Plan Anual de la Cooperación Española 2012: Ni cantidad, ni calidad.

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José Moisés Martín Carretero, economista, especialista en cooperación para el desarrollo, es miembro de Economistas Frente a la Crisis.

La Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica acaba de circular el primer borrador del Plan Anual de Cooperación Internacional 2012. Un documento de transición que, debido al recorte financiero efectuado –alrededor del 50% en la AOD programada en 2011- debería centrarse en la calidad de las intervenciones y en el proceso de concentración anunciado, con el fin de ganar en eficacia y eficiencia de la ayuda.

Echando un vistazo rápido al documento, lo primero que sorprende al lector es su tamaño: 27 páginas frente a las 149 que tuvo el PACI 2011. Claro que un mayor número de páginas no garantiza una mayor eficacia ni eficiencia, pero sí al menos demuestra cierto detalle del cual perdemos toda la información en esta nueva versión.

En concreto, sólo el 20% del documento se refiere –vagamente, como veremos- a planificación de recursos. La cifra es similar a la ofrecida por el PACI 2011, que ocupaba 20 páginas en planificación de recursos, de un total de 88 –el resto eran las fichas de programación-país, que se supone que deben acompañar al documento. La diferencia fundamental es cualitativa, no cuantitativa. El documento se refiere a otros documentos: plan de concentración geográfica, sectorial, elaboración de Marcos de Asociación País, Programación Operativa, pero en ningún momento aparece ni una referencia ni un indicador a objetivos geográficos, sectoriales o de cualquier otro tipo. Salvando lo establecido parala Ayuda Humanitaria, el PACI 2012 no tiene prioridades sectoriales, ni objetivos cuantificables, ni indicadores de desempeño, ni resultados de desarrollo a alcanzar. Difiere todas las decisiones, para posteriores documentos a lo largo del año.

Mientras tanto, la ejecución 2012, que cuenta con la reducida, pero nada desdeñable cifra de 2400 millones de euros, no encuentra en el documento ningún criterio orientador del destino de los fondos. Ni uno solo.

Examinando las cifras ofrecidas, se consagra la disminución hasta el 0,23% de la AOD en 2012. Tal como en otros puntos planteamos, haber mantenido el FONPRODE en 942 millones hubiera permitido que la cifra de AOD hubiera sido del 0,29%, es decir, se hubiera mantenido la cifra del año 2011. No ha sido la decisión del gobierno y por lo tanto corresponde evaluar el destino de los fondos.

En primer lugar, destaca que la AOD multilateral “pura” (contribuciones voluntarias y obligatorias, sin marcaje geográfico o sectorial, denominado en el argot de la cooperación como “core funding”)  sube del 32% planificado en 2011 al 43,2% en 2012. Esta sería una buena noticia en cualquier otra parte del mundo, en la que se considera que la cooperación multilateral es más eficaz que la bilateral, salvo en España, donde el partido que gobierna ha expresado en numerosas ocasiones su falta de fe en el multilateralismo y, en concreto, en la eficacia de la actuación multilateral de España. El restante 52,52% se destina a bilateral. La suma corresponde al 95,72%. No se explica qué ocurre con el restante 4,28% dela AOD(unos 100 millones de euros) que ha desaparecido de las cuentas.

La partida dedicada al FONPRODE merece especial consideración. En el PACI aparece que el FONPRODE destinará 285 millones de euros para AOD reembolsable, de carácter neto, y 125 millones de euros en donaciones vía organismos internacionales (bilateral marcada). Esto suma la cifra de 410 millones de euros que el FONPRODE, que es la cifra que autoriza el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado. Pero en realidad esa cifra se divide en dos partes: 275 millones “frescos”, es decir, 275 millones de aportación nueva al FONPRODE, y 125 millones provenientes de desembolsos y reintegros. Esto 125 millones provenientes de desembolsos y de reintegros deben ser contabilizados como AOD negativa, por lo que la cifra neta de desembolsos del FONPRODE no podrá ser de 410 millones, sino de 275 como máximo. El marco presupuestario no refleja ninguna cantidad de AOD negativa, y la cifra de 285 millones se ofrece como neta, cuando en realidad debería ser bruta.

Puede que el gobierno esté intentando utilizar como AOD los recursos que están, hoy por hoy, destinados en la cuenta del FONPRODE. En ese aspecto cabe recordar que el año pasado el Consejo de Ministros autorizó una operación de 300 millones con el Banco Europeo de Inversiones de los cuales 200 están en saldo del FONPRODE, ya que no se desembolsaron. Con esos 200 millones la nueva administración puede hacer dos cosas: invertirlos según lo previsto –sumar 200 millones más a la AOD de 2012-, no invertirlos –con el consiguiente coste para las relaciones con el BEI- o destinarlos a otra cosa, lo cual deberá expresarlo en los expedientes que presente al Consejo de Ministros, sabiendo que el actual redactado de la Ley General Presupuestaria permite utilizar el dinero proveniente de reembolsos, pero no el dinero proveniente de operaciones autorizadas y no ejecutadas. Conviene que el nuevo equipo de FONPRODE tenga esto en cuenta para evitarse futuros problemas conla Intervención General del Estado.

Siguiendo con el análisis, las ONG sufren un importante varapalo, quedando su financiación AECID en 124 millones de euros (123,9), cuando, según datos de la misma AECID, en 2011 se destinaron a ONG un total de 300 millones. Tardaremos poco en ver los resultados de esta política en destrucción de tejido social y en paralización de procesos de desarrollo.

Y finalmente, una partida de “otras actuaciones” que representan, 283 millones, de los cuales 218 son gestionados   AECID. Cabe destacar que en esta partida se incluyen las subvenciones de estado, becas, lectorados –recientemente se ha anunciado que no habrá convocatoria 2012-, subvenciones nominativas, etc. Es difícil saber cual será el destino de estas cantidades, pero la combinación de este documento con los Presupuestos Generales del Estado hace encenderse otra señal de alarma.

Si entendiéramos las subvenciones nominativas –aquellas que, con cargo a la AECID, aparecen en los Presupuestos Generales del Estado- son un indicador Proxy del cuál va a ser el uso de la financiación a través de esos 283 millones, rápidamente encontraríamos que en 2011 se otorgaron 36 subvenciones nominativas, que en 2012, tras el esfuerzo de concentración, han quedado reducidas a 29, lo cual representa un esfuerzo de concentración de un 20%, en un escenario de reducción de fondos de más del 50% parala   AECID. No es un dato extraordinariamente relevante, pero conviene que el equipo dela Agenciase tome en serio su labor de concentración en otras partidas, ya que el indicador que ofrecen las subvenciones nominativas no auguran la anunciada mayor concentración en aras de la eficacia y la calidad.

En conclusión, el borrador de Plan Anual de Cooperación Internacional presentado adolece de numerosas deficiencias y lagunas, incluyendo errores. Desde cifras mal sumadas hasta lagunas en la interpretación de los flujos de AOD (los dos ejemplos que hemos ofrecido suman, ellos solos, cerca del 10% dela AOD presupuestada), falta de orientación en el gasto, tanto sectorial como geográfica, y poca concreción metodológica en términos de planificación para el desarrollo. Un PACI que parece redactado deprisa y sin cuidado, cuando se esperaba una programación difícil, pero solvente y sólida.

Una muy mala señal que, acompañando al recorte dela AOD, augura un año complicado parala Cooperación Española. Esperemos que en la redacción del Plan Director se pongan más interés y recursos.

José Moisés Martín Carretero, economistas, especialista en cooperación para el desarrollo, es miembro de Economistas Frente a la Crisis.

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