No es un Crédito a la Banca

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Tiene razón el Presidente del Gobierno cuando se niega a entrar en debates nominalistas. Da igual llamarlo rescate, línea de crédito, ayuda financiera, bail out o cómo quiera llamarse lo que nos está sucediendo desde el pasado sábado. Da igual porque la realidad es que España está, desde el 10 de junio, intervenida.

Lo que le debería preocupar más al Presidente Rajoy es faltar a la verdad, haciendo uso de lo que él precisamente dice renegar, de las manipulaciones nominalistas. Cuando el Presidente del Gobierno dice que éste es un crédito a los bancos, como dijo en la rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa el pasado domingo, un día después de que el Eurogrupo se mostrase dispuesto a aceptar una posible solicitud de asistencia financiera a España para la recapitalización de nuestro sistema financiero, o cuando, como hoy en sesión parlamentaria, vuelve a insistir en que el crédito se da a los bancos y que éste no implicará condiciones para el Gobierno, lo que hace el Presidente es, sencillamente, faltar a la verdad. Y lo hace en uno de los aspectos críticos sobre los que ha girado la negociación en la que ha estado embarcado el Ministerio de Economía con sus socios europeos hasta minutos antes de aceptar lo inevitable, que España necesita ayuda del exterior: ¿a quién se concede la asistencia financiera?

Desde hace más de un año, los técnicos y responsables políticos del Ministerio de Economía, de la Oficina Económica del Presidente y del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, como se ha hecho público en la prensa, han estado tratando de influir primero y de modificar después, las líneas rectoras de los dos cortafuegos financieros con los que se ha dotado la UE, la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM). Y en las últimas semanas se han centrado precisamente en si la asistencia financiera para la recapitalización a la banca se realizaría de forma indirecta, como recoge el Artículo 15 del Tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad, o si se permitía la recapitalización directa sin necesidad de pasar previamente por el Estado.

Veamos qué dicen al respecto los documentos oficiales:

Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF)

En el preámbulo del Acuerdo Marco del EFSF, se explicita que entre los instrumentos financieros disponibles se encuentra “facilities to finance the recapitalisation of financial institutions in a euro-area Member State (through loans to the governments of such Member States including in non-programme countries)”. Es decir, que la recapitalización de las instituciones financieras se realizará de manera indirecta, con préstamos destinados al Estado Miembro beneficiario.

 

Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM)

En el Artículo 15 del ESM también se recoge que la recapitalización será indirecta al decir que “… financial assistance through loans to an ESM Member for the specific purpose of re-capitalizing the financial institutions of that ESM Member.

Los problemas de la recapitalización indirecta

Los problemas derivados de la imposibilidad de recapitalización del sistema de manera directa son:

  • Alto riesgo de contagio a la deuda soberana, dado que el préstamo para la recapitalización se otorgaría al Estado.
  • Aumento de la deuda pública en la misma cuantía del importe finalmente utilizado para la recapitalización más los intereses que España deba pagar al ESM/EFSF derivados del préstamo recibido, intereses que computarían como déficit público.
  • El incremento de la deuda podría hacer que la deuda pública española se haga insostenible desde niveles elevados pero todavía aceptables.
  • El riesgo se podría ver agravado por la percepción de los mercados de que la condicionalidad financiera asociada es la antesala a una intervención completa, con la condicionalidad macro asociada.
  • Una cuestión no menos importante y que afecta a la deuda pública es la consideración de los Estados Miembros del EFSF como garantes de las emisiones realizadas por estas instituciones para financiar los programas de asistencia financiera. En tanto España tiene una participación de aproximadamente el 12%, las emisiones de deuda del EFSF computarán como deuda pública de los Estados Miembros en esa misma proporción, pues las emisiones están garantizadas por los Estados Miembros. La emisión de 100.000 millones para España no implicará 12.000 millones adicionales, pues esto sería computarlo 2 veces como deuda pública. Pero en el caso de futuras emisiones por parte del EFSF para terceros países (no del ESM que no tiene garantías al tener capital desembolsado), las garantías de España sí computaría como deuda, desestabilizando de esta manera aun más el ratio de deuda pública sobre el PIB. Los países bajo programa Grecia, Irlanda y Portugal, utilizaron la cláusula del stepping-out guarantor por la cual dejaban de garantizar las emisiones asociadas a sus rescates. Habrá que ver si España puede hacer uso de esta posibilidad también (hay que tener en cuenta que la estrategia del financiación del EFSF ha cambiado) y qué consecuencias podría tener en términos de estigma para los mercados.

En definitiva, cuando el Presidente del Gobierno dice que lo que se ha concedido es un préstamo a la banca está faltando manifiestamente a la verdad.

En un contexto de fuerte incertidumbre, de información asimétrica, de tensiones en los mercados financieros, de dudas, en momentos de inestabilidad económica, lo último que se necesita son mensajes poco claros y que arrojan más incertidumbre. Algunos de estos mensajes, como la cantidad necesaria para la recapitalización o el estatus de acreedor preferente del ESM, deberán ser dilucidados en los próximos días, pero son difícilmente eludibles. Lo que es inaceptable es que el Presidente del Gobierno contribuya innecesariamente a la falta de credibilidad de las autoridades políticas y económicas porque en ello quien pierde credibilidad es España. Y ésta se deja notar en el coste de financiación, en la condicionalidad que nos impondrán y, en última instancia, se notará en la calidad de nuestro Estado del Bienestar. Y a eso no tienen derecho.

Economistas Frente a la Crisis

Twitter: @MadridEco

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