1, el futuro que anuncia cada uno de ellos es muy distinto. El más significativo es el que relaciona los no ocupados y los ocupados, que variará muy poco en el futuro, situándose por debajo del nivel actual hasta aproximadamente 2040 y estando siempre por debajo del máximo alcanzado en 2013, cima del periodo de crisis. Lo anterior significa que, globalmente, el equilibrio entre dependientes y sustentadores no se alterará en el futuro, aunque si se modificará la composición de los dependientes (menos parados e inactivos y más mayores).

Lo importante es ahora cómo se distribuye lo que producen los ocupados, entre capital y trabajo y en el conjunto de asalariados y las vías por las que los ocupados contribuyen a la atención de los dependientes (familia, impuestos y cotizaciones). La relativa constancia de este indicador en el futuro debe ser tomada como punto de partida para la búsqueda de soluciones que permitan adaptar nuestro sistema a una carga igual en volumen, pero distinta en su composición. También significa que todo recorte de las prestaciones a dependientes va a suponer un enriquecimiento de alguna de las categorías que participan en la distribución primaria del PIB. Recortar, aparte de cruel, porque afecta a los que menos tienen, es una solución perezosa, porque elude la búsqueda de soluciones, e interesada porque su contrapartida será siempre un mayor beneficio para otra categoría.

Hay que saludar iniciativas como la de la AIREF que, con las debidas garantías científicas, contribuyen al menos a la toma de consciencia de que las proyecciones oficiales deben ser contrastadas, ya que la visión del largo plazo que introducen tiene consecuencias inmediatas que pueden ser muy negativas para ciertos colectivos. Hay que insistir, sin embargo, que la de AIREF no es tampoco una previsión, como no lo es la del INE. Sigue siendo una proyección, solo que técnicamente muy superior. Es importante aclarar este extremo porque lo deseable es que los organismos oficiales adopten metodologías renovadas y, en particular, que exploren las vías por las que se puede integrar en las proyecciones de población la evidente interrelación de lo económico y de lo demográfico y sobre todo que se puedan hacer coherentes entre ellas las proyecciones demográficas y las proyecciones del mercado de trabajo.

About Juan Antonio Fernández Cordón

Juan Antonio Fernández Cordón es Doctor en Ciencias Económicas y Experto-Demógrafo por la Universidad de París. Ha sido Profesor de las Universidades de Argel y de Montreal e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el que fue Director del Instituto de Demografía. Ha ejercido también como Director de Estudios y Estadísticas del Ayuntamiento de Madrid y Director del Instituto de Estadística de la Junta de Andalucía. Ha sido miembro, como experto independiente del Grupo de Expertos sobre demografía y familia de la Comisión Europea y miembro del Consejo Científico del Instituto Nacional de Estudios Demográficos de Francia. Miembro de Economistas Frente a la Crisis

11 Comments

  1. Andrés Soler el octubre 7, 2018 a las 1:08 pm

    Lo siento pero no estoy nada de acuerdo con Juan Antonio Cordón en su valoración de las previsiones demográficas que acaba de hacer públicas la AiRef, que vienen a intro-ducir más confusión en dos temas tan extraordinariamente sensibles para la sociedad española como son las pensiones y la inmigración, al contradecir frontalmente las pro-yecciones demográficas del INE, que conviene no olvidar que cuenta con expertos de mucho más nivel técnico y experiencia que la AiRef.

    El documento de la AiRef es un resumen de dos papers en inglés que la AiRef no se ha tomado la molestia de traducir, por cuatro jóvenes “investigadores” porque última-mente, en España todo el que escribe un paper es un investigador.

    Sin ánimo de incordiar más de lo estrictamente necesario, es preciso señalar que uno de los papers, el titulado: “Introducing Uncertainty on Fertility and Survival in the Spa-nish Population Projections: A Monte Carlo Approach”, es un refrito de uno anterior de los mismos autores: “Probabilistic population projections using Monte Carlo Methods: Spain, 2016-2066”.

    Ambos trabajos están basados, como cualquier paper que se precie, en un conjunto de modelos matemáticos, por cierto, bastante simples, aunque se adornen con la para-fernalia habitual, y, como no puede ser de otra manera, los resultados no pasan de ser simples proyecciones basadas eso sí, en un conjunto de hipótesis sobre el comporta-miento de las variables estudiadas, distintas a las utilizadas por el INE.

    Dice la AiRef sobre las proyecciones del INE que: “Al no tener en cuenta consideracio-nes de carácter económico y basarse sólo en la evolución demográfica más reciente, las proyecciones demográficas no son consistentes con una narrativa económica de largo plazo que tenga en cuenta la evolución histórica y la experiencia internacional”.

    Una parrafada interesante, sin duda, pero…,siempre hay un pero!, si la evolución de-mográfica depende de la evolución de la economía y, como es sabidísimo, la evolución de la economía depende de la población, no es posible considerar el crecimiento eco-nómico como una variable exógena, porque en tal caso el resultado es la población necesaria para alcanzar las previsiones de crecimiento a largo plazo introducidas como variables exógenas en el modelo, que, por cierto, son las estimaciones de crecimiento del PIBpc para España del Banco Mundial, que vaya Vd. a saber la fiabilidad que tienen.

    No quiero terminar este comentario sin hacer una mención a la utilización de “un pro-cedimiento de bootstrap de remuestreo” para calcular el error estándar de las proyec-ciones calculadas. Para los no versados, primero calculamos la proyección y después añadimos un intervalo de confianza, calculado mediante una técnica cuasi mágica, que permite simular muestras futuras a partir de la primera. Es una técnica que los mal intencionados comparan a la utilizada por el Barón Munchausen para escapar con su caballo de la ciénaga en la que había caído por no calcular, tirar de su coleta hacia arriba.

    • c el octubre 9, 2018 a las 8:49 am

      Para Andres soler, Ud mismo se contradice : lo que dice el autor es que para hacer bien el análisis, hay que incluir
      las dos no una sola variable

      En otros paises, como Francia etc etc ,
      hay reconocido derecho al aborto y sin embargo la población crece :
      https://www.cuartopoder.es/feminismo/2018/10/05/pablo-casado-cinco-medidas-para-apoyar-a-la-mujer-embarazada-sin-restringir-el-aborto/…El articulo es una lista de lo que el PP, que dice defender la vida, no hace politicamente, solo se ocupan del derecho a la vida para nacer, luego si los menores pasan hambre que les hodan ,si la gente tiene que ir a la guerra idem ( aznar) , como ha hecho el PP durante aznar con Irak y M.rajoydido negando ayudas a la alimentación d ela infancia, precarizando empleo, bajando dos veces sueldos, etc etc etc .

      • Andrés Soler el octubre 9, 2018 a las 9:45 pm

        La AiRef considera que la población depende del crecimiento económico. Es una hipótesis plausible, que no cabe rechazar sin una contrastación previa, teniendo en cuenta que es la inversa a la prevista en el modelo estándar de crecimiento, que, en su versión simplificada, explica el crecimiento económico en función de la población, del progreso tecnológico y del capital disponible.

        Para que el modelo utilizado por la AiRef para calcular sus previsiones de población sea congruente con su hipótesis sobre la relación entre población y crecimiento y compatible con el modelo estándar de crecimiento, debe incluir necesariamente crecimiento y población como variables endógenas.

        Si repasa el paper “Predicting Spanish Emigration and Immigration” de Jesús Fernández-Huertas Moraga y Gonzalo López Molina que la AiRef que ha publicado con sus previsiones, podrá comprobar que la población se calcula en función de la evolución del PIBpc estimado para España por el Banco Mundial. Si la variable endógena es la población y la exógena el crecimiento, el modelo de la AiRef deja de ser compatible con el modelo estándar de crecimiento.

    • Juan Antonio Fernández Cordón el octubre 10, 2018 a las 12:29 pm

      Muchas gracias por sus comentarios, Andrés Soler. El INE dispone de técnicos de altísimo nivel, lo sé de primera mano, sin embargo las últimas proyecciones de 2016 son apenas más que un ejercicio de principiantes que no alcanza, ni remotamente, el nivel de las de la AIREF. Ignoro las razones de esta aparente contradicción. El problema de las pensiones es muy serio: se juega, literalmente, el sustento de millones de personas, que han aportado mucho a este país, y en particular sus cotizaciones. Si se toman decisiones que tienen consecuencias inmediatas muy negativas para los pensionistas, como se ha hecho en 2013, sobre la base de unas proyecciones de población a 40 años vista, debemos asegurarnos que estas son las mejores que entre todos podamos realizar. Y tener siempre en cuenta que nunca serán previsiones, sino que se cumplirán solo si se realizan algunas condiciones que pueden estar implícitas o incluso escondidas. Por ejemplo, y lo destaco en el escrito, la AIREF plantea como condición que las políticas migratorias permanezcan constantes. Si algunos de los iluminados que están empezando a tener poder ahora en la Unión Europea consigue que se cierren las fronteras, poco tendremos que hacer para evitar una ruina segura. Plantear unas proyecciones, si, como es el caso aquí, se hace con las debidas garantías técnicas, no solo no aporta confusión sino que ayuda a situar el problema y a la búsqueda de soluciones. De todas maneras, si observa el gráfico verá que lo importante no es tanto la cifra exacta a la que llegaremos, sino el indicador que nos puede guiar. La ratio entre no ocupados y ocupados muestra que, en realidad, el problema de las pensiones, tal como se nos presenta, no existe. Se trata solo de encontrar las vías de una adecuada distribución de los recursos. Un cordial saludo.

  2. Reyes de Blas el octubre 8, 2018 a las 1:57 pm

    Gracias por el post. Muy didáctico y, sobre todo, muy atinado. Habrá que discutir de todas formas sobre la evolución del saldo migratorio que propone la AIREF.
    La del INE, como siempre, se queda fuera de juego incluso con los datos ya disponibles en su propia Estadística de Migraciones, con un saldo en 2017 cercano a 200 mil personas.

    • Juan Antonio Fernández Cordón el octubre 10, 2018 a las 12:34 pm

      Muchas gracias por su comentario, Reyes de Blas. No hay que ser demasiado severo con el INE. Algunos organismos oficiales de estadística creen que deben ser lo más neutro posible y por eso se limitan a metodologías lo más «objetivas» posibles. Sin embargo también creo que el INE ha asumido que ese camino le acabaría dejando en la cuneta, sin credibilidad, y ha decido rectificar. Me dicen que las nuevas proyecciones, que están a puntísimo de salir, estarán repletas de novedades. Atentos.

  3. capra el octubre 9, 2018 a las 11:06 am

    En las 4 curvas dibujadas se observa un punto de inflexión hacia 2040 muy interesante del que parece que a nadie le interesa hablar. Ese punto de inflexión indica que a partir del 2050 aproximadamente todos los ratios mejorarán si ninguna osada política altamente imaginativa lo impide. Miedo me da.

    • Juan Antonio Fernández Cordón el octubre 10, 2018 a las 12:39 pm

      A Capra. Bien observado. En realidad lo que ocurre es que, cuando en una proyección se mantienen constantes algunas variables principales, se produce una tendencia a la constancia de los resultados a partir de un cierto momento. Se puede observar en las curvas de los cuatro indicadores.

  4. Andrés Soler el octubre 10, 2018 a las 3:46 pm

    Como dice Vd. el INE dispone de técnicos de altísimo nivel que saben muy bien que una previsión, proyección, estimación o como quiera llamarlo, a 50 años vista, no pasa de ser un ejercicio teórico puramente voluntarista. Supongo que por ello la Nota Metodológica de las proyecciones de población 2016-2066 comienza diciendo “Si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales, …..” El trabajo del INE es algo más que una simple proyección. Incluye una estimación de la evolución de la población proyectada, combinando diferentes escenarios de fecundidad e inmigración, que establece un rango de población entre un mínimo de 38,4 millones y máximos de 43,9 millones, en ambos casos, en el 2066.

    La AiRef plantea un modelo plausible, aparentemente más complejo, pero solo aparentemente, porque si se examina en detalle, resulta que no lo es, más allá de algunas excentricidades como la siguiente: “The term podt is the probability that an individual from country o migrates to country d at time t, also known as the emigration rate”, que ya me contará como se estima esa matriz de probabilidades. Ojo, una cosa es una matriz de probabilidades y otra una matriz de tasas de emigración “ex post”.

    Si continuamos observando en detalle el modelo de la AiRef veremos que dice: “The vector xodt contains the independent variables in the model. As mentioned in the introduction, in our case these are: (…) Economic conditions. We will proxy them by the log of the GDP per capita”. El desarrollo económico es una variable exógena.

    Con todos mis respetos a los expertos de la AiRef, los resultados del modelo diseñado son las cifras de población ajustadas a las previsiones de crecimiento del Banco Mundial, que supongo que no se han calculado considerando las cifras de población de la AiRef, y evidentemente a otras variables.

    Llegados a este punto, sinceramente me quedo con las proyecciones del INE que siguen una metodología clara, diáfana, no engañosa.

    Ya sé que en el reducido mundillo académico no está de moda cuestionar el trabajo de otros colegas, pero créame, o abrimos las ventanas y dejamos entrar un poco de pensamiento crítico o esto se pudre.

  5. Andrés Soler el octubre 13, 2018 a las 11:23 am

    El INE acaba de publicar sus proyecciones de población residente en España, actualizadas para los próximos 50 años, que sustituyen a las publicadas hace dos años. La proyección actual aumenta en nada menos que en 3.266.411 millones las cifras de población del año 2033, que pasan de 45.768.636 a 49.035.077, y en 7.377.292 las del año 2066, de 41.068.643 a 48.445.935.

    ¿Qué es lo que ha sucedido en los dos últimos para que se produzca un cambio tan sustancial en las proyecciones del INE? Es una pregunta oportuna porque no es sencillo aceptar que las cifras de población registrada en el último bienio han modificado tan sustancialmente la tendencia de los años anteriores como para justificar unos cambios tan espectaculares en los resultados finales.

    No quiero pensar que se trata, simplemente, de alinear las proyecciones del INE con las previsiones de la AiREf y las del informe Ageing Report 2018.

    En cualquier caso, lo que parece evidente es que cualquier de previsión o proyección demográfica a tan largo plazo es un brindis al sol.

    Por último, como la base de las propuestas de modificación del actual sistema de pensiones contributivas son las pesimistas perspectivas demográficas que ahora vemos que no son tan dramáticas, los pensionistas harán muy bien en seguir presionando para que les actualicen sus pensiones con el IPC real, y no caer en el engaño de las dichosas cuentas nocionales que algunos utilizan para camuflar el cambio del actual sistema de reparto al de capitalización.

    • Juan Antonio Fernández Cordón el octubre 13, 2018 a las 12:40 pm

      Efectivamente, el INE acaba de sacar unas nuevas proyecciones que difieren bastante de las anteriores. A la espera de analizar con más detalle los elementos que dan cuenta de esta diferencia, coincido con Vd en la conclusión: cualquier proyección por muy buena que sea, y la del INE lo es, debe ser tomada como un ejercicio que cuantifica algunas hipótesis y que, precisamente, permite actuar para evitar el resultado obtenido, una especie de «self denying prophecy», que es precisamente lo contrario del uso que se le da. Yo también animo a los pensionistas, aunque no necesiten que los animen, a seguir lo que es justo y posible.

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