Paranoia y falsedades

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Por Josep Borrell, expresidente del Parlamento Europeo, Catedrático de Economía y miembro de Economistas Frente a la Crisis

 

Estos días por mis Pirineos natales, me muestran cuán dividida está la sociedad catalana entorno a la cuestión de la independencia. Y me temo que las vacaciones no van a serenar los ánimos ante lo que se prepara para septiembre.

Los independentistas tienen la voz cantante. La televisión oficial les suministra un potente y hasta agobiante altavoz. Algunos defienden su posición con argumentos de tipo económico, porque creen que con la independencia estarían mejor, o porque creen que su identidad estaría mejor reconocida.

Pero también hay una parte de la ciudadanía que parece sufrir una especie de paranoia entorno a la relación de Catalunya con España. Una actitud que me temo ha ido en aumento espoleada por la propaganda acerca de todas las maldades que el Estado español infringe a Catalunya.

A la vista de lo que oigo y percibo, utilizar el término paranoia, como lo hace Quim Coll de Societat Civil Catalana, en un reciente artículo en El Periódico, no me parece exagerado, aunque a algunos pueda molestarles.

Hace un tiempo, allá por el 2013, me encontré en las montañas de Chile con jóvenes excursionistas catalanes muy preocupados por las amenazas que los “militares” españoles hacían pesar sobre Catalunya. Exponían unas consideraciones que entonces no pude sino considerar paranoicas. Estos días, recorriendo los viejos caminos de las montañas de mi infancia, he vuelto a escuchar parecidas historias sobre las represalias que toma “Madrid” por la convocatoria de unas elecciones autonómicas que hagan el papel del referéndum que “España” no les deja hacer.

El problema consiste, según ellos, en que, desde que Mas lanzó su órdago soberanista, la aviación militar española realiza vuelos rasantes sobre varias comarcas catalanas con el manifiesto fin de atemorizar a la población. Y los abuelos salen a las ventanas recordando la guerra y temerosos de que vuelvan aquellos tiempos…

Están realmente convencidos de que el ejército español, que algunos llaman “de ocupación”, está tratando de atemorizarles. Imposible convencerles de que se debe tratar de maniobras rutinarias de la base de Zaragoza. Mis argumentos son la prueba, como ya me definió Almunia allá por los tiempos de las primarias, de que soy un jacobino irredento al que su españolismo le impide ver las cosas como son.

Tampoco me he enterado de que los 300 agentes del Cesid, que estaban desplegados en el País Vasco para luchar contra ETA, y que afortunadamente ya no son necesarios allí, han sido trasladados a Catalunya para espiar a los que profesan sentimientos nacionalistas e identificar a los partidarios de la independencia.

Algunos defienden su posición con argumentos de tipo económico, porque creen que con la independencia estarían mejor, o porque creen que su identidad estaría mejor reconocida.

No se cuan representativas son esas disparatadas tesis de los animal spirits de la sociedad catalana. El resultado de las próximas elecciones nos dará una buena medida de ello. Pero es muy preocupante que las defiendan personas con una cierta experiencia política, como Romeva, que encabeza la lista en la que se camufla Mas como candidato no declarado, pero pactado, para seguir gobernando la Generalitat. Romeva fue eurodiputado cuando yo presidía el Parlamento Europeo, y no se le recuerda ninguna contribución mínimamente relevante para la construcción europea. Pasará a la historia del parlamentarismo europeo por una carta a la Comisión pidiendo protección ante un posible invasión de Catalunya por el ejército español, ya que “es muy preocupante oír el zumbido de los cazas sobre tu cabeza sin previo aviso”. Vaya, si todo un eurodiputado gasta su tiempo, y el dinero que le pagamos, en escribir semejantes sandeces no es extraño que jóvenes excursionistas se sientan motivados para repetirlas.

Pero lo de Romeva es para nota. Como recuerda Quim Coll, además de pedir a Europa garantías de que Catalunya no será invadida, también ha pedido a la Comisión, junto con un diputado de Convergencia, que condenara el pisotón que sufrió Messi por parte de Pepe en un partido de la Copa del Rey. Pues aunque cueste creerlo, a eso se dedican algunos eurodiputados. Y debe ser muy valorado, puesto que les hacen cabezas de lista.

No son los únicos que nos brindan algunas perlas cultivadas con las que podríamos amenizar el descanso veraniego, si la cosa no fuera preocupante. Detrás de Romeva, en la amalgama de la lista electoral que defiende la independencia como único punto de su programa, aparecen personas tan ecuánimes que consideran que “si en la selección española de futbol hay tantos jugadores del Barça, es porque es un intento más de españolizar a Catalunya” o que “para que quieren los catalanes vivir sojuzgados si pueden vivir libres”, (Carmen Forcadell), o que “los padres que reclaman una educación bilingüe maltratan a su hijos” (Muriel Casals).

Esas declaraciones se podrían explicar por las características psicológicas de quienes las pronuncian. Pero la advertencia de Mas de que “si los catalanes no aprovechan la ocasión (de independizarse), el Estado español pasará por encima sin piedad”, parece más difícil de justificar por razones psicológicas. O quizás no.

Mas, y su compañero de lista, Junqueras, se han ilustrado contando falsedades para levantar sentimientos de agravio y contra “el expolio permanente y sistemático” que sufre Catalunya por parte del Estado español. No diré yo que no haya problemas que resolver en la distribución territorial de las inversiones o en el sistema de financiación autonómica. Pero no se puede mentir tan descaradamente (o estar tan mal informado, que para un responsable político es equivalente), como lo han hecho Mas y Junqueras.

Por ejemplo, en los archivos del Parlamento Europeo quedará para la historia de los ridículos la carta que en el 2011 dirigió Junqueras a todos los eurodiputados reclamando para Catalunya el mismo trato que una sentencia del Tribunal Constitucional alemán garantizaba a los landers, limitando su déficit fiscal en el 4,5 % de su PIB. Y advirtiendo de que si no era así, la asfixia económica que sufría Catalunya sería un riesgo de asfixia financiera para toda Europa. No me tomen a broma, tal carta existe.

La realidad es que nadie ha sido capaz de ver las reclamadas balanzas fiscales alemanas y los límites del 4,5% a los lander.

Mas retomaba ese argumento poco después, en una entrevista en Le Monde, “queremos que se nos trate como alemanes”, decía enfáticamente. Y para eso reclamaba que el gobierno español hiciese como el alemán y publicase cada año las balanzas fiscales de las CC.AA y limitase el de Catalunya al 4,5 %. Ese límite y las balanzas fiscales alemanas han sido reclamadas, y lo siguen haciendo, por todos los lideres independentistas. Pero la realidad es que no existen. Ni el limite ni las balanzas. Nadie ha sido capaz de verlas ni de encontrar esa limitación en ninguna norma del ordenamiento jurídico de la RFA.

Pero da igual. En Catalunya la gente se ha creído esta historia (y como no lo iban a hacer, si todos sus líderes, la prensa y todo un coro de supuestos expertos, lo van repitiendo machaconamente).

Otras muchas falsedades a las que no tengo espacio para referirme en este artículo [NdE: Artículo de J. Borrell «Las cuentas y los cuentos de la independencia de Catalunya«, Agosto 2015] han alimentado la paranoia a la que antes me refería. La cosa ha llegado a un punto en el que las explicaciones razonadas y fundadas probablemente ya no surtan efecto en una parte importante del electorado. Pero pueden ser vitales para los demás. Por eso es tan importante darlas, aunque sea con retraso, en todas las ocasiones que se tengan. A ello pretende contribuir mi libro, escrito con Joan Llorach, que en septiembre aparecerá en las librerías con el título “Las cuentas y los cuentos de la independencia”.

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Asociación Economistas Frente a la Crisis

14 Comments

  1. José el agosto 22, 2015 a las 11:39 am

    No comparto la línea ideológica de este blog, y precisamente por eso lo leo a diario: me encanta conocer todos los puntos de vista.
    El señor Borrell no es, políticamente, santo de mi devoción, pero pienso que es un excelente economista, un estupendo articulista y por eso le leo con frecuencia.
    Desde la diferencia política, enhorabuena por su post. Me ha parecido un análisis estupendo de la situación que se vive en Cataluña

  2. francisco el agosto 31, 2015 a las 10:15 pm

    Los mentirosos, los mangantes , los marrulleros , los falsantes , los pillos y los rufianes no deberían estar en la política . La política debería de tener los mecanismos necesarios para echar a estas gente fuera , pero por desgracia no es así , por eso pasa lo que esta pasando: el poder y gran parte de los que lo ocupan huelen a mierda.

  3. Mario Hernández el septiembre 1, 2015 a las 8:44 am

    Gran análisis de situación, y más cuando el ambiente en Cataluña tiende al monocolor.
    Si bien, en temas económicos, no comparto totalmente las posturas del Sr Borrel, me parece que sus artículos y críticas están cargadas de rigor y brillantez. Ójala hubiera más políticos como Josep Borrell en España.

  4. Ramon Bajo el septiembre 1, 2015 a las 8:06 pm

    Conceder poder a unos políticos nacionalistas para que jueguen a aprendices de brujo, es como entregar una poderosa bomba a un mono para que juegue con ella. Viví en Salamanca en el 2005 la delirante propaganda sobre «los papeles del Archivo» que el nacionalismo español inoculó entre los salmantinos y castellanosleoneses, y por expresar mi radical discrepancia viví situaciones de intolerancia, incluso dentro del PSOE salmantino. Muchas reacciones a mi disidencia eran de perplejidad, no podían concebir que un salmantino de cuna no apoyara la honorable cruzada: me percibían como traidor y derrotista. Esta experiencia me transporto a oscuros episodios históricos que conocemos, además de por la Historia, por testimonios de personas que los vivieron, eran hechos que precedieron como aves de mal agüero a negras contiendas, desde la Civil española a la de Bosnia en los noventa. Si el conflicto de «los papeles de Salamanca» se hubiera prolongado, faltaba poco para verme socialmente estigmatizado. La modernidad, educación y cultura que los visitantes españoles admiraron en Ucrania durante la Eurocopa de fútbol del 2012, no impidió que hoy una de esas ciudades Donetsk este arrasada y muchos de sus jóvenes en armas.
    Aunque tenemos en España carencias que a todos nos duelen, no he tenido mayor decepción que el comportamiento de los catalanes que se declaran progresistas: indiferentes a las graves sufrimientos que ciertas políticas están infringiendo a una parte de sus ciudadanos, pero dispuestos a apoyar a quienes son responsables de estas políticas.
    Ojalá todavía en Cataluña no se haya traspasado el punto de no retorno, es decir el punto que una vez rebasado quita el control de lo que sucede de las manos de los aprendices de brujo que lo invocaron.

  5. Alicia Friston el septiembre 2, 2015 a las 9:04 am

    Sr. Borrell: La diosa razón ha abandonado a los nacionalistas (si alguna vez habitó entre ellos) y no bajarán del monte.
    ¿Qué hacer?

  6. F. Xavier Jonama i Vingut el septiembre 7, 2015 a las 9:59 am

    No se donde está la paranoia, pero difundir opiniones sin ningun dato me parece muy poco edificante.
    Si quieren mirense el libro amarillo de los presupuestos del Estado de 2016 paginas 295/6 yveran que el pais Vasco mas Navarra aportan al Estado de cupo una cantidad que no llega a 2.500 M €
    Por porcentaje de población a Catalunya le correspondrian 5.000M€, por territorio 7,500M€ i por PIB no llegaria a 8.000€, en ningun caso los 16.000M€actuales.
    Segro que somos insolidarios y todos los esoañoles iguales ante el Estado.?
    No hablemos ya de las inversiones y menos del trato a nuestra cultura, 20 años pidiendo dialogo y un TC comprado anuala un Estatuto de Autonomia refrendado por el pueblo y aprobado dos veces en los Parlamentos.
    Si, esto es paranoia.

    • JesusR el septiembre 10, 2015 a las 1:00 pm

      Gracias, F. Xavier Jonama i Vingut, por aportar más muestras de la paranoia independentista. Los argumentos de la «discriminación» o la «opresión» son falsos.

      1. País Vasco y Navarra están exactamente igual de privilegiados frente a Cataluña que frente a cualquier otra región española. Si es por eso, votarás a Ciudadanos, que ha propuesto eliminar esos privilegios (http://www.elmundo.es/espana/2015/05/20/555b98b522601d844d8b45a7.html).

      2. ¿No hablemos ya de las inversiones en Cataluña?:
      http://www.publico.es/espana/catalunya-recibio-mayor-inversion-del.html
      http://www.abc.es/espana/20131002/abci-cataluna-presupuesto-201310012150.html

      3. «No hablemos del trato a nuestra cultura».
      (!?) No comments.

      4. Lo que hizo el TC fue más bien retorcer la interpretación del Estatut todo lo posible para salvar muchos más artículos que eran inconstitucionales. Por si no lo sabes, el Estatuto Catalán está legitimado por y supeditado a la Constitución Española, y la función del TC es garantizar que se así.

      El único motivo real del independentismo es el del rico que no quiere pagar impuestos. Ya sabemos todos que «nearly all the regions seeking greater autonomy are among the wealthiest in their respective countries and far outstrip the national average in terms of per capita income», qué casualidad (https://www.dbresearch.com/PROD/DBR_INTERNET_EN-PROD/PROD0000000000350394/Better+off+on+their+own%3F+Economic+aspects+of+regio.pdf)

      • F. Xavier Jonama i Vingut el septiembre 29, 2015 a las 12:37 pm

        Si somos 2M de paranoicos, para empezar el mundo y ABC no son para mi ninguna fuente fiable y menos rigurosa. Mirate los presupuestos generales del Estado -que no los ha hecho ningun malevolo independentista- y si sigues pensando que estamos igual pues bien.
        Tambien el Estatuto o lo que queda de el dice que en la medida de lo posible el estado invertira en Catalunya un porcentaje similar a la participación del PIB español,mirate los porcentajes de los ultimos años, tu mismo.
        Pero el problema no es ese, no quiero reducir a economia lo que es un sentimiento, y esto no lo para ni TC ni amenazas, será hoy o dentro de unos años pero será.

  7. David el septiembre 10, 2015 a las 4:45 pm

    Hay alguna manera de ver la citada carta a la comision? En algun periodico o archivo,
    Y alguna fuente para las declaraciones de Mas. (Sobre la aviacion española y los landers)

  8. Josep el septiembre 11, 2015 a las 2:10 pm

    Esperaria de un foro técnico como parecía ser éste más razón y menos pasión. El título del artículo ya es ilustrativo, y muchos de sus comentarios y acotaciones destilan más de lo segundo que de lo primero. Hay afirmaciones contundentes no demostradas o documentadas, incluso basadas en comentarios intrascendentes o en el «me han dicho». Lo que convenga para desacreditar y fustigar a algunas personas. Todo ello destila el aroma de un partido político en concreto, que en su momento perdió y malogró su oportunidad de abordar con serenidad y ecuanimidad el problema de Cataluña y su encaje en España. Quizás también sea porque cuando se publica un libro se espera vender cuantos más ejemplares mejor… y las afirmaciones contundentes y folclóricas pueden ayudar. A mí no me convencen y el tono agrio y radical del artículo me confirman el no comprarlo.

  9. […] tener un avance de lo que se dirá, recomendamos la lectura de este y este otro post de Josep Borrell. *** Para este acto, se ruega confirmar la asistencia haciendo click […]

  10. Juan Jose el septiembre 27, 2015 a las 4:58 pm

    Comparto todo lo que dice Josep Borrel y para mi sigue siendo el principal activo que tiene el Partido Socialista Obrero Español

  11. francisco el septiembre 29, 2015 a las 7:59 am

    Hablar como lo esta haciendo los independentistas catalanes y al mismo tiempo cobrando comisiones a derecha e izquierda , enriqueciéndose del puesto que tienen, es algo abominable, y si la ciudadanía en general tuvieran mas conciencia de lo que hacen y para lo que están esta panda de mangantes , creo que votos tendrían mucho menos de los tienen y por tanto ladrarían menos.

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