Sobre los resultados de la estadística de deciles salariales
Julio Rodríguez López es vocal del Consejo Superior de Estadística y miembro de Economistas Frente a la Crisis EFC
En noviembre de 2017 el INE ha publicado los resultados anuales de la estadística de deciles salariales. Dicha estadística se obtiene a partir de la Encuesta de Población Activa y de otras fuentes de datos de rentas salariales. El total de asalariados incluidos en la muestra es de 30.000. La estadística en cuestión, de periodicidad anual, está disponible en España desde 2006 hasta 2016 y permite analizar la evolución de las rentas salariales distribuidas entre los diferentes niveles de ingresos obtenidos (deciles)
En 2016 el nivel medio salarial en España, según dicha encuesta, fue de 1.878,1 euros/mes. Dicho nivel resultó inferior al correspondiente a la estadística más utilizada de salarios, la encuesta trimestral de costes laborales, según la cual el salario medio en el pasado año fue de 1.898 euros/mes. Dentro de la estadística de deciles salariales, correspondió al decil número 3 un salario medio anual de 1.118 euros/mes, mientras que el correspondiente al decil número 7 fue de 1.969,4 euros/mes.
Según la fuente estadística comentada, en 2016 el salario medio retrocedió en un 0,8% sobre el año precedente. Lo más llamativo de la evolución salarial en 2016 fue que los descensos se concentraron en los niveles más elevados, al contrario de lo sucedido en los años precedentes.
En la etapa de recesión 2008-2013 el crecimiento acumulado del salario medio fue del 13,7%. En dicho periodo destacó la fuerte diferencia entre los aumentos de los distintos deciles. Dicha evolución confirma que en la etapa de recesión el ajuste salarial se concentró sobre todo en los salarios más reducidos. De no tener en cuenta dicha disparidad salarial parecería que los salarios, en general, habrían seguido creciendo en la crisis a un ritmo poco compatible en un contexto general de descenso del empleo y de la actividad productiva. En realidad el retroceso se concentró en los salarios correspondientes a los deciles 1 y 2.
En 2016 contrastó el nivel salarial medio correspondiente a la jornada a tiempo completo, 2.106 euros/mes, con el de la jornada a tiempo parcial, que fue de 734,2 euros/mes. El total de ocupados a tiempo parcial, según la EPA, se eleva a 2,7 millones de trabajadores, el 17,1% del total de asalariados. Dicho dato revela las peores condiciones de remuneración de una parte significativa de los empleos asalariados y confirma que la salida de la crisis, la ganancia de competitividad, está descansando en las bajas remuneraciones de los nuevos empleos.
Por ramas de actividad, los salarios mayores correspondieron a actividades financieras (3.127 euros/mes) y suministro de energía eléctrica (3.076). Los salarios más reducidos fueron los de servicio doméstico (823,2) y agricultura-ganadería-pesca (1.159).Por autonomías, los salarios más elevados fueron los del País Vasco (2.235,2 euros/mes) y Comunidad de Madrid (2.166). Los niveles salariales medios más reducidos en 2016 fueron los de Extremadura (1.513) y Murcia (1.628).
En 2016 el acceso a una vivienda en alquiler supuso un esfuerzo del 33,3% del salario para el hogar que obtuviese el salario medio. Sin embargo, dicho esfuerzo se elevó al 56% para el hogar con ingresos correspondientes al decil número 3 (1.118 euros/mes). Los salarios comprendidos en los deciles 1 a 3 corresponden sobre todo a los nuevos empleos, para los cuales el acceso a la vivienda en propiedad o en alquiler privado resulta poco menos que imposible.
La participación de los salarios en el PIB a precios corrientes fue del 47,6% en 2016, tres décimas por debajo de la proporción del año precedente. Dicho descenso parece haber persistido en la primera mitad de 2017. Tal proporción contrasta con la cuota de los asalariados dentro del empleo, cuota que supera el 80%. El peso de los salarios en el PIB no ha alcanzado todavía el nivel existente al inicio de la crisis, reflejo de la mejor posición lograda por las rentas del capital en el periodo de salida de la crisis.
Una versión este artículo se publicó en la revista digital semanal “El Siglo de Europa” el 24 de noviembre de 2017
La economía es, por este orden:
– Producción
– Renta
– Gasto (= Consumo + Ahorro)
– P
– R
– G (= C + A)
– etc.
Endeudarse es complementar la Producción con Renta traída del propio futuro para tener más Renta que repartirse.
La distribución de la Renta es un sistema de 5 vasos comunicantes (en paréntesis, ‘grosso modo’ lo que representan en España actualmente en relación con el PIB-Renta):
a) rentas productivas (1/2):
– del Trabajo (1/3)
– de la Empresa (1/6)
b) rentas aproductivas (1/2):
– inmobiliarias (1/6)
– pensiones (1/6)
– rentas financiero-fijas (1/6)
Lo que caracteriza el modelo popularcpitalista de los 1980 es la hipertrofia de las rentas aproductivas.
Cuantas más rentas aproductivas, peor economía en segunda ronda (cada tipo de destinatario de Renta tiene su peculiar patrón de Gasto —Consumo vs. Ahorro—).
El capitalismo ha hecho muy bien intentando reprimir al máximo la extracción de rentas financiero-fijas.
En esta crisis que viene en 2018, le toca el turno a las rentas inmobiliarias y a las pensiones.
A medida que se emplee más capital para producir ¿no es normal que las rentas del capital aumenten?
Aquellos trabajos que sufren la competencia de otros trabajadores en otros países de salarios más bajos (ej. quien fabrique zapatos en España está sometido a la competencia de quien los fabrique en China) sufren y sufrirán una presión a la baja… y si no bajan acaban desapareciendo ya que compramos los zapatos más baratos.
Aquellas personas que tienen salarios ligados a los resultados de sus empresas (altos directivos, ciertos sectores,…) suelen ver variar sus retribución según los beneficios de la empresa del año previo.
Con estos factores tienen la explicación de unos cuantos de los datos que han presentado.