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2012, UN AÑO PERDIDO PARA EL EMPLEO Y EL CRECIMIENTO
Se ha agravado la destrucción de empleo y el número de desempleados se sitúa prácticamente en 6 millones
Los datos de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2012 reflejan de forma fehaciente la gravedad de la situación del empleo en nuestro país. El número de personas en paro se eleva al final de 2012 a 5.965.400, que es la cifra más alta nunca alcanzada, lo que supone la tasa de paro más elevada de la serie histórica: 26,02%. El año 2012 es el peor de los cinco que dura ya la crisis, a excepción de 2009, con una intensificación del aumento anual del paro, 691.700 personas, un 13,1% frente al 12,3% y 8,6% en 2011 y 2010, respectivamente. El desempleo aumentó en 187.300 personas en términos trimestrales (89.300 en cifras desestacionalizadas), cifra inferior a la del mismo periodo del año anterior debido al fuerte retroceso de la población activa (-134.600 con datos desetacionalizados), que es de hecho la más elevada desde que comenzó la crisis. La tasa de paro se sitúa en el 26,02%, la más alta de la serie histórica. El aumento del paro desde el cuarto trimestre de 2007 es de 4.037.800 personas.
Estas cifras suponen en sí mismas un inequívoco reflejo del absoluto fracaso de la reforma laboral puesta en marcha el pasado mes de febrero, que se está comportando como una maquina de destrucción del empleo y del tejido empresarial.
Por su parte, la ocupación registró una fuerte disminución trimestral de 363.300 personas (que se reduce a 223.900 en datos desestacionalizados, también un descenso muy significativo). En cifras anuales la pérdida de empleo es de 850.000 personas, solo superada por la del año 2009, en el peor momento de la destrucción de empleo.
Pérdida Anual de Ocupados (en el IV Trimestre de cada año)
(miles de personas)
Fuente: EPA. INE
En cifras relativas la pérdida de empleo en cifras anuales es de un 4,78%, ritmo de reducción del empleo solo superado en 2009. El número de ocupados ha descendido de 17 millones por primera vez desde el primer trimestre de2003, situándose en 16.957.100, lo que representa que se han perdido 3.519.800 empleos desde el cuarto trimestre de 2007. La proporción de empleo/desempleo es de 2,8 a 1, realmente preocupante en un país de la Europa occidental.
PÉRDIDA DE EMPLEO ACUMULADA DESDE EL CUARTO TRIMESTRE DE 2007
(miles de personas)
Fuente: EPA. INE
Por sectores, el empleo desciende en todos lo no agrarios, especialmente en Servicios, donde se concentra el 84% del empleo perdido en el trimestre y el 56,5% del destruido en el año 2012.
Aunque en 2012 se ha reducido más empleo asalariado temporal que indefinido, 499.200 personas frente a 404.500, se observa un aumento continuado de la destrucción de empleo indefinido desde el año 2009 y que sitúa a 2012 como el peor año para el empleo de carácter indefinido en el conjunto del periodo de crisis.
EVOLUCIÓN DEL EMPLEO ASALARIADO POR TIPO DE CONTRATO
(en miles de trabajadores)
Fuente: EPA. INE
Esta evolución pone de manifiesto una creciente precarización del empleo teóricamente indefinido que, tras la reforma de febrero de 2012, ha sufrido un evidente deterioro.
Que las políticas del Gobierno no hacen sino conducir al país a una senda de reducción de todos los parámetros que miden los niveles de bienestar de los ciudadanos lo reflejan en toda su crudeza las cifras de hogares españoles en los que todos sus miembros están en desempleo: en el cuarto trimestre de 2012 han pasado a engrosar esta cifra 95.800 hogares más, con lo que son ya 1.833.700 los hogares en esa situación extrema, 258.700 más que en el año anterior. En los cinco años de crisis esta cifra se ha multiplicado por 4.
NÚMERO DE HOGARES CON TODOS SUS MIEMBROS ACTIVOS EN PARO
(en miles de hogares)
Fuente: EPA. INE
Conclusiones
El balance del primer año de esta Legislatura no puede ser más desolador:
- Fortísimo retroceso del empleo, que está descendiendo a un ritmo del 4,8% anual, muy por encima de los dos años anteriores.
- Fuerte caída de la población activa, especialmente de la población masculina nacional (los extranjeros disminuyen en menor medida), la más elevada en la crisis, que se explica por el empeoramiento de la situación económica y que ha ayudado decisivamente a que no se alcancen los seis millones de parados.
- Subida anual de más de 3 puntos de la tasa de paro, hasta situarse en el 26,02%, la más alta de la historia.
- Más de 1,8 millones de hogares con todos sus miembros en paro, con un aumento de más del 16% sobre el año anterior.
- Elevado ritmo de destrucción de empleo asalariado, tanto indefinido como temporal, del empleo privado más que el del público, del empleo a tiempo completo mientras aumenta el empleo a tiempo parcial; se reduce el empleo en todos los sectores no agrarios de la economía. Todo ello configura un claro y creciente deterioro de las condiciones de vida y trabajo de los españoles.
En este escenario, resulta incomprensible la insistencia del Gobierno en las políticas de austeridad extrema, en los recortes en el gasto público, y especialmente en el de carácter social. Unas políticas fracasadas que no tienen ninguna base económica, y de cuya validez se duda ya desde el mismo FMI, antes valedor inquebrantable de las mismas. Esta persistencia en el error lleva a pensar si el Gobierno tendrá objetivos ocultos distintos de los que indica la racionalidad económica y reclaman los ciudadanos. Porque el Gobierno no ha puesto sobre la mesa ni una sola iniciativa a favor del empleo y del crecimiento, mientras que la reforma laboral sólo ha servido para destruir empleo y tejido empresarial.
Es preciso cambiar las políticas económicas. El Gobierno debe cambiar sus prioridades, actuar en favor del crecimiento, el empleo y la cohesión social. De entrada, el Gobierno no puede consentir que la Comisión Europea deje fuera a España de las recientes iniciativas de recuperación de la economía de la zona, para lo cual debe encontrar aliados entre los países que también han sido marginados de esta iniciativa. Y a partir de aquí, trazar una nueva estrategia para nuestro país, para la que sería deseable que buscara el mayor consenso político y social.