En un artículo publicado recientemente en el Financial Times (G. Hammond, “De como el mercado de la vivienda en propiedad en Londres se convirtió en una heredocracia”, 20.1.2022) se comenta como los precios de las viviendas se cuadruplicaron en Londres entre 1996 y 2010, y como han continuado creciendo después. Los precios de las viviendas se han disparado mientras que los niveles salariales han quedado muy atrás. La oferta de nuevas viviendas ha crecido menos que la demanda. La regulación financiera que afecta a los préstamos hipotecarios se ha endurecido como consecuencia de la crisis iniciada en 2008. Esto ha limitado el acceso a la financiación bancaria de la compra de una vivienda. En las presentes circunstancias, sin una ayuda de los padres, los jóvenes que acceden por primera vez a una vivienda están condenados a situarse en los niveles inferiores en la escala de la vivienda.
La fría realidad es que nunca ha resultado tan difícil como ahora acceder a una vivienda en Londres para los hogares citados. En 1993 el precio medio de una vivienda en Londres ascendía a 122.000 libras, un 50% por encima del precio medio de la vivienda en el Reino Unido. En 2022 dicho precio medio ascendió a 462.070 libras, el doble del precio medio de la vivienda en el resto del Reino Unido.
En 2021 el precio medio de una vivienda en Londres equivalía a catorce veces el salario medio. Un nivel tan elevado destruye la posibilidad de acceder a la vivienda en propiedad para la mayor parte de los jóvenes hogares. La situación la complica el que los salarios reales hayan retrocedido en Londres en un 8% en los últimos siete años. Tras la crisis financiera de 2007-08, los bancos británicos son reacios a asumir riesgos. De ahí que la relación préstamo /valor en los préstamos para compra de vivienda se ha reducido sustancialmente.
En este contexto quienes pretendan acceder a una vivienda deben de hacer una aportación sustancial, pues el préstamo del banco no supera el 60% del precio de venta de la vivienda. Para reunir un pago de entrada tan elevado, los jóvenes hogares tienen que contar no solo con su ahorro, sino también con alguna herencia, con algún ingreso excepcional, como la venta de la vivienda de la abuela, y también con la ayuda de los padres, lo que en el Reino Unido se denomina como “el banco del padre y de la madre”.
La fuerte carestía de la vivienda en propiedad en Londres empuja a los aspirantes a compradores hacia el mercado del alquiler, en el que ha habido importantes aumentos de precios en los últimos años. El elevado alquiler a pagar por vivir en Londres reduce la capacidad de ahorro de los jóvenes hogares para acceder a la vivienda en propiedad.
Los jóvenes que pueden comprar una vivienda en Londres son sobre todo quienes tienen una herencia y también los que reciben ayudas sustanciales de sus familias. Quienes no tienen herencia o no pueden recibir ayudas sustanciales de sus familias no pueden acceder a una vivienda en propiedad en Londres. Se considera que la inaccesibilidad a la vivienda equivale a una ruptura del contrato social.
La situación del mercado de la vivienda en propiedad en la capital de España se parece a la de Londres, aunque los datos resultan menos espectaculares. El precio medio de la vivienda en Madrid capital equivalía a doce veces el salario medio anual en 2022. El comprador debe tener ahorrados cerca de 72.000 euros para cubrir la parte del precio que no cubre el préstamo hipotecario en el caso de una vivienda de 90 metros cuadrados construidos. La herencia y la ayuda familiar resultan también imprescindibles para acceder a una vivienda en propiedad en la capital de España.
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Una versión de este artículo se publicó en la revista semanal El Siglo de Europa de 10 de febrero de 2023. Se publica en esta WEB con autorización del autor