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Julio Rodríguez López es miembro de Economistas Frente a la Crisis
El 14 de diciembre de 2012 el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los resultados del Censo de Población de España referidos al 1º de noviembre de 2011. Se trata del censo número 17 de los realizados, el primero de los cuales fue el de 1857. En 2011 destacaron, entre otros aspectos, el cambio metodológico introducido, el importante aumento experimentado por la población de España en el periodo intercensal y, sobre todo, el notable envejecimiento de la población respecto del censo de 2001.
Rompiendo la práctica precedente de publicación simultánea con el Censo de Población, el INE ha aplazado hasta abril de 2013 la publicación de los resultados del Censo de Vivienda de 2011. Esta última estadística presenta ahora el interés adicional de aportar información sobre las viviendas vacías existentes en España. Las cifras oficiales de población son las de los Padrones Municipales, que elabora el INE en colaboración con los ayuntamientos. La información que aporta el Censo de Población sirve, entre otras posibilidades, para realizar las previsiones a corto y medio plazo de la población y también para disponer de los factores de elevación que utiliza la Encuesta de Población Activa para extrapolar a toda España los resultados muéstrales.
El Censo de Población de 2011 no se ha realizado a partir de una información exhaustiva obtenida de los hogares por los agentes censales. El INE ha usado la información procedente sobre todo de los padrones poblacionales (fichero precensal) a la que se ha añadido un Censo de Edificios obtenido entre diciembre de 2011 y febrero de 2012, y una amplia encuesta de hogares (2,2 millones, 4,2 millones de personas). Con estos instrumentos se ha depurado el total de registros dudosos procedentes del Padrón y se ha estimado la cifra de población. Esta metodología, empleada también en otros países de la UE, ha supuesto un importante ahorro de gasto público respecto del método tradicional.
La población estimada existente en España a 1.11.2011 fue de 46,8 millones de habitantes. Esta cifra está casi 400.000 habitantes por debajo del resultado del Padrón Municipal de 1º de enero de 2012 (47,2 millones de habitantes), realizado este último solo dos meses después de la fecha de referencia del Censo. La diferencia de la población estimada en el Censo respecto de la obtenida con los padrones parece ser ahora inferior a la de censos precedentes, pero todavía resulta significativa. El aumento de población del Censo de 2011 sobre el Censo de 2001 fue de casi seis millones de habitantes, una variación del 14,6%. Dicha variación intercensal es la más intensa de las obtenidas en todos los Censos de Vivienda hasta ahora realizados.
El componente de población española creció en un 5,8% en el periodo intercensal, mientras que la población extranjera residente se multiplicó por 3,3 veces sobre la de 2001. Dicha población extranjera pasó de suponer el 3,9% de la población en 2001 hasta el 11,1% en 2011, con 5,2 millones de habitantes. Los mayores aumentos de población por autonomías fueron los de Baleares (30,8%), Canarias (22,9%) y Murcia (22,1%), y los más reducidos los de Galicia (2,9%) y Asturias (1,1%). El arco mediterráneo y las islas presentaron los aumentos mayores y el noroeste registró los crecimientos más moderados. Alicante, con un 20,5%, es la provincia con más presencia de la población extranjera.
La edad media de la población de España en 2011 fue de 41,5 años, año y medio superior a la de 2001. Respecto de 2001 ha crecido la población de edades comprendidas entre 40 y 64 años y se ha reducido la de edades situadas entre 16 y 39 años. La tasa de dependencia, o relación entre las poblaciones en edades no activas y la población de las edades consideradas activas se ha situado en 0,5 (0,485 en 2001).
Asturias es la autonomía con mayor edad media (48,3 años), mientras que Murcia tiene la edad más baja (38,7). Almería es la provincia más joven, con 38,3 años de edad media. La población de las edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, que aporta una creación neta de hogares significativa, ha descendido en un 5,6% sobre 2001. Esto supone una reducción de los hogares potenciales que pueden generarse, lo que afectará a la baja a la demanda de vivienda. Las ventas de viviendas también resultan afectadas negativamente por la importante emigración española al resto del mundo, iniciada en 2011 y que se ha reforzado en 2012. Menos hogares, mas viviendas heredadas, emigración, todo apunta a una menor potencialidad futura de las compras de nuevas viviendas.
Los datos de población obtenidos por el Censo de Población de 2011 avanzan, pues, nuevos problemas para la economía española. Los mayores aumentos de población y la presencia más significativa de extranjeros se han producido en los territorios en los que la burbuja inmobiliaria alcanzó los niveles más acusados. En dichos territorios es más elevado el número de viviendas no vendidas y también se presentan los más altos ritmos de ejecuciones hipotecarias derivadas de la mayor morosidad bancaria. Los resultados del Censo de Población de 2011 apuntan, pues, a la necesidad de diversificar mas la oferta productiva española y ello de forma generalizada en todo el territorio.