La falsedad del conflicto generacional

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La tasa de paro para jóvenes entre 20 y 25 años se sitúa en el entorno del 33%, aproximadamente el doble que la tasa general. La tasa de pobreza para el tramo entre 16 y 29 años se sitúa en la actualidad en un 29%, más de diez puntos más que en 2008 y siete puntos por encima de la media del conjunto de la sociedad. Un menor de 26 años que accede ahora al mercado laboral recibe un 32,9% menos de renta que uno que lo hacía en 2008. Sí, no parece un país para jóvenes.

Estos y otros argumentos se están utilizando para intentar generar en España cierto tipo de conflicto generacional entre jóvenes y mayores, aduciendo que estos últimos acaparan la parte del león en el reparto de los gastos sociales. Momentos complicados cuando los jubilados se rebelan contra la pérdida del poder adquisitivo de las pensiones, en un grupo poblacional que, gracias a la garantía de rentas que supone el sistema público de pensiones, ha pasado de ser el grupo con mayor tasa de pobreza en 2008 a ser el grupo con menor tasa en 2017 –con un 13% de riesgo de pobreza monetaria–. Se añade además que la pensión de entrada en el sistema de pensiones es, ahora, mayor que el salario de entrada en el mercado laboral, señalando el importante desequilibrio que existe en una sociedad envejecida, con una alta longevidad, y donde las personas más jóvenes no encuentran posibilidades de acceso a una vida digna.

Sin embargo, en aras de ser justos, cabría matizar algunas de las consecuencias de este proceso. En primer lugar, el examen de los conflictos intergeneracionales no se puede analizar exclusivamente por la foto fija, sino que hay que examinar la trayectoria vital de cada generación. Así, los que hoy se jubilan –que nacieron en 1953– vivieron su infancia en una dictadura con una renta per cápita unas cinco veces inferior a la actual en términos reales y una tasa de pobreza del 60% de la población. En 1971, cuando debían incorporarse a la universidad, menos del 20% podía hacerlo, mientras que en la actualidad es casi uno de cada dos. Pasaron la crisis del 73 recién salidos al mercado laboral, asistiendo a una escalada que hizo pasar el desempleo del 3,9% en 1975 al 21,59% en 1984. Todavía les quedaría pasar la crisis de los años 90, para terminar su vida laboral con los diez peores años de mercado laboral de la historia reciente de España, donde tres de cada cuatro parados de su tramo de edad son parados de larga duración.

Y después de toda una vida en la que nacieron en un país prácticamente a las puertas del subdesarrollo, tres graves crisis económicas y un final de vida laboral tan complicado, se enfrentan ahora a que toda una vida de contribuciones a la seguridad social es insuficiente para garantizarse una pensión adecuada. La mitad de las pensiones de jubilación reciben menos de 735 euros al mes, y la pensión más habitual se sitúa entre los 600 y los 650 euros. Con el sistema actual, al final de sus vidas habrán perdido hasta un 30% de su poder adquisitivo, sin tener ya ninguna capacidad de maniobra en términos de ahorro o de recuperación de ingresos, situándose claramente por debajo de la línea de pobreza y retrocediendo decenios en términos de protección social.

La edad no debería ser el vector del debate sobre la equidad, sino el acceso a la renta y a la riqueza. La desigualdad central de nuestra sociedad y nuestra economía no es la desigualdad generacional, sino la desigualdad económica y social. Desde luego que el sistema de pensiones –y todo el Estado social– debe buscar la manera de garantizar su sostenibilidad. Pero de todos los discursos que se están construyendo, el más pernicioso y repugnante es que el enfrenta a nietos y abuelos soslayando la tremenda desigualdad económica existente dentro de cada generación. Un grave error social, ético y económico que pagaremos si caemos en esa trampa.

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*Este artículo se publicó originalmente en 20Minutos y se publica aquí con la autorización del autor.

About José Moisés Martín Carretero

Economista y consultor internacional. Dirige una firma de consultoría especializada en políticas públicas y desarrollo económico y social. Autor del libro: "España 2030: Gobernar el futuro". Miembro de Economistas Frente a la Crisis

6 Comments

  1. copitodenieve el marzo 14, 2018 a las 9:56 pm

    Ya ‘tocaba’ un artículo como éste, aunque a mí parecer es ‘modoso’.
    Lo realmente pernicioso es un sistema económico y social que hace de la desigualdad su ‘banderín de enganche’ y que culpabiliza a quiénes lo sufren salvando la cara a quiénes lo mantienen y lo publicitan cómo el único posible y, por tanto, el único deseable.
    La perversidad hemos podido comprobarla en el debate que sobre las pensiones ha tenido lugar en el Congreso y el ‘relato de Rajoy.
    Tremendo el grito de algunos pensionistas solicitando que al menos se ligue al IPC la revalorización de las pensiones más bajas, es decir, ayudando al lobo.

  2. María del Pilar Andrade el marzo 15, 2018 a las 2:37 pm

    Realmente nuestra sociedad actual es el resultado de políticas neoliberales que, paradójicamente se aplican sobre la clase media ( hasta empobrecerla cada día más) y no sobre las grandes corporaciones o empresas ; éstas se rescatan y protegen con subvenciones que aportamos todos mediante el IRPF y demás impuestos. Ellos, las grandes fortunas evade impuestos, y las que no, se sirven de artilugios legales para contribuir al sostenimiento de nuestro Estado del bienestar de la menor forma posible.
    Es el mundo gobernado por gobernantes sumisos a las élites y no a los ciudadanos.

  3. XAVIH el marzo 18, 2018 a las 1:57 pm

    Esos datos lo que si revelan es que la Economía española esta gravemente enferma y que sus problemas son muy estructurales y que no se resuelven con formulas mágicas(Ni de derechas ni de izquierdas).

    Un país con paro crónico como España no podía tener unos costes directos(SS a cargo de las empresas, p.e.), e indirectos(Coiste del despido), tan altos, pq eso es evidente que no favorecia en nada a la creación de empleo.

    Como también es evidente que si flexibilizas el coste de contratación y los salarios de la generación más preparada de la historia son de mierda(Con el coste social, no sólo individual que ello implica), eso puede ser un parche parcial, pq es mejor un sueldo de milenial, que ninguno, pero si ese sueldo no hay un horizonte próximo en que puede mejorar, es pan para hoy y hambre para mañada.

    Se hace incapié en la distribución de la riqueza en España. Pero pocos analizan seriamente la riqueza que se crea. Incluso las empresas del IBEX 35, que no pagan los impuestos que deberían, buena parte de esos beneficios los ganan fuera de España.

    Luego España antes de un problema de distribuciión de riqueza, que lo tiene y no es menor, tiene un problema previo de creación de riqueza. Aquí nos inventamos el ladrillo y la construcción de infraestructuras a tutiplen para combatir la Globalización(Ambas son industrias muy autarquicas). Visto que eso era un engañabobos y que sólo nos ha dejado una crisis monumental en el empleo(Y un agujero casi igual de grande en Cajas y cuentas del Estado, AVE’S, rescate de autopistas, etc).

    Primero hay que resolver el problema de creación de riqueza. Lo que diferencia a Noruega frente a Mali no es su sistema de distribución de la riqueza, sino su capacidad de creación de la riqueza. Como decimos en catalán, D’on no n’hi ha no en raja(De donde no hay no se puede sacar).

    Volviendo a la brecha generacional(Que tiene en parte bastante que ver con la brecha de género, pq en España la mayoría de las mujeres se han incorporado al trabajo, remunerado. en los últimos 30-40 años).

    Si desregulamos tendremos a centeanares de miles de cinquientones-as en el paro. Sin opciones de volver a trabajar excepto que ellos aceptaran sueldos de milenial, o menos.

    Pero sino lo hacemos tenemos un paro descomunal, basicamente entre la gente joven. Y los que expulsa el mercado laboral, sean de la edad que sean, que ya no encontraran trabajo.

    Luego nuestro problema es, otra vez más, de creación de riqueza.

    En el tema de las pensiones si creo que hay un problema generacional. Lo que se ha vendido como un sistema de reparto, como algo de «izquierdas» y sociialmente justo, es en realidad un sistema de que me he gastado las pensiones de una generación y la ha de pagar la siguiente.

    Segui manteniendo ese mantra, que el mal llamado reparto es chachi piruli y que se soluciona con más impuestos(Como si la sociedad española que los paga no soportara ya muchos dada su renta disponible real) o trayendo inmigrantes- haciendo españolitos(Como si tuvieramos maravillosos trabajos esperandoles o aún peor, como si después estos no se jubilaran algún día y le pasaras la pelota a la siguiente generación).

    Hay que aceptar de una vez y es algo que no me cabe en la cabeza, que reparto o capitalización, un sistema público de pensiones sostenible se ha de basar en lo que dicta el sentido común, cada generación se ha de pagar su propia pensión. Y así solucionas el problema demografico(Da igual los que coticen pq se lo repartiran entre los que han cotizado de su generación), solucionas el problema de como crear más empleo cuando tu problema es crear empleo de calidad(Y los empleos de baja cualificación-sueldo no solucionan las pensiones presentes y te crean aún un mayor problema con las futuras), no tienes el problema con el incremento de la esperanza de vida, etc.

    Y eso no tiene nada que ver con como se reparte, se puede repartir perfectamente con el mismo criterio que el sistema actual. La capitalización no tiene pq ser individual, puede(Debe) ser colectiva. El fondo para los que nacimos en el año X, o los que empezaron a trabajar en el año X, o los que llevan no se cuantos años cotizando, el criterio puede discutirse.

    El concepto, no. La única forma de asegurar las pensiones es que la solidaridad ha de ser intrageneracional no intergeneracional.

    Y ahora que? Pues reconocer que tenemos un agujero de Tropocientos mil millones de €’s(No los 60-70 mil que nos hemos gastado del fondo de Toledo, pq como se ha visto esos sólo han servido para pagar el deficit de ingresos de 10 años, no el total de las pensiones de una generación entera).

    Y coger esos 500-600 mil millones del Banco Mundial, ponerlos en un Fondo(Si se quiere en el propio Banco Mundial, a modo de Superpoliza de Crédito) y utilizar ese Fondo para pagar las pensiones actuales y futuras. Mientras hacer otro fondo con los que han entrado ahora en el mercado laboral y meter ese dinero ahí hasta que se jubilen y no tocar nunca jamás un € de ahí.

    P.D: La otra alternativa es encontrar petroleo como los Noruegos y dedicar los beneficios al fondo público de pensiones. Por desgracia ni tenemos la Economía de los Noruegos, ni el petroleo de los noruegos, n solo somos unos pocos millones de habitantes, con lo cual todo siempre toca a más.

    • juan mateu el marzo 28, 2018 a las 4:45 pm

      Xavih, no estoy de acuerdo con tu propuesta pero sí con tu valiente exposición desmontando los clichés de buenos y malos y el socorrido dar una vuelta a la manija impositiva (que igual admite más fiscalidad pero no muchísima más).

      En mi opinión de lo que hay que convencerse es de que el reparto es la mejor solución puesto que el dinero «no es robable», lo que se cotiza un mes se paga a los pensionistas al siguiente, no quiero ni imaginarme un sistema de capitalización en España a qué nos hubiese conducido, a pisos de 40 mentros a millón de euros, con préstamosd del 130% sobre el precio de la vivienda.

      Yo sustituiría lo de que «cada generación se paga su pensión» por cada generación tendrá una pensión que de de lo que coticen las 2 siguientes, y sobre eso ajustar por demografía y redistribución interna, blindar un mínimo que permita vivir y dejar los altos niveles de vida al ahorro complementario, a lo mejor es mejor invertir para la pensión en fondos que financien el tan necesario nuevo modelo productivo y no tanto en el apartamento en la costa que ahora parece que cuesta de mantener junto al piso residencia habitual a pensionistas que ganan 1000 euros pero no les da mientras familias sin patrimonio aún y criando hijos han de vivir con menos. Considerar el modelo sueco de cuentas nocionales como «neoliberal» lo veo una pataleta (que en este blog se ha dado) porque transparenta las pensiones e impide los chanchullos que se podían hacer aquí «con los últimos años» es una estrategia para evitar una solución viable pero que a lo mejor no conviene a los sindicatos.

      Aparte está que en algún momento habrá que ver si tiene lógica estar 20 años cobrando una pensión en el entorno del salario más alto que se haya tenido cuando uno ya no tiene que pagar ni hipotecas ni criar hijos. A lo mejor sería mejor asumir esa rebaja de pensión (mientras se blinden las bajas) pero tener la seguridad que una enfermedad degenerativa o grave dependencia se estaría totalmente cubierto cualquier gasto de dependencia. De nada sirve a quien vive con 1000 y gana 1600 euros que o reparte entre la familia (bien por necesidad, o bien regalos) si ante un Alzeihmer la residencia vale 3000€ al mes y es estado no la cubre. A lo mejor se hace la encuesta y el de 1600 preferiría ganar 1200 pero estar «asegurado» ante la adversidad. A lo mejor eso no solo mejoraría a quien menos suerte tiene sino que generaría empleo.

  4. XAVIH el abril 19, 2018 a las 10:08 am

    Pero es que se puede repartir de igual manera, o incluso más según lo que decida cada generación, independientemente si el dinero de las pensiones ha sido recaudado de la generación que se ha jubilado, o se utiliza el dinero de las generaciones precedentes.

    Es que no aislaremos el sesgo demografico sino lo hacemos así.

    Aparte me parece un poco estafa que alguna generación que aportará mucho al fondo de pensiones, p.e. la mía del baby boom, después se quede con pensiones ridículas, pq es imposible que se genere el flujo necesario para pagarnos pensiones dignas a todos nosotros. Ya no hablamos de si sigue incrementandose la esperanza de vida.

    En la gestión de ese Fondo no entro, no soy un experto, pero supongo que hay formas politicas y económicas de blindarlo para que nadie pudiera meter mano de forma inaddecuada.

  5. Francisco Alava el octubre 18, 2018 a las 8:01 am

    «los que hoy se jubilan –que nacieron en 1953– vivieron su infancia en una dictadura con una renta per cápita unas cinco veces inferior a la actual en términos reales y una tasa de pobreza del 60% de la población»…. NEEEEEEXT!

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