El empleo en España alcanza (por fin) un alto grado de resiliencia

Share

Nota de EFC sobre la Encuesta de Población Activa

Cuarto Trimestre de 2023

Los datos de esta EPA se enmarcan, por un lado, en el carácter de los cuartos trimestres de cada año que son un periodo de atonía desde el punto de vista estacional. Por otra parte, los datos suponen el cierre de un año espectacular para el empleo en España.

  1. El empleo se ha reducido en 19.000 personas en este trimestre

La ralentización del crecimiento económico y el debilitamiento consiguiente de las tendencias de fondo del empleo ha permitido aflorar la evolución estacional, tradicionalmente poco positiva, del último trimestre del año.

 

La caída del empleo en 19.000 personas ha sido inferior a la del mismo trimestre de 2022 y 2021, y similar a la 2016, pero muy superior a la de los restantes años desde 2014 en los que el impulso económico y su impacto sobre el empleo han sido mucho más positivos, como muestra el gráfico del INE.

No obstante, el empleo una vez suprimidos los efectos negativos estacionales ha mostrado una cierta resiliencia y un crecimiento trimestral del 0,6%.

La caída de 19.000 personas (sin descontar los efectos estacionales) es, a su vez, combinación de evoluciones diversas, que muestran diferentes tendencias en el momento actual de debilitamiento del crecimiento económico:

  • Caída del empleo masculino (-64.200) y entre los españoles (-44.500), pero continuación de los incrementos en el empleo femenino (+45.200) y de las personas de nacionalidad extranjera (+25.500).
  • Fuerte descenso en los Servicios (muy afectados por la estacionalidad de las actividades), pero mantenimiento del crecimiento en los tres sectores restantes.
  • Caída trimestral concentrada en el empleo del sector privado (-77.600 personas), el más afectado por el citado efecto estacional en los servicios, frente al mantenimiento de avances en el público (+58.600).
  • Como suele suceder en los cuartos trimestres, se reduce el empleo a tiempo completo (-211.100) y aumenta el de tiempo parcial (+192.000), si bien en esta ocasión la diferencia de comportamiento ha sido especialmente acusada.
  • También derivado de las fuerzas estacionales del trimestre, crece el empleo con contrato indefinido, +68.300, y caen los empleos temporales, -152.500, lo que sirve para mantener los avances en términos de estabilidad del empleo asalariado.
  • La tasa de temporalidad se ha reducido nuevamente en ocho décimas respecto al trimestre anterior, situándose en un mínimo del 16,5% (que incluye el empleo privado y el público, con tendencias claramente opuestas, reducción en el primero, y crecimiento en el segundo).
  1. El desempleo se ha reducido en el trimestre, pero ese dato está influido por la caída de la población activa

El número de personas desempleadas se ha reducido en 24.600, lo que supone un 0,86% menos que en el trimestre anterior. Y la tasa de paro ha quedado en el 11,8 por ciento.

Las diferencias entre las tasas de paro en el trimestre de los hombres y de las mujeres alcanzan los tres puntos porcentuales.

Al igual que sucede con el empleo, el descenso del desempleo trimestral es resultado de evoluciones dispares:

  • La mayor parte de la reducción se concentra en el desempleo femenino. Crece entre las personas extranjeras, y se reduce entre las de nacionalidad española.
  • Aumenta una vez más el desempleo de larga duración (más de un año de búsqueda de empleo) y se reduce entre los que buscan su primer empleo.

La disminución de la población activa explica, en efecto, que se haya producido simultáneamente una caída del empleo en este trimestre y una reducción del paro.

No resulta en absoluto positivo, aunque podría tener un carácter coyuntural, dado que es habitual ese comportamiento en los cuartos trimestres de cada año (ver gráfico). Si fuera una ruptura de la tendencia, solo podremos comprobarlo en los siguientes trimestres.

 

  1. Este trimestre cierra, no obstante, un año altamente positivo para el empleo en España

El empleo ha aumentado en 783.000 personas en los cuatro trimestres, a una tasa anual del 3,8%, que se ha ido acelerando progresivamente.

El crecimiento del empleo masculino ha sido de 345.800 y el de las mujeres de 437.200.

Desde el punto de vista de la duración de la jornada de trabajo, el empleo a tiempo completo se ha incrementado en 695.400 personas y el empleo a tiempo parcial solamente en 87.600.

En el plano de la estabilidad del empleo asalariado, el empleo indefinido ha crecido en 804.200 personas, mientras que el temporal se ha reducido en 140.300.

 

La tasa de temporalidad se ha reducido en 1,4 puntos respecto a la última de 2022, y en casi nueve puntos porcentuales (-8,9) desde la entrada en vigor de la última Reforma Laboral. Esa tasa de temporalidad del empleo es, por lo tanto, casi la más baja registrada en el mercado de trabajo español desde que la EPA comenzó su medición en el año 1987, hace 36 años.

Desde ese momento de la reforma, el empleo asalariado ha crecido en un millón sesenta mil personas. Pero, ese dato conjuga un incremento de prácticamente dos millones cuatrocientas mil personas con empleo indefinido y una reducción de un millón trescientas mil con contrato temporal.

Ese avance enorme de la estabilidad podría estar relacionado con la resiliencia que comienza a mostrar el mercado de trabajo español ante el debilitamiento de la actividad económica. Un comportamiento muy diferente al alto grado de volatilidad del empleo (rápida destrucción de empleo) en anteriores ciclos de reducción del crecimiento económico.

En cuanto al paro, en los 12 últimos meses la cifra total de personas desempleadas se ha reducido en 193.400 personas, ligeramente más entre los hombres (-100.400) que para las mujeres (-93.000). La variación anual fue del número de personas en paro ha sido del −6,4%.

Respecto a la población activa, en términos anuales, creció en 589.600 personas, a una  tasa del 2,51%.

En suma, 2023 ha sido un año en el que se ha registrado un considerable aumento del empleo, mucho más estable y mayoritariamente de mayor calidad en cuanto a la duración de la jornada laboral, que ha progresado en el cierre de la brecha de género. La población activa ha crecido asimismo de forma notable. Por lo que el desempleo ha cosechado, en coherencia con los aumentos del empleo y los activos, una reducción relativamente más modesta. Lo importante, sin duda, es que esa disminución se haya producido en el contexto de una elevación de la fuerza de trabajo en España y de un fuerte aumento del empleo.

En conjunto, esta evolución y la resiliencia mostrada por el empleo elevan el potencial de crecimiento de la economía y dan muestras de superación de las deficiencias estructurales que, con origen en el funcionamiento del mercado de trabajo, han aquejado durante décadas a nuestro país.

  1. Pero, no todo es positivo: hay aún importantes problemas sin resolver que requieren continuar en la dirección de los esfuerzos y las reformas realizados en los últimos años.

Tres circunstancias resultan relevantes para focalizar las actuaciones en el ámbito laboral en los próximos años:

Primero, el elevado peso del desempleo de larga duración.

A pesar de la notable reducción del número de personas en situación de desempleo que se ha producido, debe preocupar la composición del mismo, ya que cuatro de cada diez de estas personas llevan más de un año buscando empleo y una de cada cuatro lleva más de dos años. Este paro de larga duración es el más estructural y, por tanto, el más difícil de reducir, puesto que se deriva esencialmente de un persistente desacople en la cualificación o capacitación de estas personas y de los empleos vacantes que se producen, que sólo puede ser resuelto con la aplicación focalizada sobre el paro de larga duración de unas Políticas Activas de Empleo eficaces, algo que todavía no se ha conseguido.

Segundo, la diferente evolución de la temporalidad en los sectores privado y público.

Mientras en el primero la temporalidad se ha reducido más de diez puntos porcentuales en los dos años de aplicación de la reforma laboral de 2021, pasando del 23,9% al 13,2% (niveles claramente europeos), en el segundo apenas se ha reducido del 31% al 29,6%. Se trata de un volumen de empleo público precario inaceptable, que debe llevar a la toma de nuevas decisiones urgentes en este ámbito, puesto que los acuerdos de consolidación de plantillas firmados en 2017 y años sucesivos por el Gobierno y los sindicatos parecen no estar dando los frutos deseados.

Tercero, transcurridos ya dos años de aplicación de la exitosa reforma laboral de 2021, es necesario analizar y atacar las posibles vías de escape y permanencia para la precariedad.

Estas vías de escape se estén poniendo de manifiesto en la nueva regulación, como, por ejemplo, las que se puedan derivar de una posible utilización excesiva, abusiva o perversa del empleo a tiempo parcial, de la contratación fija discontinua o de los períodos de prueba de los contratos indefinidos ordinarios. Una vez reducida la tasa de temporalidad visible, es necesario combatir la posible precariedad oculta en las cifras formales, así como la precariedad vinculada con las formas de empleo de baja intensidad, responsables fundamentales de las situaciones de pobreza laboral existentes. Para ello, es imprescindible tanto ahondar en las medidas regulatorias, como la implicación y colaboración de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, que es la que mejor conoce y detecta en su labor cotidiana los posibles fraudes y excesos cometidos por las empresas en materia de contratación, y cuyo reforzamiento debe ser una actuación prioritaria.

Y, finalmente, no podremos estar seguros de que el empleo y el mercado laboral español han alcanzado los niveles necesarios de resiliencia ante los ciclos de debilitamiento económico, niveles equivalentes a los de los países de nuestro entorno, hasta que no hayamos acometido la reforma de las formas más utilizadas y pervertidas de despido, como es el caso del despido improcedente o sin justificación, que es una anomalía autóctona en el contexto europeo.

About Economistas Frente a la Crisis

Asociación Economistas Frente a la Crisis

Deja un comentario