Entrevista a Jorge Fabra Utray, miembro fundador de Economistas Frente a la Crisis

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Esta entrevista es una versión de la entrevista realizada por Tomeu Ferrer / Enric  Català  a Jorge Fabra Utray @JorgeFabraU para eldiario.es en Barcelona el pasado 22 de Noviembre de 2013

  • La falta de competitividad no se debe a que tengamos trabajadores improductivos, sino empresarios ineficientes
  • En la energía eléctrica de origen nuclear e hidroeléctrico los costes son muy inferiores o los precios que por esa energía pagan los consumidores
  • Es patético que la alcaldesa de Madrid diga que la reforma laboral ha salvado el conflicto de la limpieza, cuando la reforma lo provocó

Jorge Fabra Utray visita Barcelona para reunirse con sus compañeros del colectivo Economistas Frente a la Crisis, un grupo de profesionales que ha asumido la tarea de ser el contrapunto a las posiciones liberales o neoliberales de colegas suyos y políticos. Con el rigor que le da haber ostentado la presidencia del Colegio de economistas de Madrid, haber sido presidente de Red Eléctrica de España (REE), y consejero de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), critica que los que con sus políticas desreguladores nos llevaron a la crisis afirmen que sólo ellos tienen la solución para salir de ella, y proclama que “otra economía es posible”.

¿El que ustedes se denominen Economistas Frente a la Crisis significa que quienes no forman parte de su asociación son economistas a favor de la crisis?

No, no… eso sería excesivo, pero lo cierto es que uno de los consensos que nos aglutina es considerar que las políticas que se están desarrollando son pro-cíclicas, contraindicadas para superar la crisis. Creemos que parten simplemente de un mal diagnóstico: no es sólo una crisis de oferta, es, fundamentalmente, una crisis de demanda.

¿Es simplemente un error?

En general este tipo de diagnósticos no son inocentes, sino que aprovechan la crisis como coartada para hacer lo que los intereses que gobiernan Europa y España siempre han querido hacer: la devaluación interna. Hay que tener cuidado porque cuando se habla de devaluación interna siempre se supone que también es devaluación de precios, y esta devaluación se ha centrado de manera muy radical en la devaluación salarial. Aunque luego, detrás de la reducción salarial y la caída de la demanda interna aparece también una situación peligrosa: la amenaza de la deflación.   

¿Visto lo visto, en qué punto de la depresión se encuentra España, estamos en una caída y rebote en V o más bien en una figura en L?

Es obvio que las macro magnitudes económicas no pueden seguir cayendo al ritmo en que lo estaban haciendo. Todas las depresiones presentan una gráfica tangencial respecto a un fondo que es difícil traspasar. Ya no se puede seguir cayendo más. Cuando se llega al fondo aparecen puntos de inflexión, algunos síntomas de recuperación de la actividad, pero ¡tan débiles! Sin que haya ningún estímulo fiscal que fortalezca esos movimientos, no se puede garantizar que esa débil reanimación sirva para solucionar en un plazo útil los problemas que tenemos, especialmente el paro.

Pero dicen en el Gobierno y la patronal que con el tiempo…

El tiempo es una variable esencial. Si en el 2015, 2016, 2017 estamos por encima del 20% de parados, con un 40% de parados jóvenes y tenemos más de 2 millones de hogares sin ingresos, esto no lo soporta la variable tiempo, es insoportable. ¡Por favor! que se utilicen otras palabras que no sean ofensivas cuando se hable de recuperación.

A pesar de las políticas económicas que se han adoptado, ¿qué acciones podrían aplicarse desde España para iniciar el resurgimiento?

En Economistas Frente a la Crisis estamos superando una primera etapa de resistencia a las políticas económicas que nos han impuesto desde la Unión Europea y que este gobierno ha abrazado de manera tan entusiasta. Entramos ahora en una etapa en la que tenemos que desarrollar nuestras propuestas para buscar una salida que no nos deje un paisaje tan desolador después de la batalla como el que nos están proponiendo. Y entre nuestras propuestas hay algunos elementos que son muy claros: por ejemplo, es necesaria una profunda reforma fiscal.

¿En qué sentido?

Los equilibrios fiscales hay que mantenerlos y hay niveles de deuda insostenibles. El problema no es que nosotros estemos de acuerdo con los desequilibrios. El problema es cómo esos desequilibrios deben ser gestionados. Y aquí los equilibrios se han gestionado con recortes del gasto público que han agudizado el problema de la demanda interna y con ello la crisis. Se ha intentado recuperar la demanda con devaluaciones salariales que estimulasen nuestra competitividad exterior y se ha utilizado la mejora del saldo comercial como una prueba de éxito de esas políticas de devaluación salarial, lo que no es exactamente así por dos razones. Primera, porque las mejoras no se han trasladado a precios, lo que muestra que nuestro dinamismo exportador no dependía de los costes salariales. Segunda, porque el sector exterior no puede compensar el efecto negativo de la caída de la demanda interna. Al final podríamos decir que en situaciones de recesión como la española, la mejora de la balanza de pagos es la prueba del 9 de que estamos en una situación de crisis. Siempre en las crisis pasa esto, disminuyen las importaciones, aumentan las exportaciones.

Por lo tanto hacen falta estímulos…

Sí, son necesarios estímulos fiscales que no produzcan un desastre en las cuentas públicas. Para eso es necesaria la reforma fiscal: hay que aumentar la capacidad de recaudación y gestionar el déficit público por dos vías. La primera, conseguir más ingresos para después, segunda, poder gastar más. Deberíamos enviar un mensaje que a veces es difícil de comprender: para que el Estado ingrese más de lo que gasta, tiene que gastar más de lo que ingresa. De alguna forma se ha de dar un empujón para que la economía coja inercia y pueda salir de su estado comatoso.  La necesidad de una reforma fiscal está justificada.

Ha citado un par de veces la reforma fiscal. ¿En qué debería consistir?

La reforma, además de acrecentar la equidad vertical y horizontal, debería acercar la capacidad recaudatoria de España a la media de nuestro entorno europeo. Estamos ocho puntos por debajo en recaudación sobre nuestro PIB, eso es tremendo. Si disminuyéramos este gap, con la lucha contra el fraude y con una mayor progresividad del sistema tributario como instrumentos, estaríamos en un muy buen camino.

Pero además de quejas, ¿tienen datos de este agujero en la recaudación?

Los datos son pavorosos: que las empresas del Ibex estén pagando entre 5 y 6 puntos menos que las Pymes en el impuesto de sociedades me parece increíble. Que haya habido grandes empresas del IBEX con tipos efectivos en el impuesto de sociedades cercano a cero no se explica.

¿Y qué otros cambios clave proponen?

Es necesario un cambio en el modelo productivo. Se ha de actuar a medio plazo. Hace falta innovación tecnológica, es increíble que los recortes se hayan cebado en estos sectores sensibles que tienen que ver con nuestra competitividad futura. Y en el corto plazo también por el efecto multiplicador del gasto.

¿En este aspecto hay sectores sobre los que se debería incidir?

Las nuevas tecnologías energéticas, por ejemplo, tendrían una cierta capacidad para substituir parcialmente el derrumbe de la construcción. Y aquí, en este país, se hace el disparate y el ridículo más espantoso: ha invertido en la primera generación de energías renovables a costes muy elevados y cuando esas inversiones empiezan a ser competitivas se deja de invertir en ellas.

Estratégicamente, ¿qué paso hemos de dar ahora?

Hemos de pasar de un período de resistencia a uno más propositivo. No se debe decir simplemente “no a la reforma laboral” o “no al contrato único”. Tenemos que expresar eso mismo en términos positivos. A la pregunta de cuáles son las instituciones del mercado de trabajo que hay que potenciar: clarísimamente la negociación colectiva y la ultractividad de los convenios. Todo eso hay que recuperarlo. La lucha contra el fraude fiscal, que se ha de realizar con nuevas técnicas. Cada euro que invertimos en un inspector fiscal reporta a las arcas públicas más de 20 euros. Y se ha de cambiar el IRPF de forma que el impuesto de la renta se combine con el del patrimonio y se convierta en un impuesto sobre la riqueza que puede contribuir mucho a la disminución del fraude y al aumento de la recaudación. El fraude no sólo se debe combatir con las inspecciones y las sanciones sino también con la implantación de técnicas modernas impositivas que aumente la eficiencia de nuestros sistema fiscal.

¿No le llama la atención que un economista progresista como Pedro Solbes presentara un plan para afrontar la crisis con medidas que subscribiría cualquier colega liberal o ultraliberal?

Sobre eso nosotros ya nos hemos manifestado. Menos mal que el presidente Zapatero no admitió que los recortes empezasen en 2009 porque estaríamos peor. Por lo menos en 2011 remontamos un poco, tuvimos una cierta recuperación del PIB, aunque luego, con la constitucionalización del déficit cero, nos plegamos a las políticas de austeridad a ultranza de la Unión Europea.

A nosotros nos parece mentira que con la experiencia que tenemos Solbes reivindique ahora posiciones que han sido puestas en cuestión por el Fondo Monetario Internacional y otros organismos internacionales y centros de estudios nada sospechosos. El valor de los multiplicadores del gasto para países como España podrían tener un valor claramente superior a 1 y en algunos sectores acercarse a 2. Es decir, por cada euro gastado desde las arcas públicas podrían llegarse a generar casi dos.

¿Pero siguen proponiendo austeridad?

No hay política económica que no parta de la austeridad, pero lo que nos proponen es otra cosa. Lo que nos proponen es despilfarro de los recursos productivos, de la fuerza del trabajo que significa también dejar capacidad ociosa en empresas y fábricas. Eso es despilfarro contractivo, no austeridad.

Y hablan de reformas, pero lo que están haciendo son contrareformas. A veces las palabras no son neutrales y, si lo permitimos,  nos quedaremos mudos. Por eso en Economistas Frente a la Crisis no estamos dispuestos a renunciar ni a la austeridad ni a las reformas, pero lo que nos proponen es despilfarro contractivo y contrareformas. Tenemos que recuperar el lenguaje.

La burbuja inmobiliaria y el consiguiente agujero bancario parece que lo hemos pagado los ciudadanos. ¿Desde el punto de vista de los economistas progresistas como se hubiera abordado este problema?

No me veo repentizando una solución. Pero es obvio que hubo un problema de supervisión bancaria. Está claro también que la burbuja inmobiliaria surgió por un problema de desregulación financiera. Ha habido prácticas irregulares en el comportamiento de nuestras instituciones financieras. Por lo tanto recuperar la supervisión, recuperar el control es fundamental. Se ha dicho que hemos perdido el sector inmobiliario, pero no lo hemos perdido, lo que nos ha pasado es que hemos caído en la cuenta de que estaba montado sobre una burbuja financiera. Por tanto se han de restablecer las buenas prácticas bancarias, que la desregulación ha contribuido a que hayan sido perdidas.

Y al hilo de esto, afirmamos que se ha de restablecer el flujo crediticio. Se acaba de proclamar que el rescate de la banca ha terminado en limpio. Nosotros preguntamos ¿para quién? ¿para los preferentistas? ¿para las pymes que no pueden financiar su tesorería?

¿Y al final eso nos lleva al paro?

La situación del paro es insostenible. El objetivo de la política económica ha de ser el empleo. Reducir el déficit fiscal no es un objetivo, es un instrumento que ha de ser sostenible a largo plazo, con una gestión en el corto plazo que no suponga la pérdida de estímulos ni agudice la desigualdad.  Estados Unidos o Japón,  son, en este sentido, otra forma de enfocar la gestión del déficit.

Alguien ha calculado que los servicios energéticos para los ciudadanos han incrementado su precio en un 50% en los últimos tiempos…

Se han encarecido mucho más, del orden del 80%.

Usted fue consejero de la CNE y ha dicho que nadie sabe claramente lo que le cuesta a las eléctricas fabricar un kilovatio.hora. ¿Eso deja la puerta abierta a todo tipo de abusos?

No recuerdo haber dicho eso, pero si no lo dije lo digo ahora. No sabemos lo que cuesta la producción de un kilovatio/hora en aquellas centrales que son retribuidas a través de un mercado que fue mal diseñado. Como no lo sabemos, tenemos que hacer estimaciones, y las más sensatas muestran que en el segmento nuclear y en el hidroeléctrico los márgenes son completamente intolerables. En el segmento nuclear los márgenes operativos pueden estar entorno al 200% y los costes fijos son ya muy bajos. Y eso es así porque las compañías productoras han recuperado sus inversiones por diferentes vías, a través de pagos regulados, a través de indemnizaciones y a través, durante muchos años, de la venta de la electricidad producida a precios muy superiores a sus costes remanentes.

En el sector de la gran hidráulica el tema es tremendo. La producción de electricidad a partir de los aprovechamientos hidroeléctricos es la transformación en electricidad de la fuerza cinética del agua que no es otra cosa que  un bien público que las empresas explotan mediante concesiones administrativas en régimen de exclusividad con fecha de caducidad desconocida.  Un maremágnum de contratos concesionales, que no se sabe si se han prorrogados o no impide saber cuando revertirán al Estado. Lo único que sabemos es que desde 1900 no ha caducado cási ninguna concesión hidroeléctrica. Esas centrales han estado recibiendo fondos por diversas vías: pagos regulados, indemnizaciones y precios muy superiores a sus costes. Por tanto, han recuperado largamente sus inversiones y pueden estar teniendo ahora, en conjunto, unos márgenes cercanos al 700%.

En la contabilidad de las empresas no encontraremos nada, son sociedades muy complejas, diversificadas, son multinacionales y tienen por tanto una gran maniobrabilidad contable… sin infringir la ortodoxia contable.

Lo que si se puede hacer es recuperar la seriedad de este país restableciendo la regulación bajo la cual los diferentes inversores hicieron las inversiones en las centrales. De esta forma estaríamos liberando entre 2.000 y 3.000 M€ procedentes de las centrales históricas. Habría también que hacer una profunda reforma que eliminara elementos regulatorios que sobran y son costosos como los sistemas de establecimiento de la tarifa antes conocida como TUR, Tarifa Último Recurso, ahora como PVPC. Este sistema de establecimiento de la tarifa eléctrica produce una inflación de entre el 10 y el 15% de los costes de la energía para el pequeño consumidor en relación con los precios del mercado. En fin, reformas como esta junto a la del mercado spot de la electricidad, que es incapaz de revelar  los costes reales del suministro de energía, y a otras muchas que han introducido costes que no aportan valor añadido alguno, se podrían llegar a liberar hasta 5.000 M€ al año que permitirían afrontar el problema del Déficit Tarifario de manera rigurosa y eficiente. Sé que esto es un problema muy grave para las grandes empresas eléctricas. Una auditoría regulatoria en el Sector eléctrico es imprescindible. Hay que restablecer los equilibrios e iniciar una transición inteligente para las empresas y para los consumidores. Para el país, en definitiva.

¿Y esto sin abrir el capítulo de las energías renovables?

Este tipo de energías mejorarían nuestro tejido industrial, crearían empleo de calidad, aliviarían nuestra balanza de pagos porque substituirán importaciones energéticas y , además, contribuirían al desarrollo tecnológico, a la innovación y nos situarían como un país puntero en este ámbito. Parece olvidarse que en la Unión Europea somos el país que tiene el mejor recurso autóctono, que es el sol. Parece mentira que los alemanes  dupliquen nustras inversiones solares, a pesar de que en Alemania una placa solar fotovoltaica tiene rendimientos que apenas superan el 50% de los rendimientos que esas mismas placas tienen en España. ¿Y qué hacemos en España?, recortamos drásticamente el futuro de este sector. Es un disparate.

En 1945 el gobierno laborista de Gran Bretaña creó la Seguridad Social como la entendemos actualmente. Contra lo que los expertos aseguraban, la gente dejó de ahorrar para sanidad o pensiones y la economía del país se reactivó. ¿Vamos ahora en dirección contraria?

Los economistas sabemos lo que significa reforma estructural y sabemos que el concepto se utiliza de manera engañosa. Se usa como un arma para volver a antes de 1945. Volviendo a su pregunta, la iniciativa de que habla tuvo un efecto redistributivo tremendo, porque ni las pensiones ni la seguridad social son gratis. Lo que pasa es que ese gasto se utiliza para aplicar una doble vía de redistribución de la riqueza, por el lado de los ingresos fiscales y por el lado del gasto público y eso es lo que ha permitido en Europa construir el Estado de Bienestar, que es lo que justifica la Unión Europea. Si no, ¿para qué la Unión Europea? Europa dejaría de ser un modelo para los europeos y para el resto del mundo.

La reforma laboral ha desequilibrado las relaciones laborales  en favor del empresariado. ¿Ha hecho esto que nuestros empresarios sean más competitivos en Europa, donde la relación entre empresas y trabajadores está más igualada?

Cuando hablamos de competitividad del trabajo debemos cuestionarnos, ¿es que tenemos trabajadores vagos o improductivos? Esto no es cierto. Lo que tenemos son muchos empresarios muy ineficientes. La competitividad del trabajo depende de la organización del trabajo y de la capitalización tecnológica y financiera de las empresas. Y al revés, que los empresarios puedan aliviar la presión  que ejerce la crisis sobre sus márgenes con la devaluación salarial es un incentivo a que relajen sus esfuerzos en la mejora de la organización del trabajo y a que relajen la capitalización tecnológica de sus empresas, la formación de sus trabajadores, los esfuerzos de diversificación o de búsqueda de nuevos mercados para competir con nuestro entorno. La devaluación salarial es, en definitiva, un incentivo perverso que esta destruyendo la capacidad potencial de crecimiento de nuestra economía.

¿Me pone un ejemplo?

Es casi patético oír a la alcaldesa de Madrid decir que la solución a la huelga de los limpiadores y limpiadoras ha puesto de manifiesto las bondades de la reforma laboral, cuando la reforma ha facilitado que aparezca el conflicto. Porque sin esa reforma las empresas no hubieran dado de repente el paso de poner en la calle a más de mil trabajadores después de haber recibido la adjudicación de las correspondientes contratas. A partir de ahí es indignante que se quiera aprovechar el conflicto para pedir que se haga una nueva regulación de la huelga, que es un derecho constitucional. Precisamente la huelga ha puesto de manifiesto que la reforma laboral estaba siendo utilizada de manera perversa por unas contratas oportunistas, con ofertas a la baja instadas por el ayuntamiento de Madrid.

En conclusión, la reforma laboral ha destruido la negociación y eso hace menos competitivos a los empresarios y a las empresas. La reforma es una incitación a que compitamos en base a salarios bajos, y ahí siempre habrá quien nos gane.

¿Tiene usted alguna explicación a la fijación de los empresarios españoles con los salarios cuando está demostrado que sólo representan aproximadamente el 10% de los costes de una empresa tecnológicamente bien dotada?

Me voy a limitar a hacer una cita de autoridad de un viejo maestro, José Luís Sampedro. Él dijo, «esta crisis es una manifestación más de la lucha de clases». Creo que esta obsesión en los salarios es una actitud atávica y clasista de no pocos empresarios. Pero en el fondo hay otro problema, más global, el de la gobernanza corporativa. El capitalismo se sustenta en sociedades anónimas, de accionistas episódicos que no ejercen sus derechos de propiedad como lo concebían nuestros maestros clásicos, desde Adam Smith a Carlos Marx. Esos derechos son ejercidos por ejecutivos que no son propietarios y que los pueden ejercer porque los propietarios de las acciones hoy están y mañana marchan, y ponen su dinero en empresas que no saben ni a que se dedican. No les importa que el consejero delegado tenga una retribución de diez millones y que se ponga bonus cada tres meses para coger el dinero y salir corriendo con políticas cortoplacístas.

La idea clásica de permanencia del empresario en el capital suponía que había interés en la mejora del producto, en la formación de los trabajadores, en su remuneración ligada a la productividad…. todo ello ha desaparecido con la gobernanza de las empresas por agentes que no son propietarios. Y son estos agentes, estos ejecutivos los que empiezan a conformar una nueva clase social que explica una  cultura empresarial atávica en la que los trabajadores y otros grupos de interés -la sociedad, en definitiva- cuentan muy poco. En nuestra economía estamos asistiendo a un problema de agencia extremo.

About Jorge Fabra Utray

Jorge Fabra Utray, Economista y Doctor en Derecho, es presidente y fundador de Economistas Frente a la Crisis. Consejero y miembro del Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear CSN (2017-19). Vocal Consejero de la Comisión Nacional de la Energía (2005-11). Presidente de Red Eléctrica de España (1988-98). Delegado del Gobierno en la Explotación del Sistema Eléctrico (1983-88). Presidente de la Oficina de Compensaciones Eléctricas OFICO (1984-87). Decano-Presidente del Colegio de Economistas de Madrid (1981-83).

11 Comments

  1. Entrevista a Jorge Fabra | La Cebolla el noviembre 24, 2013 a las 9:27 am

    […] Economistas Frente a la Crisis – Entrevista a Jorge Fabra Utray, miembro fundador de Economistas Frente a la Crisis […]

  2. Josep Illa el noviembre 24, 2013 a las 6:19 pm

    Hay que difundir a todo trapo estos contenidos. Aprenderlos de memoria. No olvidarlos. Y esperemos que más pronto que tarde llevarlos a la práctica.

  3. Gustavo Medina el noviembre 24, 2013 a las 6:44 pm

    Chapeau!

  4. xanbaldaio / juan nogareda el noviembre 24, 2013 a las 8:34 pm

    Reblogueó esto en alter egoy comentado:
    Otro modo de interpretar la realidad socioeconómica que padecemos: Economistas Frente a la Crisis: http://economistasfrentealacrisis.wordpress.com/

  5. Ginés Vidal el noviembre 25, 2013 a las 11:40 am

    Para ilustrar la entrevista se puede ver la película EL CAPITAL , que Costa-Gavras dirigió en 2012 y que es un buen reflejo de cuestiones esenciales del funcionamiento del capitalismo financiero de hoy día y que tan bién se manifiestan en la entrevista.

  6. Julio Rodriguez López el noviembre 25, 2013 a las 3:15 pm

    Necesitaré algún tiempo para asimilarla, tras una lectura tranquila. Me parece en principio una entrevista importante.

  7. Kristie F. Haley el noviembre 26, 2013 a las 9:13 pm

    Un primer aspecto que hay que tener en consideración respecto a esta crisis es que en gran medida es resultado de la política monetaria que ha aplicado el gobierno de EU en los últimos años 4 . Así, es conveniente considerar, en primer lugar, que en plena recesión económica a fines del año 2000, la Reserva Federal (la FED), decidió bajar la tasa de interés de Fondos Federales (Federal Funds Rate) desde el 6.5% a 1% . Asimismo, la tasa hipotecaria fija a 30 años bajó en 2.5 %, pasando de un 8% a 5.5%; y las tasas de interés ajustables a un año pasaron de 7% a 4% (Federal Reserve Board “Statistics: Releases and Historical Data”, 2008) Estas tasas tan bajas dieron lugar a que los bancos pudieran ofrecer créditos hipotecarios muy baratos, lo que muchas personas aprovecharon para comprar casas; generándose una demanda inusitada de bienes inmobiliarios, que en poco tiempo provocó un incremento impresionante en el precio de ese tipo de bienes. Pero el escenario cambió a partir de 2004, año en que la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a subir los tipos de interés para controlar la inflación. Desde ese año hasta el 2006 el tipo de interés pasó del 1% al 5,25%. El crecimiento del precio de la vivienda, que había sido espectacular entre los años 2001 y 2005, se convirtió en descenso sostenido. En agosto de 2005 el precio de la vivienda y la tasa de ventas cayeron en buena parte de los Estados Unidos de manera abrupta. Las ejecuciones hipotecarias debidas al impago de la deuda crecieron de forma espectacular, y numerosas entidades comenzaron a tener problemas de liquidez para devolver el dinero a los inversores o recibir financiación de los prestamistas.

  8. pau el noviembre 28, 2013 a las 1:39 am

    Toda la vida escuchando de ingenieros que la energía nuclear es la más onerosa y ahora usted dice que es una de las más baratas. Lo cierto es que ninguna compañía eléctrica, eso lo sabe muy bien Sarkozi, que intentó construir de nuevas, quiere hacer frente al gasto que representa, eso sin contar el ulterior que nadie sabe cómo solucionar y de dónde sacar el dinero. Sarkozi, Cameron y unos cuantos más por cierto.
    Usted, como buen economista que es, debería saber (y estoy seguro que así es) que una industria también hay que amortizarla, de vez en cuando modernizarla y, sobre todo, cubrir los costes que ocasiona en su entorno. Y, por lo visto, nadie quiere hacerse cargo de todo eso cuando se le invita a construir una central de esas.

  9. Effie L. Richmond el noviembre 28, 2013 a las 11:25 pm

    Las estanterías de las secciones de negocios de las librerías están repletas de libros que analizan las estrategias de empresas exitosas. Empresas con rentabilidades extraordinarias o sostenidas en el tiempo son diseccionadas a la búsqueda de estrategias o modelos de organización que otras empresas puedan replicar o adaptar para triunfar. Mención aparte reciben los empresarios visionarios, aquellos que reconocieron una oportunidad única allá donde otros sólo veían un seguro fracaso. En libros, entrevistas, o conferencias estos visionarios predicen cuál será la próxima innovación disruptiva, tarea predictiva en la que comparten la atención con los “oráculos”: inversores, analistas, o “futurólogos” que predijeron la última crisis, el sector que experimentaría un crecimiento extraordinario o el inesperado éxito de un producto o empresa.

  10. fbbjl35 el diciembre 8, 2013 a las 3:20 am

    Los mercados financieros son un casino , la banca los jugadores y gobiernos empresas y personas las fichas El juego financiero tendría ser declarado ilegal .
    La distribución de alimentos , el suministro de agua , de energía , o la circulación del dinero , no pueden ser utilizados con la prioridad de obtener un beneficio en lugar de prestar un servicio , y si es así , se tendría que perseguir , con una contundencia proporcional al daño , perjuicio , o la potencial amenaza que pueda suponer .
    Los partidos políticos , son las herramientas con las que el poder económico consigue las leyes que le favorezcan . A los partidos , que son instituciones privadas , no se les debería permitir , el poder acceder al control de los países , debiendo ser sustituidos por políticos independientes que se fiscalizasen mutuamente . Con ello se conseguiría controlar al poder económico . Ese seria el primer peldaño para conseguir corregir el rumbo que conduce a los acantilados . Quizás alguien piense , que cuando la situación sea lo suficientemente grave , el capital reaccionará . Lamentablemente el capital es un parásito suicida , ya que no solo se alimenta de su huésped , si no que lo debilita , lo enferma , y conseguirá que muera aunque ello suponga su propio final .
    Alguien llegado de otro universo , al conocer la reciente historia de la humanidad , se pregunto ……….. Como es posible , que de un cerebro tan pequeño , pudiese haber surgido tanta estupidez . Como tantos , han permitido , e incluso colaborado , para ser victimas de tan pocos . FBBJL*35
    http://fbbjl35.wordpress.com/2013/06/29/una-curiosa-similitud-o-mas-bien-sospechosa-coincidencia/

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