Julio Rodríguez López (@JulioRL43) es miembro de Economistas Frente a la Crisis
Los últimos datos sobre desahucios de viviendas por impago de la deuda hipotecaria señalan la continuidad del alcance del problema en 2014. Además, la cifra absoluta de créditos morosos de hogares se mantiene elevada, lo que adelanta la continuidad del problema. Sobre los desahucios, se dispone de información estadística procedente del Poder Judicial, del INE y del Banco de España. Los datos disponibles se complementan, y resulta ahora posible aproximarse al problema citado con más rigor que cuando el problema hizo acto de presencia de forma destacada.
El saldo vivo de los créditos morosos de hogares por impago de la deuda hipotecaria para compra y rehabilitación de viviendas alcanzó un volumen significativo a 30 de junio de 2014, 36.300 millones de euros, un 13,8% más que en el año precedente. Aunque dicha cifra supuso un ligero descenso respecto de marzo de 2014, la potencialidad de nuevos desahucios resulta elevada.
Hasta abril de 2013 solo se dispuso en España de datos trimestrales sobre ejecuciones hipotecarias (procedimientos iniciados y lanzamientos) procedentes del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Según dicha fuente, entre 2008 y 2013 los totales acumulados fueron de casi 500.000 procedimientos de ejecución presentados y 309.560 lanzamientos.
Las magnitudes recogidas en la estadística judicial se refieren a todo tipo de activos inmobiliarios (viviendas habituales y de temporada, locales comerciales, naves industriales, locales de oficinas). Desde 2013 el CGPJ ha reforzado la información aportada, desagregando los lanzamientos practicados por los Tribunales Superiores de Justicia entre los procedentes de ejecuciones hipotecarias (25.811 en 2013) y los derivados de la aplicación de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Estos últimos ascendieron a 38.141 en 2013, lo que revela que en España bastantes hogares van a la calle por no poder pagar el alquiler.
En mayo de 2013 el Banco de España inició la publicación de “Notas Informativas” en las que se recogen datos sobre las viviendas entregadas a los bancos como consecuencia de impagos de préstamos. El Banco obliga, mediante la CBE 1/2013, de 24 de mayo, a las entidades de crédito a remitir dicha información, en la que se distingue entre viviendas habituales entregadas y el resto de viviendas no principales. La estadística citada diferencia asimismo entre entregas voluntarias y judiciales de viviendas.
En 2012 se entregaron a los bancos 39.051 viviendas habituales y 38.961 en 2013, según el Banco de España. El 36,3% de todas las viviendas entregadas fueron daciones de pago, en las que el deudor queda limpio de deudas, una vez recuperada por el banco la vivienda que sirvió como garantía del préstamo. Las entregas de viviendas habituales supusieron casi el 60% de todos los lanzamientos estimados por el CGPJ.
Se puede así aproximar que en los seis años transcurridos entre 2008 y 2013 hubo unas 100.000 entregas de viviendas habituales a bancos como consecuencia de la morosidad de los préstamos garantizados por hipoteca. En el primer semestre de 2014 tales entregas de viviendas a los bancos disminuyeron en un 30%, según el Banco de España.
La tercera fuente estadística es la del INE. A partir de 2014 dicho organismo público ha iniciado la publicación de una nueva estadística trimestral de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas. Dichas certificaciones, relativas a fincas urbanas, se desagregan entre viviendas habituales y otras viviendas. En los dos primeros trimestres de 2014 se ha certificado el inicio de 19.075 procedimientos de ejecución hipotecaria de viviendas habituales, un 6,2% más que en el mismo periodo de 2013.
De las tres fuentes estadísticas disponibles (CGPJ, Banco de España e INE), las que se aproximan más al problema de los desahucios son las del Banco de España, puesto que las del INE informan sobre procedimientos iniciados, que pueden o no terminar en desahucios, y las del CGPJ no desagregan entre los activos inmobiliarios objeto de procedimiento.
Llama la atención que en la última Nota Informativa del Banco de España de 13 de noviembre de 2014 dicha entidad informe que tiene en estudio la posibilidad de dejar de elaborar la estadística de viviendas entregadas a los bancos, a la vista de los nuevos datos aportados por el INE. Como se ha comprobado, el INE mide una variable diferente a la que estima el Banco de España. De desaparecer la estadística del Banco de España se perdería una información relevante sobre el problema en cuestión, problema que no desaparecería por falta de información.
Ante los 130.000 desahucios de vivienda habituales producidos en España entre 2008 y 2014 y lo que todavía puede producirse, los paliativos del gobierno, recogidos en la Ley 1/2013, consisten en una moratoria de 2 años en las ejecuciones correspondientes a un colectivo reducido de hogares, en la aplicación del Código de Buenas Prácticas y en la creación de un Fondo Social de Viviendas, una especie de obra de caridad de los bancos.
Sobre la aplicación de dichos instrumentos no hay información regular. El gobierno informa solo de manera esporádica y aproximada, situación que debería de corregirse. Por supuesto tras las cifras hasta aquí comentadas está la realidad de que el sistema de ejecución de hipotecas vigente en España sigue siendo uno de los más duros del mundo y que tanto desde el BCE como desde el FMI han sido importantes las críticas expresadas sobre tal procedimiento.
Una versión de este artículo se publicó en la revista semanal “El Siglo de Europa” de 24.11.2014