Las fantasías del fracking o la adicción al petróleo a través de los combustibles no convencionales.

Share

Por Jordi Ortega, 20 diciembre 2012

Un camino equivocado hacia la independencia energética.

Los efectos del huracán Sandy pusieron, al final de las presidenciales de Estados Unidos, el cambio climático en la   campaña electoral. El descubrimiento de combustibles no convencionales se percibió como una gran oportunidad para  reducir la dependencia energética, mejorar la balanza de pagos y, lo que es más importante para los republicanos, realizar una  política con un fuerte contenido doméstico que permita  -gracias a la independencia energética que se prevé en el 2020-  retirarse de Oriente Próximo. Lo que supondría un cambio en el tablero geopolítico -hasta ahora asentado en las relaciones transatlánticas.

Con la revolución de los combustibles no convencionales queda arrinconada la apuesta de Barack Obama, en  la anterior campaña, en favor de las energías renovables y un  cambio de modelo energético. En el debate Europa estuvo ausente.  Su único lazo parece ser las referencias a  Israel. Myanmas, Camboya y Thailandia fueron los destinos de Barack Obama tras su elección –lo que muestra el giro de su política orientada al Pacifico. ¡Ay  Europa! Deberá hacer frente sola a la volátil situación de  Oriente Próximo, con la guerra civil en Siria, entre suníes y chiíes que involucra toda la región, o un Irán que apuesta por ser potencia regional. Una delicada posición en el nuevo tablero geopolítico.

El fracking esa ilusión adictiva a los combustibles fósiles.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su Outlook de 2012 (http://www.iea.org/publications/freepublications/publication/Spanish.pdf)  preve que Estados Unidos se convertirá en el principal productor  de petróleo en 2020, adelantando a Arabia Saudí, gracias a las  tecnologías fracking. ¿En qué consiste? En aprovechar depósitos en formaciones geológicas de  baja permeabilidad, normalmente pizarras o esquistos, que a partir de la fractura hidráulica o fracking –en inglés-consistente en inyectar productos químicos con agua y arena a elevadas presiones lo cual permite fracturar las rocas y extraer el gas  o petróleo. La AIE calcula que Estados Unidos será en 2030 en exportador neto de energía fósil.

Es un hecho la caída de las reservas de los países de la OPEP. Resultado de una preocupante incomprensión  de los  desafíos del siglo XXI, en lugar de una apuesta por las tecnologías de futuro, el uso de fuentes renovables de energía y aprovechar el potencia de la eficiencia energética, se opta por  rebañar el plato de los combustibles fósiles. Es una  incomprensible ceguera la explotación de las arenas bituminosas  en Canadá -prohibida su importación en, por ejemplo, en Alemania-. La AIE pretende pasar de la actual demanda de 87 millones de  barriles diarios a 99,7 millones que será la demanda en 2035.  Los países no miembros de la OPEP aportarán 53 millones de  barriles diarios gracias de los combustibles no convencionales. Una estrategia basada el autismo respecto los retos energéticos, climáticos, tecnológicos y geopolíticos.

El debate esta abierto. Tim Yeo, presidente de la Comisión de Cambio Climático en Reino Unido, lanzó una mordaz ataque al gas y anunció una ley  para descarbonizar el sector eléctrico –objetivo no superar los 100 gramos CO2 KWh en 2030, medida rechazada por el ministro George Osborne-. El diputado conservador, sin cartera, ironizaba si se pretendía con ello regresar “al becerro de oro que pueda satisfacer las necesidades con energía barata y revivir las perdidas industrias   manufactureras… en lugar de apostar por las tecnologías de  futuro”

(http://www.guardian.co.uk/environment/2012/dec/18/tim-yeo-gas-strategy?CMP=twt_gu).

Un gobierno en  funciones hiperactivo.

El 27 de noviembre, (con el gobierno en funciones de Artur Mas) se autorizaba  prospecciones para el fracking en medio centenar de municipios catalanes. Una frenética hiperactividad del ejecutivo que no había mostrado durante la legislatura. En las últimas semanas   se ha aprobado –sin pasar por el Parlamento, el poder  legislativo- el Plan de Energía y Cambio Climático 2020, la tasa sobre los depósitos bancarios o la Estrategia de adaptación al cambio climático. Sorprende la tasa a las nucleares -rechazada hasta ahora con maliciosos reproches, supone todo un giro de 180 grados. Las medidas fiscales que se aprueban no tiene tanto un fin de obtener ingresos adicionales como obtener compensaciones  de Madrid, pues el senado acaba de aprobar, también, una tasa a  la nuclear. En horas se encuentra alternativas a lo que ha sido una política de recortes y sadismo social. Una insólita hoja de ruta hacia una transición nacional que muestras poco orgullo nacional y coraje político.

Resulta paradójico que mientras que Arabia Saudí, Qatar y otros países de la OPEP entienden que su futuro pasa por el  desarrollo de las energías renovables, ante el agotamiento de la energía fósil, nosotros estemos apostando por los combustibles no  convencionales. Los dos argumentos de la AIE son la dependencia energética y el precio; cuando calcula el precio del barril a 214 dólares nominales.

¿Qué hay de realidad y de fantasía en el fracking? El Ministro de Cambio Climático y Energía en Reino Unido, Ed Davey, está reclamando evaluar los riesgos ante, durante y después de las perforaciones, evitar un vacío legal, condicionado las licencias a una estricta evaluación ambiental estratégica

(http://www.decc.gov.uk/en/content/cms/news/wms_shale/wms_shale.aspx).

Bloombergc alculaba 2.400 pozos en el Mar del Norte; apenas se han perforado tres pozos que, por infringir la legislación ambiental, han perdido  la licencia (http://www.guardian.co.uk/environment/2012/sep/10/cuadrilla-breach-fracking-lancashire).

Debate y participación pública.

Existe una vacío legal que se debe urgentemente que rellenar. Más cuando se usan aditivos, cianuros, xilenos y otras  sustancias mutágenas y cancerígenas que pueden llegar a niveles freáticos y contaminar el agua, incluso propagarse a la superficie. Además del impacto ambiental están los efectos sobre la salud humana, como señala la proposición del PSOE para su debate en el Congreso, puede arrastrar “metales pesados como uranio o mercurio”.

El vacío permite la petición de licencias de nuevas perforaciones sin control. En el pasado las energéticas, señala  la moción del PSOE, han “perforado más de un millar de pozos con el objeto de extraer gas o petróleo… donde existen formaciones cuya explotación convencional con otras técnicas no resulta rentable, entendemos que existe una necesidad urgente de regular esta práctica”. El PSC en el Parlament de Catalunya, al igual que otros grupos a nivel local, han reclamado una moratoria y prohibir nuevas licencias para poder antes evaluar los riesgos.

LLegar a 99,7 millones de barriles diarios supondría  hacer descarrilar las políticas de cambio climático y frenar las energías renovables, las tecnologías del futuro. No hay salida a  la actual crisis que no pase por un cambio del actual modelo energético. Las energías renovables son intensivas en el conocimiento y en formación, con un menor riesgo, un menor  costo, una menor dependencia energética. El desafío del siglo XXI es lograr una modernización ecológica de los países emergentes que permita una intensa cooperación tecnológica, en un mundo más seguro que garantiza el acceso a la energía y bienestar  a todo el planeta. La alternativa es un mundo sucio, inseguro, en que la energía sea el privilegio de unos pocos.

Informe para ciegos.

El Parlamento Europeo proporciona una guía a los responsables políticos, reguladores y partes interesadas en el impacto que tiene el fracking sobre los ecosistemas y la salud humana:Repercusiones de la extracción del gas y petróleo de esquisto en el medio ambiene y salud humana

(http://www.europarl.europa.eu/committees/es/envi/studiesdownload.html?languageDocument=ES&file=66719).

Dicho estudio recoge las conclusiones del realizado por la Agencia Federal Alemana de Medio Ambiente, (UBA) sobre los efectos de los aditivos líquidos sobre los ecosistemas,  efectos toxicológicos en la salud y un análisis del riesgo: Umweltauswirkungen von Fracking bei der Aufsuchung und Gewingung von Erdgas aus unkonventionellen  Lagerstätten –Kurzfassung

(http://www.umweltdaten.de/publikationen/fpdf-k/k4346.pdf).

Identifica la falta de conocimiento sobre la  toxicología de los productos utilizados, el vacío legal existente, advierte de la amenaza para los recursos indispensables como el agua potable. La calidad democrática no es no freno sino un actor para el desarrollo de economías más responsables y sociedades capaces de afrontar los retos y desafíos, capaces de invertir sin inercias. En momentos en los que es necesario optimizar los recursos públicos bastaría ser capaces de tomar buena nota de estas recomendaciones y análisis.

Gobiernos reaccionan.

El ministro de recursos naturales de Quebec, Martine Quellet, prohibió el fracking sin perder tiempo. ¿En qué, exactamente, Cataluña se mira en el espejo del Quebec? Bajo el liderazgo que ejerce Quebec, poco después el gobierno de Canadá declaró una moratoria y prohibición. ¿No es Quebec un ejemplo a seguir? Basta con tomar nota del estudio de la Academia de las Ciencias de Canadá -con su exhaustivo estudio: Harnessing Science and Technology to  Understand the Environment Impacts of Schale Gas Extraction

http://www.scienceadvice.ca/en/assessments/in-progress/shale-gas.aspx

Estados Unidos atizó a las energías renovables descalificadas por su elevado coste, antes de percibir las  oportunidades que supone para el cambio de modelo energético.  Algunos estados empiezan a despertarse del sueño adictivo relacionado con los combustibles fósiles no convencionales. El gobernador de Carolina del Norte, Beverley Perdue, ha vetado el fracking. El gobernador de Nueva York ha cambiado de opinión en contra del fracking. Ha obligado a la EPA hacer estudios para limitar el riesgo sobre los acuíferos y los recursos hídricos

(http://www.epa.gov/hfstudy/index.html).

En Estados Unidos se está imponiendo moratorias. El Departamento de Energía de Estados Unidos calcula que se requieren en la perforación y fractura del gas esquito entre 7 y 14 millones de litro de agua: Modern Shale Gas

(http://www.gwpc.org/sites/default/files/Shale%20Gas%20Primer%202009.pdf).

En julio de 2011 el Parlamento de Francia prohibió el fracking con Nicolas Sarkozy; pero no el gas esquisto. Este se prohibió dentro de la Conferencia del Medio Ambiente del gobierno de François Hollande en 2012, apelando al principio de precaución   -incluido en el artículo 174 del Tratado de la Unión Europea-

Renania de Norte, presidida por Hannelores Kraft (SPD) buscaba una prohibición del fracking a nivel federal, logrando una mayoría en el Bundesrat -senado-. Lo ha logrado gracias al apoyo del Ministro de Energía de Baja Sajonia, Robert Habeck (CDU). El SPD, que presentó  una propuesta en el Bundesrat –Senado Federal- (http://blog.campact.de/wp-content/uploads/2012/12/SPD-Antrag-Fracking-final.pdf)  reclama una evaluación ambiental estratégica, someter los  proyectos a participación pública (modelo de los depósitos nucleares de Asse II), excluir zonas con agua -incluidas las aguas residuales- y prohibir importar arenas bituminosas.

El debate llega a Cataluña. En Cantabria, tras  mociones en 25 municipios, su gobierno regional lo ha prohibido, igual que en Aragón. Montero Energy Corporation (vinculada a R2 Energy de Canadá), en cambio, ha logrado en Cataluña licencias para prospecciones en los proyectos de Darwin (89.683 ha, de Agramunt hasta Camarasa) y Leonardo (76641 ha, de Gaià a Manlleu -en DOGC 27 de septiembre y en el BOE de 4 de  octubre 2012). José Manuel Soria minimizaba los riesgo: «no tiene más riesgos que el de cualquier otra producción siempre que se tomen cautelas”. Esperemos que no obviemos la cascada de informes existentes y gobiernos responsables.

1 Comment

  1. […] igual que los Estados norteamericanos, también se encuentran divididas nuestras comunidades autónomas, donde Cantabria busca fórmulas […]

Leave a Reply Cancel Reply