Economistas Frente a la Crisis en defensa de la democracia

Por el progreso y por la profundización de una democracia inclusiva que aumente la base social del desarrollo económico.

Contra la desestabilización mediática y judicial de la política, puesta en marcha por la derecha española desde que la izquierda ganó la moción de censura en 2018 y las elecciones en 2019/20. Contra quienes no tienen más proyecto político que la calumnia, la mentira y las falsedades.

El Presidente no debe dimitir porque la democracia “sí merece la pena”

• Sí merece la pena completar la legislatura siguiendo el camino marcado por las reformas sociales y económicas iniciadas y puestas en marcha en la legislatura anterior.
• Sí ha merecido la pena la política presupuestaria del Gobierno Progresista de Coalición que, en marcado contraste con la respuesta a la crisis del euro, dejó de lado la austeridad y financió un Escudo Social sin el cual el crecimiento futuro y la cohesión social y territorial hubieran quedado comprometidos.
• Sí, merece la pena, contra el renacimiento de las políticas de austeridad, reconocer y mantener el papel fundamental del Gobierno en las políticas económicas de la Unión Europea. En particular, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y los proyectos industriales y medio ambientales que está poniendo en marcha este Gobierno.
• Sí ha merecido la pena la defensa y sostenimiento del empleo con los ERTES de la pandemia, el aumento del salario mínimo interprofesional y la creación del ingreso mínimo vital.
• Sí han merecido la pena la reforma laboral y la reforma de las pensiones.
• Sí merece la pena mantener el liderazgo del Gobierno y del Presidente en la política internacional respecto a Europa y Gaza.
• Sí merece la pena la Ley de Memoria Democrática y su enérgica defensa frente a todas aquellas administraciones territoriales que la niegan o la desvirtúan.
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El Presidente no debe dimitir. Debe continuar al frente del Gobierno de Coalición. Con su interpelación a la ciudadanía, dio un puñetazo de indignación sobre la mesa. Ahora toca no dimitir interpelándonos a todos dando sobre la misma mesa otro puñetazo bien distinto: un nuevo impulso a la vida democrática con nuevas iniciativas legislativas.

Por ejemplo:

• Un paquete de medidas que penalice las falsas acusaciones que desestabilizan la vida política.
• Una reforma que permita la inmediata renovación del Consejo General del Poder Judicial.
• Una reforma fiscal que acabe con los privilegios fiscales de las grandes fortunas y acentúe sus objetivos redistributivos.
• Un cambio en la regulación de las relaciones sociales que democratice las empresas, abra camino a las reivindicaciones sociales de los sindicatos y contribuya a una más intensa redistribución previa de la riqueza.
• Impulsar con recursos y politicas públicas la Economía de los Cuidados.
• El fortalecimiento de la sanidad y de la educación pública.
• Un apoyo reforzado a la investigación y a la innovación.
• El reforzamiento de los órganos reguladores independientes, capaces de diseñar nuevas regulaciones que pongan en valor el papel social de la competencia.
• La conversión del ICO en un banco público.
• Un plan de construcción de vivienda social para alquiler, sin opción a compra, que inicie el fin de la brecha existente entre el actual parque de vivienda pública en España y en la Unión Europea.
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En defensa de la democracia, el Presidente no debe dimitir.  Mantengamos “abiertas las grandes alamedas por donde pasa el hombre libre”. Ante la deslegitimación de las urnas y de la Constitución; ante la deshumanización de la política y de los políticos, no podemos desfallecer. “Resistir es vencer” ¡Adelante Presidente!