La receta Neoliberal explicada con el lenguaje de los derivados financieros

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Por David Peón, (@caralladas76) Profesor de Finanzas en la Universidade da Coruña, miembro de Economistas Frente a la Crisis

El objetivo de este artículo es emplear el lenguaje de las opciones financieras para explicar cómo la política económica actual podría asimilarse a una estrategia de ‘activo sintético’ (en inglés, synthetic long stock, SLS). Mediante el uso de este lenguaje financiero puede mostrarse claramente de qué manera la receta es asimétrica entre agentes sociales: supone la quiebra del ‘contrato social’ existente previo a la crisis, beneficiando a unos y perjudicando a otros, y haciendo recaer los costes de la presente y futuras crisis sobre los más débiles: asalariados, pensionistas, desempleados…

Para mejor comprensión del lector no familiarizado con los derivados financieros, comenzamos el artículo con una breve introducción sobre derivados en la sección I, en la sección II describimos en estos términos el contrato social previo a la crisis, en la sección III comparamos las políticas económicas implementadas con una estrategia de ‘activo sintético’, y finalmente en la sección IV describimos de qué manera la nueva estrategia no sólo es asimétrica entre agentes sociales, sino que lejos de establecer la compensación requerida a cada una de las partes según la teoría de opciones, impone cargas adicionales sobre los sectores más débiles.

I.- Teoría de opciones. Estrategia de ‘Activo Sintético’

Las opciones son un tipo de derivado financiero que dan al poseedor el derecho a comprar (opción ‘call’) o vender (opción ‘put’) en una fecha futura un activo financiero concreto (por ejemplo, una acción bursátil), denominado subyacente (S), a un precio pactado de antemano, denominado precio de ejercicio o strike (X). Es decir, en lugar de comprar hoy en bolsa acciones de Telefónica, usted puede acordar que, en una fecha futura, usted las comprará, si le conviene, a un precio pactado de antemano.

A efectos del presente artículo no necesitamos saber mucho más de opciones. Simplemente, que estas serían las 4 posiciones básicas que un inversor en opciones podría adoptar, dos ‘largas’…

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… y simétricamente, dos posiciones ‘cortas’:

2Las posiciones largas (long call y long put) dan derecho a ejercitar la opción cuando nos sea favorable, y no ejercitarla cuando nos perjudique. Por ello, las posiciones largas son estrategias siempre ganadoras: como se aprecia en la gráfica, uno sólo puede ganar o ‘no perder’. Las estrategias cortas, al contrario, obligan a su poseedor a cumplir los términos del contrato cuando el poseedor de la posición larga lo exija. Por ello, son estrategias siempre perdedoras: uno sólo puede perder o ‘no ganar’.

Evidentemente, en estos términos, ningún inversor racional estaría dispuesto a contratar una posición corta y todos estaríamos interesados en las posiciones largas. La solución estriba en que el comprador de la opción (posición larga) paga un precio, llamado prima, al vendedor de la opción (posición corta) a cambio de ese derecho. La prima es el justi-precio que permite equilibrar, ex ante, las perspectivas de adoptar una posición corta o larga. El resultante para los cuatro perfiles de opciones, incluido el pago (o cobro) de la prima es entonces:

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La utilidad de las opciones es permitir la transferencia de riesgos de unos inversores a otros, unos especulando con el movimiento del mercado y otros cubriéndose de esas mismas eventualidades.

Las opciones se pueden además combinar. Una de las estrategias más simples es la de activo sintético: combinando un long call y un short put (es decir, comprando un call pagando una prima y vendiendo un put ingresando la correspondiente prima) se obtiene una posición idéntica a comprar el activo subyacente. Es decir, es idéntico comprar una acción de Telefónica que comprar un call y vender un put con el mismo precio de ejercicio. Gráficamente:

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II.- El ‘contrato social’ antes de la crisis

El pacto social antes de la crisis en una economía de mercado con estado de bienestar como la nuestra o las europeas era el siguiente. Una parte de la sociedad (llámese empresarios, emprendedores, el capital…) está dispuesto a asumir los riesgos inherentes a cualquier actividad empresarial a cambio de una expectativa de beneficios superior. Es decir, en la teoría de opciones antes descrita, este sector de la sociedad adopta la posición equivalente a invertir en el activo subyacente, ganando durante los años favorables del ciclo económico y asumiendo las pérdidas en recesión (llamémosle posición 1):

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La otra parte de la sociedad, incluyendo trabajadores asalariados y beneficiarios del estado de bienestar (pensionistas, parados, estudiantes…) no asume riesgos, pero tampoco los beneficios superiores de la economía cuando las cosas van bien. La remuneración percibida por este sector –salarios, estado de bienestar (educación y sanidad públicas) y protección social (pensiones y seguro de desempleo)- garantiza una remuneración independiente del ciclo económico que, en el lenguaje financiero del apartado anterior, podríamos equivaler a la remuneración del activo libre de riesgo (llamémosle posición 2):

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La norma básica fundamental en toda economía de mercado que se ha quebrado en esta crisis es precisamente el de “que cada palo aguante su vela”: que los beneficios en tiempos de bonanza sean para unos pocos, mientras las pérdidas las asumimos entre todos (rescates bancarios, concesionarias de autopistas, políticas rentistas, subvenciones a sectores en declive…). Ello no hará sino incrementar el riesgo moral (moral hazard) en el futuro.

III.- La receta neoliberal: una estrategia de activo sintético socialmente asimétrica

El pacto social antes descrito resultaba favorable a los intereses del primer grupo si los periodos de auge son largos, la productividad y los márgenes empresariales elevados, y las recesiones cortas y poco habituales. Pero al hecho de sufrir la peor recesión desde la Gran Depresión se suma la preocupación de que en el futuro los crecimientos de productividad y los márgenes empresariales sean menores, y las crisis económicas y de beneficios empresariales más frecuentes. Así que el pacto social, al primer grupo, ya no le parece un buen negocio.

La receta neoliberal impone transformar la posición 1 en su equivalente activo sintético, pero asignando el long call a grandes empresas y multinacionales y el short put a asalariados, pensionistas y desempleados:

a) los rescates bancarios y a concesionarias de autopistas, las políticas de generación de rentas en sectores regulados (déficit tarifario, peajes solares, registradores y notarios…) y otras medidas mitigan las pérdidas en recesión de las grandes empresas trasladando el coste al contribuyente. Con todo, el principal trasvase de riesgos del primer sector al segundo lo constituyen las sucesivas reformas laborales: en periodos de auge, el empresario obtiene todos los beneficios; en recesión, el trabajador asume los riesgos en forma de despido (no es de extrañar que en el ideal de la CEOE, tal despido debería ser libre y gratuito). Traducido al lenguaje de opciones, al primer grupo se le está facilitando una opción long call (posición 3)…

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b)     mientras a las clases sociales, simétricamente, se les impone un short put (posición 4)…

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…soportando los costes en recesión por las razones antes citadas (incremento de deuda pública por los rescates, reforma laboral) y por más razones adicionales: reforma de las pensiones, recortes en educación y sanidad, privatizaciones, exclusión social, desigualdad…

En este esquema, los únicos que mantienen la posición 1 son autónomos y pymes: a ellos no los rescatará nadie, ni se les asignan políticas de rentas, difícilmente se beneficiarán de reformas laborales (desde luego no los autónomos) y para ellos sí que vale aquello de “cada palo que aguante su vela”.

IV.- De política asimétrica a burla

La estrategia anterior es asimétrica e impuesta a los sectores más débiles de la sociedad bajo el dogma ‘no hay alternativa’. Con todo, puesto sobre la mesa, la transformación del contrato social en un long call para unos y short put para otros podría ser aceptable si cada parte paga (cobra) el precio justo por la opción asignada. Traduciendo: si los beneficiados por la transferencia de riesgos están dispuestos a abonar una compensación a cambio de su nueva posición, mientras las clases sociales reciben una compensación por los nuevos riesgos y costes asumidos.

Estableciendo un precio justo ambas partes salen ganando y perdiendo en distintos contextos económicos. A la postre, la política implementada supondría una transferencia de riesgos a las clases sociales a cambio de una mayor participación de éstas en los beneficios en tiempos de prosperidad. En políticas concretas, dicha compensación podría consistir, por ejemplo, (i) en que las rentas de capital y los beneficios empresariales soportasen mayores tipos impositivos, contribuyendo en mayor medida al financiamiento del estado del bienestar y, en particular, a la sostenibilidad de las pensiones; (ii) mayores salarios y complementos (conciliación, etc.) para los trabajadores; o (iii) a establecer mecanismos de participación de los trabajadores y clases sociales en los beneficios empresariales en los ciclos favorables de la economía.

Lejos de tal cosa, la receta neoliberal no sólo no sube los salarios sino que impone la devaluación salarial, e impone que la sostenibilidad de las pensiones sea garantizada vía recorte de derechos sociales (retraso edad de jubilación, pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, etc.), manteniendo como dogma inmutable que las pensiones se financien con cotizaciones sociales y no vía impuestos. Traducido al lenguaje de opciones, al poseedor del long call no sólo no se le está exigiendo que pague la prima correspondiente sino que obtiene mayores ingresos a cambio (rebajas salariales, políticas rentistas), mientras que el poseedor del short put no sólo no recibe la correspondiente compensación, sino que se le imponen mayores cargas adicionales. Gráficamente:

9La política es clara: la primera estrategia es siempre ganadora, la segunda siempre perdedora. El capital siempre gana; las clases sociales siempre pierden. ¿Sigue usted sorprendido ahora de que el Ibex roce los 10.000 puntos con el paro al 27%? La solución a la crisis es un caramelo para el primer grupo y un robo al segundo. Más aún, la dimensión de tal burla no está tanto en los costes que la gran mayoría de la población está asumiendo en la presente crisis (que también), sino en que la receta neoliberal sienta las bases de una transferencia de riesgos de las grandes empresas al resto de la sociedad a coste cero para las primeras, garantizando que las futuras crisis sean también una burla al ciudadano medio.

10 Comments

  1. dani...él el noviembre 16, 2013 a las 11:04 am

    En nuestra sociedad piramidal y de castas hay unos estratos que tienen una posición dominante respecto a otros. En el mercado de opciones hay instituciones financieras con recursos de capital infinitamente superiores a los de otros agentes que se pueden permitir el lujo hasta de vender títulos y embolsarse la prima a falta de ejecución por la otra parte. La casta financiera asume potenciales pérdidas ilimitadas sabiendo que por otra parte tiene beneficios infinitos. Está por todos lados y en términos agregados acaba ganando las primas que le sirven en bandeja todos los primos que intentan predecir un futuro negro con su bola casera.

  2. Dubitador el noviembre 17, 2013 a las 1:09 am

    En definitiva… que el capitalismo popular sera siempre un timo.
    Las pensiones privadas, la sanidad privada, la educacion privada… seran siempre un timo.
    Los pagos son inmediatos y concretos, pero el retorno está condicionado a como esten las cosas en el momento dado.

  3. Anton Novas (@antonovas) el noviembre 17, 2013 a las 12:54 pm

    Lo realmente asombroso de esa estafa es que se hace con el apoyo electoral de mayorías ignorantes trabajadores y con el apoyo empresarial de los llamados a pagar la juerga que son las PYMES…

  4. Javier el noviembre 17, 2013 a las 1:04 pm

    Ninguna novedad. A esto se le llamaba antes Capitalismo, Liberalismo económico…..el problema es que se nos ha confundido durante muchos años -los años del temor al comunismo- y ahora nos sorprendemos al enterarnos de que, sí, esto era, esto es el Capitalismo….

  5. dpeon el noviembre 17, 2013 a las 10:23 pm

    El artículo no descubre nada nuevo, efectivamente. La intención es emplear el lenguaje llamemos ‘ortodoxo’ de quien nos dice que «esto es lo que hay que hacer» para comprobar el resultado con sus propias palabras. Si dices «están quitándole a los pobres para dárselo a los ricos» te llaman rojo; si dices «nos engañan para conseguir lo que les interesa» te llaman heterodoxo e ignorante; si muestras, con el lenguaje de las opciones financieras, que quienes están tomando las decisiones se están saltando las leyes del mercado que dicen defender (cosa cierta, pero sólo cuando les beneficia) entonces… entonces aún estoy esperando a ver que contestan.

    Por último, y también en relación a los 4 comentarios anteriores, lo que se está evidenciando es que crece el descontento con este sistema y esta forma de hacer política; el problema está (y por eso quizá «trabajadores y Pymes» sigan votando como votan) en que no hay una alternativa clara. Y desde luego, se hacen menos esfuerzos de los que se deberían en explicar esa(s) alternativa(s) y muchos esfuerzos en cambio en criticar a los que están, suficientemente desacreditados ya.

    Saludos y gracias por los comentarios.

  6. Jose Candela Ochotorena el noviembre 18, 2013 a las 1:11 pm

    Vaya por delante, que me encanta la elegancia del artículo. El problema es que los debates de verdad son políticos, en torno a relatos morales y no a cálculos. El simple olvido de la doctrina del contrato de trabajo: «protección frente a una relación desigual». La protección social, como «reconocimiento de un punto de partida desigual», que incluye la desaparición de la tributación sobre herencia y patrimonio… Todas esas cesiones hacen muy difícil, hoy en día, retomar debates expuestos en términos tan abstractos como éste.

  7. pepe el noviembre 20, 2013 a las 1:24 pm

    El contrato social es una suposición
    El pacto social está mal entendido.
    El liberalismo no dice eso.
    El objeto de crear empresas es obtener el máximo beneficio con los medios de los que dispongas ( incluido los humanos).
    Si hay crisis modificas los medios y te adaptas a la misma o cierras la empresa.
    Lo de garantizar sueldos es un cuento chino que puede servir para explicar o llevar a la gente al convencimiento de otras teorías.
    Duro pero…?

  8. fbbjl35 el noviembre 20, 2013 a las 10:55 pm

    Inicialmente , los antiguos reinos , la corona , eran los dueños de los países . Con el tiempo , la riqueza de algunos mercaderes creció , con ello consiguieron poder e influencia , y cual parásitos , se fueron nutriendo de la mayor parte de los bienes que eran propios de los países .
    La mina de Almadén en 1523 es gestionada por la corona española , pero Carlos I para afrontar los gastos de su coronación , recurrió a banqueros alemanes ( que casualidad Alemania también en este asunto ) los Függer , y como compensación , recibieron la concesión de la mina . Este es solo un ejemplo de muchos otros , como el de la URSS , donde el país patrimonio absoluto del estado , a la caída del sistema , se repartió en acciones entre los ciudadanos , pero finalmente las empresas importantes , la explotación de petróleo etc. fueron a parar a manos de unos pocos . Bien la cuestión es como defenderse del capital , el capital para poder hacer lo que hace le es imprescindible controlar los gobiernos , para que estos promulguen las leyes que les permitan actuar conforme a sus intereses , lo que consiguen intimidando , coaccionando , comprando , amenazando , o incluso si todo lo anterior ha fallado utilizando la fuerza . La forma de impedirlo , es quitándoles el control sobre los gobiernos , de ese modo se les quita su poder .
    ¿ Como conseguirlo ? fomentando en los ciudadanos el rechazo al sistema de partidos , y la demanda de un sistema de independientes , también promoviendo que en otros países ocurra lo mismo , para que sean un bocado tan grande que al poder económico se le atragante , y no solo no pueda hacerles frente , si no que quede supeditado al interés general , que es tal y como debió haber ocurrido siempre .
    Bueno lo aquí reflejado no es mas que un comentario , seguramente equivocado
    FBBJL*35 http://fbbjl35.wordpress.com https://twitter.com/FBBJL

  9. Alvaro Lara el noviembre 27, 2013 a las 3:49 pm

    Un artículo muy original por un lado (aunque se podría explicar lo mismo con otros modelos, es un acierto vincularlo al funcionamiento de los mercados de futuros) y escalofriantemente esclarecedor por otro. Enhorabuena.

  10. Andres el noviembre 27, 2013 a las 5:28 pm

    Somos una especie de naturaleza devoradora donde el bien propio prima sobre el bien común, por eso no hay un sistema que realmente sea mejor o peor que otro, hoy sólo estamos viendo el resultado del comportamiento común del ser humano, somos una raza supuestamente civilizada y tecnológicamente dominante en el planeta, sin embargo los animales conviven mejor entre ellos que nosotros mismos, vamos en un viaje sin retorno hacia un lugar incierto, sobre población mundial, explotación de recursos no renovables excesiva, contaminación del aire y del agua, aumento de tierras cultivables y deforestación de bosques, el planeta es el mismo y no se recupera por el ritmo acelerado al que vamos cabalgando los seres humanos, estamos generando todos los ingredientes para la receta perfecta de nuestro propio veneno, buscamos desesperadamente otros planetas habitables y no cuidamos el que ya tenemos, es una realidad dura pero cierta, alguna vez leí un artículo que exponía que lo mejor que le podía pasar al planeta era una nueva extinción masiva, exposición incomprendida en su momento por lo molesto de sólo pensar en la muerte de tantas personas y especies, sin embargo viendo hoy 15 años después hacia donde va la humanidad, quizás sería un medio drástico pero menos oscuro, considerando que al ritmo al que vamos en menos de 100 años podríamos presenciar una revolución mundial impulsada por la necesidad de tener agua para el consumo y alimentos, yo invito a cada persona que lea este artículo a investigar sobre lo que esta pasando con los océanos, en las costas americanas están muriendo especies coralinas a una velocidad que hasta los mismos biólogos marinos no dimensionan , el océano cada ves es más alcalino, y recordemos que si el océano muere, por la pérdida del plantón, es el fin, la guerra de los próximos años será no por petróleo ni oro, será por agua potable.

    Los sistemas sociales pueden cambiarse, nosotros podemos comenzar a pensar diferente y ser más conscientes frente a nuestro hábitat cercano, en cuanto al tema en cuestión, creo que la mejor alternativa es volver al concepto de nuestros abuelos, que vivían con lo que tenían y no se endeudaban, cuando yo tengo que comprar algo con dinero que no he generado, ya estoy en déficit, puede sonar tonta esta explicación pero es la más sencilla para entender que el sobre endeudamiento de las personas y los países es también una de las causas de la crisis actual, no hay que vivir de apariencias, no es rico quien todo lo debe, ni es calidad de vidad saber que todo lo que tienes le pertenece a un banco x, el sistema se desfazo desde el momento en que se volvió un adicto al crecimiento desmesurado, lo que ha generado excesos que buscan a como de lugar generar los medios para producir más y más utilidades, los derivados son una clara muestra de esto, queremos tener dominio hasta del futuro de las cosas, por eso queremos tener todo bajo control.

    En resumen hay que volver a la época de gastar menos, guardar un poco y vivir el día a día parando ser un esclavo de las deudas.

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