El Banco Central Europeo, las Subastas de Liquidez y la Gobernanza Europea

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La segunda ronda de subastas de liquidez a largo plazo-tres años-, conocidas por su acrónimo ingles de LTRO,  ha tenido lugar con un número de participantes (bancos) mayor que la primera (800 frente a 500 bancos aproximadamente) y con un volumen superior al inicialmente estimado (530.000 millones de Euros). Las subastas de liquidez a largo plazo iniciadas con Mario Draghi, gobernador  de Banco Central Europeo (BCE),  suponen simplemente una extensión del vencimiento de las subastas de liquidez ya existentes (subasta de liquidez a medio y corto plazo). Esta simple diferencia quizás defina la singularidad de la medida: la liquidez ha dejado de ser un problema de un mes o dos meses para pasar a ser un problema de años.

En principio, el objetivo parece doble: evitar las dificultades de los bancos para refinanciar la deuda por vencer durante el año 2012 y permitir que el  crédito fluya proveyendo fondos para poderlos canalizar a través de préstamos a familias y empresas (consumo e inversión). Pero para muchos, existe un tercer objetivo encubierto y ligado al primero: apoyar la compra de deuda soberana europea y la capitalización de los bancos a través de crédito barato.  Estos dos puntos están íntimamente ligados. Dado que los bancos europeos son tenedores de gran parte de la deuda soberana de los países, una adquisición masiva de los bancos daría lugar a una mejora de los precios de esta deuda y una mejora del balance de los bancos. Por otra parte, se ha instado implícitamente a los bancos a aprovechar este crédito disponible para comprar deuda soberana europea. El incentivo para algunos bancos es real, ya que el diferencial entre deuda soberana a corto plazo y el coste del precio del crédito es positivo. Esto es un cuasi arbitraje. Si además consideramos los recientes esfuerzos por incrementar el Sistema de Estabilidad Europeo que permitiría a los bonos soberanos europeos recuperar parte de la prima soberana perdida en el último año, la operación es muy atractiva para los bancos: tome prestado todo lo posible y preste a su gobierno a un tipo mayor. Aquellos bancos más atraídos por el riesgo podrían incluso invertir en deudas soberanas de plazos mayores, haciendo efectivo un auténtico carry-trade. Obviamente, esto no está exento de riesgos. Ya en los primeros años de esta crisis la banca italiana acumuló compras de deuda soberana italiana financiada con crédito barato del BCE y en el último año sufrieron los vaivenes de la deuda soberana italiana.

Analizado este problema, la pregunta es si se conseguirá y en qué medida el objetivo de la canalización de parte de esta liquidez en el crédito a consumo e inversión. O si bien se quedará meramente en una refinanciación bancaria sin efectos (en el corto plazo) sobre la economía real. La respuesta es incierta. Probablemente en aquellos países donde el crédito fluye, éste fluirá más. El crédito puede que acabe mal distribuido entre países. Posiblemente pronto oiremos  quejas sobre el crecimiento del crédito desmesurado en la economía alemana y sus consecuencias inflacionistas (véase aquí). En otros países, como España e Italia, existe el peligro que estas inyecciones no se trasladen al crédito. El efecto de estas inyecciones se verá limitado a una simple refinanciación y restructuración de los balances de la banca. En el caso de España puede que incluso frene la reforma del sistema financiero iniciada hace menos de un mes.

Hasta hace muy poco, el debate sobre el sistema financiero europeo se centraba en una necesaria capitalización de la banca y la consecución de los objetivos de ratios de capital sugeridos por la Autoridad Bancaria Europea.  Algunos bancos habían iniciado ya la búsqueda de capital para ampliaciones y revisión/corrección de sus ratios de capital. Puede que las LTRO distraigan a la banca y gobiernos de la necesidad de mejorar la capitalización de la banca y sus ratios. Y esto último, no simplemente reduciendo el activo de los bancos. Por ello, quizás deberían de haber acompañado los LTROs con compromisos de ampliación de capital de algunos tomadores de crédito.

Las inyecciones de liquidez han comprado tiempo, han relajado las condiciones de crédito (para la banca, no para el consumo y la empresa) y han reducido las primas soberanas an algunos puntos.  Pero, puede que no haya iniciado aún el proceso de canalización del crédito a consumo e inversión en aquellos sitios donde más se necesita.

Pero tal vez haya una cuestión preocupante para la ciudadanía europea: la opacidad. Los bancos toma prestado dinero del BCE, cuya solvencia está avalada por los Estados miembros de la UE, al 1% de interés. Pero este crédito no está garantizado que llegue a ciudadanos y empresas. ¿Por qué estas transferencias cruzadas de renta a la banca? ¿Por qué no hacer que instituciones como el ICO acudan a estas subastas para garantizar el flujo del crédito? ¿Por qué la capitalización de la banca no se emprende desde el propio sector bancario con ampliaciones de capital? Todos (Estados, empresas y consumidores) queremos tener acceso a créditos al 1 % y tal vez podamos dar mejores garantías al BCE y mejor destino a los fondos.

Pero el estatuto del BCE lo impide. Este es el problema. El problema de la Gobernanza europea. Mientras tanto, las primas de riesgo de la deuda soberana drenan aún más la capacidad de gasto y el crédito no fluye.

Hoy, 2 de Marzo, la prima de riesgo para España en más de 300 puntos básicos. El diferencial sobre el crédito BCE, margen para los bancos. ¿Acaso no se trata de una inyección directa, aunque encubierta, de fondos públicos en la banca europea? Este diferencial drena la capacidad de gasto de los Estados, sanea la banca con fondos que son -désele la calificación jurídica que se quiera- públicos. El estatuto del BCE está siendo burlado en beneficio de los principales responsables de la crisis financiera, en detrimento de la solvencia de los Estados y del crecimiento. Esta es la política de los gobiernos conservadores europeos que controlan las instituciones de la UE.

ECONOMISTAS FRENTE A LA CRISIS

2 de Marzo 2012

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