Economistas Frente a la Crisis saluda el preacuerdo de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos

Saludamos con optimismo el preacuerdo alcanzado por PSOE y Unidas Podemos, con vocación de lograr una mayoría parlamentaria de progreso, e instamos al resto de las fuerzas políticas progresistas y de la sociedad civil a afianzar el cambio.

Frente al alarmismo histriónico de algunos grupos empresariales, mediáticos y de destacadas figuras políticas de la derecha, desde Economistas Frente a la Crisis consideramos que la orientación de la política económica que subyace al preacuerdo enfoca bien los ámbitos de actuación prioritarios para nuestra economía.

En reiteradas ocasiones, Economistas Frente a la Crisis ha recordado que las fuerzas progresistas tienen la responsabilidad de ponerse de acuerdo y unir esfuerzos para sacar adelante políticas transformadoras en beneficio de una sociedad más cohesionada. Las elecciones del 10 de noviembre han abierto la posibilidad real a un acuerdo que aborde los principales retos económicos, sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos.

Los programas económicos de PSOE y Unidas Podemos presentan amplios grados de coincidencia, tanto en el diagnóstico de la situación de la economía, como en las medidas necesarias. Y, sobre todo, la consistencia de los resultados de las distintas elecciones celebradas en 2019 evidencia que la mayoría social apuesta por políticas progresistas, más aún en un contexto de desaceleración económica y de emergencia climática.

Para dar respuesta a las demandas expresadas en las urnas, resulta imprescindible un acuerdo con vocación de largo plazo, que aporte concreción y estabilidad al cambio y que defina las políticas que deben transformar nuestro país, aproximándolo a los niveles de bienestar y equidad social de los países más avanzados. Más allá de la pluralidad de su composición, un gobierno ha de ser un instrumento para desarrollar un programa político, que fije las prioridades legislativas y consiga hacer posible lo necesario.

La elaboración y aprobación de unos Presupuestos que reflejen las prioridades políticas de la izquierda, en línea con lo que necesita la economía española en estos momentos, es ya inaplazable. Tras demasiados meses sin un gobierno con plenas capacidades, reclamamos un acuerdo que asegure permanencia y coherencia de la política económica.

Nada de esto puede ponerse en marcha sin antes reconocer la necesidad de que el Estado adopte un papel activo en la economía, a través de la regulación, de la planificación y de la gestión de la demanda mediante los instrumentos de política económica disponibles, de manera particular de la política fiscal. 

Mercado laboral, sistema fiscal, pensiones, pobreza infantil, acceso a la vivienda, transición ecológica –en particular, la reforma del mercado eléctrico- e igualdad de género deben ser, por tanto, los vectores de transformación sobre los que se centre el nuevo gobierno de progreso.

Un gobierno de coalición como el que se plantea mandaría una señal clara al conjunto de la Unión Europea. La mayor sintonía con otros socios europeos también facilitaría un cambio de las políticas comunitarias, de manera particular en las normas fiscales europeas, en el presupuesto europeo, en los objetivos medioambientales y en la negociación de los acuerdos comerciales.

Tenemos, junto a millones de ciudadanos, confianza en la rápida formación de un gobierno coherente y cohesionado y la puesta en marcha sin demora de medidas que atajen la desigualdad, la precariedad y la emergencia climática